Washington llegó al Draft 2020 con la segunda elección en su poder y si bien en el previa existieron algunas especulaciones sobre posibles trades, instantes antes del inicio de la ceremonia se confirmó que se mantendrían en su lugar se despejaron todo tipo de dudas. La imperiosa necesidad de Cincinnati de incorporar a Joe Burrow como su mariscal con el pick 1, le permitió a los Redskins encontrarse en la cómoda posición de tener disponible al mejor jugador de esta cámada. No podían fallar... y no fallaron. (Seguiremos actualizando este artículo a medida que se completen las selecciones)
Young llegó al draft considerado de manera prácticamente unánime por los expertos como el mayor talento de toda la clase y sencillamente es un jugador demasiado bueno como para dejarlo pasar. Washington no tenía una necesidad particular en esta posición, pero el arribo del jugador de los Buckeyes transforma de inmediato su línea defensiva en una de las más temibles de la NFL.
Se trata de un jugador de lo más completo que puede obtenerse. Ágil, poderoso, explosivo y absolutamente dominante. Su brutal paso por el football colegial lo cerró como finalista del Trofeo Heisman, producto de 16.5 capturas, 58 presiones al mariscal, 21 tackles por detrás de la línea de golpeo y 7 balones sueltos provocados. Pocos prospectos han llegado a la liga tan preparados para rendir de inmediato en el más alto nivel.
Con este joven EDGE, los Redskins pueden tener un líder de su defensa y una pieza fundamental para continuar reconstruyendo su equipo de cara a un futuro que con su llegada se ve mucho más prometedor.
Washington no tuvo selección en la ronda 2 y en la segunda posición de la tercera decidió apostar por un verdadero playmaker. En su año senior, Gibson se alineó como receptor (38-735-8), como corredor (33-369-4) y como jugador de equipos especiales (23-645-1), demostrando una gran versatilidad.
Cuenta con una velocidad asombrosa y una explosividad que lo convierte en una constante amenaza para realizar jugadas grandes (tuvo 7 anotaciones de más de 40 yardas). Sin embargo, todas sus cualidades las mostró tan solo en la temporada pasada, ya que en la anterior apenas tuvo participación y había comenzado su carrera en la East Central Community College de Mississippi del Junior College.
Sin dudas los Redskins se han llevado a un prospecto con un techo muy alto, pero que deberá mejorar varios aspectos y su capacidad para rendir en la NFL, por el momento, es una incógnita.
Parte de la galardonada línea ofensiva de los Tigers en 2019, puede jugar en ambos lados de ella tanto de tackle como de guardia, aunque lo ha hecho mayormente en la posición de LT. Rápido de pies y con buena agilidad, pero aún debe ganar masa corporal ya que está corto de tamaño y fuerza para su posición en el máximo nivel.
Un receptor muy interesante que cuenta con un enorme radio de catch y una gran capacidad para obtener yardas después de la recepción, lo cual lo convierte en una clara amenaza con el balón en sus manos. Dejó caer muchas pelotas en 2018, pero supo mejorar ese aspecto en 2019, incrementando su valor. Aún tiene mucho trabajo por delante como corredor de rutas.
Al igual que Saahdiq Charles, los Redskins incorporan con Ismael un liniero ofensivo con la ventaja de poder jugar en distintas posiciones, en este caso en el interior. Buenos movimientos laterales, trabajo de pies y capacidad atlética. No se ha medido lo suficiente ante rivales de gran nivel como para sacar conclusiones sobre su posible rendimiento en la NFL.
Hudson es un safety devenido a linebacker con un gusto especial por filtrarse y realizar jugadas detrás de la línea de golpeo (en su año sophomore realizó 17.5 tackles para pérdida de yardas) que además se luce defensivamente en equipos especial, donde finalizó su carrera universitaria con nada menos que cinco despejes bloqueados. El problema es que estilo lo lleva a chocar constantemente contra el bloqueo rival y su tamaño no le permite superarlos. También debe mejorar en la cobertura si no quiere ver sus snaps limitados a ciertas funciones.
Viene de completar un buen año jugando para los Razorbacks y posee un buen tamaño para la posición. Sin embargo, su velocidad puede ser un problema en el próximo nivel y le cuesta realizar coberturas hombre a hombre. Tendrá que mejorar para ganarse un lugar en el equipo.
Realizó una transformación física impresionante que le hizo ganar 30kg al llegar al programa de NC State y sus entrenadores hablan maravillas de su ética de trabajo, carácter y liderazgo. No obstante, las lesiones lo han castigado mucho a lo largo de su carrera y viene de jugar solo siete partidos en 2019.
No sé desde cuando veo NFL, pero desde 2013 es solo un mal necesario para poder jugar al Fantasy Football, la razón de mi vida, el motor de mi existencia. De la mano de la Superliga, nos vamos a encargar de demostrar en No Huddle que todo es Fantasy.