Entramos en el mes de abril y se acerca una de las fechas clave en el calendario de la NFL: el draft. En No Huddle vamos a analizar las necesidades primarias que tendrán cada una de las franquicias de cara al jueves 29. En este caso, Seattle Seahawks.
El balance de la temporada pasada no fue positivo. Más allá de haber obtenido el título de su división, la derrota en ronda de comodines dejó sabor a poco en la franquicia de Pete Carroll. De hecho, los rumores sobre la salida de Russell Wilson han sido una de las novelas de esta offseason.
El próximo draft parece continuar por la misma delgada línea de un equipo que camina al borde del abismo. Con solo tres selecciones no habrá lugar para apuestas arriesgadas, aunque nunca se sabe con John Schneider.
La principal necesidad pasa por recuperar la confianza de su quarterback. Después de una primera mitad de año a nivel MVP, la producción de RW3 bajó notablemente y su fastidio se hizo público tras la temprana eliminación del equipo. En marzo, Seattle canjeó con Las Vegas Raiders al tackle ofensivo Gab Jackson por su selección de quinta ronda y si bien se espera que sea una contratación de impacto inmediato, aún queda mucho por mejorar en esa línea.
El principal apuntado sería Quinn Meinerz, egresado de Wisconsin-Whitewater, un guardia que podría adaptarse rápidamente a las exigencias de la NFL y promete consolidarse y ser titular por mucho tiempo.
En la agencia libre se fueron Shaquill Griffin (Jacksonville) y Quinton Dunbar (Detroit), y aunque llegó Akhello Whiterspoon, la necesidad de un esquinero parece vital. Una defensiva que permitió demasiadas jugadas grandes que finalmente costaron muy caro, deberá buscar otra vez esa identidad que parece haber perdido luego de desarmarse la exitosa Legion of Boom.
Una de las opciones que podría caer hasta la cuarta ronda sería el cornerback de LSU Kary Vincent Jr., un jugador versátil con mucha capacidad atlética y, quizás lo más importante para el interés de Pete Carroll, una gran promesa de talento a desarrollar.
La incorporación a mitad de 2020 de Carlos Dunslap elevó el rendimiento de toda la defensa, la firma de un nuevo contrato en la agencia libre era un hecho. Sin embargo no parece suficiente para un equipo que siempre tiene aspiraciones de ganar y debe afrontar una de las divisiones más competitivas de la liga.
Tal vez con una cantidad tan limitada de selecciones y luego de algún trade (¿por futuros picks del 2022?), los Seahawks podrían buscar en la profundidad del draft algún tackle defensivo como Lorenzo Neal, de Purdue, o Mustafá Johnson, de Colorado.
Seattle parece estar a las puertas de una etapa de transición y reconstrucción típicas en la NFL luego de años de competir al más alto nivel. La gerencia y el staff deberán mostrar que pueden estar a la altura del desafío con tan poco margen de maniobra.
Empecé a seguir la NFL allá por 1989, y por el encanto que tiene la ciudad de Seattle de inmediato me convertí en fanático de los Seahawks. Escribo crónicas periodísticas y participo de los podcasts. Me obsesiona la estrategia que domina al football americano tanto dentro como fuera del campo de juego. Creo que la NFL representa al deporte del futuro en su combinación exacta de fuerza, habilidad e inteligencia.