Con nuevo nombre, Washington Commanders llega a esta Offseason luego de una temporada regular que no cumplió con las expectativas. Es cierto que en 2020 la NFC Este había sido claramente la división más débil, pero aún así los comandados por Ron Rivera se la habían llevado con bastante merecimiento y habían dejado una buena imagen en Playoffs. Por eso, el último año parecían partir como el equipo a vencer, pero ni en el juego ni en los resultados lucieron como tal. Terminaron con récord 7-10 y quedaron afuera de la postemporada.
La realidad es que lo más decepcionante de este equipo fue su defensa, que había terminado como una de las mejores el año anterior y que en 2021 nunca terminó de hacer pie, aunque lesiones como la de Chase Young tampoco ayudaron. La ofensiva, a su vez, fue muy irregular con Taylor Heinicke en los controles. Los resultados fueron un reflejo fiel de todo esto: un equipo de rachas, que luego de un pésimo arranque parecía que levantaba vuelo, pero que sobre el final volvió a caerse.
Luego de toda la atención que generó el cambio de nombre, ahora se viene una temporada baja en la que deberán necesariamente cubrir huecos si quieren volver a pelear, aunque sea, por un puesto en playoffs. Son un equipo que cuenta con bastante espacio salarial, que deberán aprovechar para cubrir posiciones claves. También deberán intentar retener al RB J.D. McKissic, seguramente el agente libre más importante de la plantilla. Por último, extenderle el contrato a su WR1, Terry McLaurin, formará parte de los planes de la franquicia.
A healthy Chase Young is a fun Chase Young. pic.twitter.com/vGqNT9CTP7
— Ryan Fowler (@_RyanFowler_) February 23, 2022
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En términos defensivos, es el puesto de safety el que más atención inmediata requiere. Luego de haber convertido a Landon Collins en el profundo mejor pago de la liga hace tres años, queda claro que esa decisión estuvo lejos de ser la mejor. Incluso la temporada pasada debió ser movido más hacia la posición de linebacker por sus problemas en la cobertura de espacios abiertos, donde rindió mucho mejor. Además, con Bobby McCain actualmente sin contrato, queda claro que deben explorar la agencia libre. Este año hay varios nombres de elite: Marcus Williams (New Orleans Saints) y Tyrann Mathieu (Kansas City Chiefs), como ejemplos.
En cuanto a los linebackers, Jamin Davis no tuvo un año rookie de impacto, aunque dio mejores sensaciones del lado débil y todavía confían en su desarrollo. Quien sí jugó una muy buena temporada es Cole Holcomb, quizás la mejor de su carrera. Pero el puesto de ILB ahora quedó algo débil, y si no lo atienden en el draft (donde parece haber buenas opciones en rondas medias) la agencia libre es una opción. No habrá jugadores de talento descollante, pero tampoco es una necesidad desesperante. La defensiva es una unidad bastante completa y con algunos ajustes puede volver a ser de las mejores.
Los Commanders tienen tres receptores (Adam Humphries, Cam Sims y DeAndre Carter) que ingresarán en la Agencia Libre. Si bien es una seguridad que alguno de ellos se quede con la franquicia, Washington necesita un arma real en la posición de receptor por fuera de lo que aporta el talentoso Terry McLaurin. En ese caso, es probable que atacar temprano la posición en un Draft que tiene mucho talento en cuanto a los alas abiertas puede llegar a ser la decisión correcta por parte del conjunto capitalino, quienes dejaron mucho que desear en la ofensiva.
Redactor y editor de la página web de No Huddle. Cubre la NFL desde 2021. Especialista en San Francisco 49ers.
