Antes del inicio de la temporada 2023 de la NFL, la organización de los Tampa Bay Buccaneers enfrentaba una gran incertidumbre sobre quién ocuparía el puesto de mariscal de campo tras el retiro de Tom Brady, sin tener un sucesor claro. En la agencia libre, tomaron la decisión de fichar a Baker Mayfield, apostando fuerte y obteniendo un gran resultado. Ahora, durante esta temporada baja, reafirmaron esa elección, y entre muchas incógnitas, una certeza: el puesto de QB está asegurado.
La renovación de Mayfield fue emblemática de la dirección que ha tomado la franquicia en esta agencia libre: primero consolidar lo que ya tenían en casa y luego explorar el mercado. En este sentido, renovaron los contratos de dos agentes libres que podrían haber sido objeto de gran demanda en el mercado: el receptor Mike Evans y el safety Antoine Winfield Jr. Además, entre los refuerzos, se destaca la repatriación de Jordan Whitehead, la adquisición del liniero ofensivo Iosua Opeta y la llegada del experimentado pass rusher Randy Gregory.
Sin embargo, la franquicia no pudo evitar algunas salidas importantes, lo que ha generado presión en áreas clave del equipo. El destacado linebacker Devin White se unió a los Philadelphia Eagles y Carlton Davis fue intercambiado con los Detroit Lions. Esto ha puesto una carga adicional en diferentes posiciones del equipo, especialmente en la línea defensiva, donde se espera un mayor protagonismo. Transitada la agencia libre, el Draft surge como la última parada para reforzar el roster.
La transición tras el retiro de Tom Brady parece estar siendo exitosa, o al menos, una preocupación menos a corto plazo para la franquicia. Sin embargo, la transición que exige el roster desde aquel Super Bowl continúa siendo un proceso extenso. Aunque la franquicia sigue tomando decisiones acertadas, la rotación de veteranos por novatos parece ser intermitente. En este próximo draft, la franquicia tiene una nueva oportunidad para encontrar perfiles con impacto inmediato
Durante la última temporada, Baker Mayfield se convirtió en el tercer mariscal de campo más capturado, lo que evidencia una gran presión sobre él. Esta presión se concentró principalmente en el interior de la línea ofensiva. Cody Mauch, seleccionado en la segunda ronda del Draft de 2023, permitió ocho capturas, mientras que el centro Robert Hainsey fue responsable de otras cinco. Además, la llegada de Ben Bredeson no parece ofrecer una solución a corto o largo plazo para esta situación preocupante.
Devin White y Lavonte David han sido la pareja de linebackers más destacada de la NFL desde el 2019, consolidando la defensa de los Tampa Bay Buccaneers y contribuyendo significativamente a su victoria en el Super Bowl LV. Sin embargo, con la partida de White y la incertidumbre sobre el futuro de David debido a su edad, la falta de profundidad en la posición se ha vuelto evidente. En este contexto, el Draft se presenta como una oportunidad crucial para fortalecer la defensa del equipo y asegurar su éxito continuo en el futuro.
Cuando solo uno de tus cornerbacks titulares logra una intercepción y ninguno de ellos puede limitar el rating del mariscal de campo rival a menos de 90 puntos, es evidente que la posición necesita una mejora significativa. La salida de Carlton Davis pone presión en el cuerpo, que no parece tener nombres capaces de contener a los receptores principales de los equipos rivales. En la temporada 2024, enfrentarán desafíos importantes ante receptores de la talla de Chris Olave, Davante Adams, CeeDee Lamb, Amon-Ra St. Brown, Deebo Samuel o AJ Brown, lo que subraya la urgente necesidad de contar con al menos un jugador capaz de enfrentarlos con éxito.
Actuario. Analista de Datos. Especialista de Safeties en Guia No Huddle 2023.
