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Tras apostar por la experiencia veterana, los Denver Broncos se encuentran en el umbral de una temporada que promete un desafío protagónico. La partida de Russell Wilson hacia Pittsburgh Steelers marcó el final de su relación con Sean Payton, dejando a los Broncos pagando un divorcio de $54 millones en dinero muerto este año y otros $34 millones el próximo, limitando sus movimientos en la agencia libre. Ahora, el Draft emerge como el primer capítulo en este nuevo proceso de reconstrucción.
Dentro de este, la incertidumbre rodea la posición de mariscal de campo, ya que pocos creen que Jarrett Stidham sea el elegido para liderar la ofensiva de manera efectiva. De moverse del ex New England Patriots, esta será la primera vez que Sean Payton se enfrenta al desafío de moldear una ofensiva en torno a un mariscal novato, un giro de timón que promete ser una incógnita. Con el traspaso de Jerry Jeudy a los Cleveland Browns, la adición de Josh Reynolds es el único movimiento destacado en la agencia libre. Sin embargo, la defensa ha recibido un guiño con las incorporaciones del safety Brandon Jones y el linebacker Cody Barton.
En este contexto, el Draft se presenta como una oportunidad crucial para los Broncos. Sin selección de segunda ronda y necesidades notables en varias posiciones, la franquicia se enfrenta a una decisión controvertida, y la presión del consenso hacen que el primer pick sea un quiebre para el futuro de los Broncos.
Descifrar el significado de una selección de primera ronda se vuelve imperativo para comprender el destino de una franquicia. En este juego de percepciones, Denver podría eludir la elección de un mariscal con su primer pick, trazando un camino que se extiende más allá del horizonte inmediato. Sin embargo, sea cual sea la decisión, la necesidad apremiante de quarterback permanece como la principal aspiración a resolver en este evento. Independientemente del momento que sea seleccionado, no es el único engranaje que falta en un roster para ser competitivo.
Como se ha mencionado anteriormente, la partida de Russell Wilson ha creado una presión considerable en la posición de mariscal de campo, la cual actualmente solo está ocupada por Jarrett Stidham. Independientemente de la dirección que tome la franquicia, ya sea optando por una solución a corto plazo o buscando una competencia abierta por el puesto, la necesidad de contar con un mariscal es primordial
La línea defensiva de Broncos brilló por su ausencia la campaña pasada, donde el único que cumplió fue Zach Allen. El jugador de quinto año fue el único liniero defensivo que consiguió más de dos capturas en toda la temporada, mostrando que la necesidad de reforzar a la unidad es imperante. El equipo puede buscar alternativas a Nik Bonnito y Jonathan Cooper.
Lejos está la defensiva de ser aquella que permitió 70 puntos contra los Miami Dolphins, pero tampoco puede considerarse una de las mejores. Vance Joseph logró ajustar la defensiva a lo largo de la temporada, permitiendo reducir los puntos permitidos semana a semana, no obstante es necesario mejorar la defensiva profunda. En este punto, opuesto a Patrick Surtain II, los Broncos no tienen a nadie que pueda jugar la posición de manera competente y deben enfrentarse dos veces por año a los Kansas City Chiefs y Los Angeles Chargers.
Actuario. Analista de Datos. Especialista de Safeties en Guia No Huddle 2023.
