Brown contó que fue diagnosticado con una miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad que causa que el músculo del corazón se vuelva demasiado grueso. El entrenador de Penn State, James Franklin, dijo que la condición fue descubierta durante un test de COVID-19 en septiembre pero que no es relacionada con el virus. 

Según la American Heart Association, esta condición es la más común entre los problemas de corazón. Es también la más relacionada con los ataques de corazón repentinos en gente joven y atletas menores de 35 años. Aquellos que sean diagnosticados tendrán que hacer cambios drásticos en su vida y en su actividad física. 

Brown posteo el siguiente mensaje en Twitter comunicando este tema: 

I didn’t even expect to make it this far but it’s about Journey, not the destination. #HLM #SIAM pic.twitter.com/nbQrIsjXzY

— SUNNY-D☀️🦕 (@JourneyBrown6) November 11, 2020

Franklin no pudo evitar emocionarse al hablar de Brown, quien fue la estrella ofensiva de la universidad en 2019. “Estamos trabajando en esto y afrontándolo como un equipo”, dijo. “Journey es uno de los jugadores más populares y respetados en el vestuario. La organización entera se puso a disposición de Brown y su familia”, agregó. 

Brown terminó el 2019 como uno de los mejores corredores del país, promediando 118,6 yardas por tierra en sus últimos cinco partidos. Además, logró 202 yardas en el Cotton Bowl, marcando un récord en postemporada para Penn State en la victoria 55-39 ante Memphis. El año pasado, Journey jugó 10 partidos, corrió para 890 yardas y obtuvo 12 touchdowns en 129 acarreos.