Sam Houston State, nuevo campeón del FCS

17 de Mayo de 2021
Sam Houston se coronó camepón del FCS logrando una temporada invicta, tal como lo hizo Alabama en el FBS. Foto: Yahoo News Canada.

Con un 2020 tan extraño para el deporte por la pandemia mundial y la cuarentena en casi todos los puntos del mundo, el FCS tuvo que suspender su temporada y aplazarla para la primavera en Estados Unidos. Por esos motivos es que tuvimos football americano en febrero, marzo, abril y hasta mayo, algo muy raro de ver en una situación de normalidad. Y fue justamente el domingo 16 el día que se jugó la final del campeonato del FCS después de que los equipos disputaran una temporada regular de entre seis y trece partidos, todo dependiendo de la conferencia y de los partidos no conferenciales que organizaran. Vamos a hacer un repaso de esta final tan particular con su necesario contexto.

La temporada regular

La temporada inició oficialmente el 19 de febrero de este 2021. En realidad varios equipos del FCS ya habían tenido partidos en 2020, pero eran escasos y en situaciones muy particulares, donde la mayoría eran partidos no conferenciales. En los rankings North Dakota State, South Dakota State, Weber State, Northern Illinois y James Madison se presentaban como candidatos a pelear el campeonato. Las cosas se terminaron torciendo un poco y los cuatro mejores rankeados terminaron siendo South Dakota State, Sam Houston State, James Madison y Jacksonville State en los respectivos lugares que fueron nombrados.

Playoffs

Los playoffs de este año se vieron obviamente afectados, ya que no todas las conferencias jugaron y hubo varios equipos con calendarios apretados, cosas que antes del inicio se sabían y por eso se decidió por hacer una postemporada iniciando desde octavos de final con 16 equipos compitiendo. Los dos grandes ausentes fueron Villanova y Northern Iowa, mientras que las dos mayores sorpresas fueron Virginia Military Institute y Missouri State, que no finalizaba con una temporada regular con récord no negativo desde 2007. 

El mejor partido de estos playoffs fue el que enfrentó a James Madison y a Sam Houston State, el tercer mejor rankeado contra el segundo. El partido fue un sube y baja de emociones, ya que James Madison tenía bajo control al medio tiempo cuando se fue arriba por 24-3, pero el tercer cuarto fue otra historia y Sam Houston puso un 28-3 en ese parcial, dejando el partido a favor de ellos por 31-27. En el último cuarto, James Madison logró acercarse y quedar a solo tres puntos, pero no lo logró empatar cuando su kicker, a dos minutos para el final del partido, falló un gol de campo de 51 yardas. El resultado final fue 38-35 a favor del equipo del Estado de Texas

La final

Como venimos hablando fue una temporada particular y la final no podía ser la excepción: desde el 2010 que la final no la disputaba y la ganaba un equipo que no se llamaba North Dakota State o James Madison, equipos que son una dinastía en este nivel de competencia. South Dakota State llegaba como el candidato, no solamente por tener un roster con más talento sino porque ya había ganado tres partidos contra equipos que, en el momento que los enfrentó eran top 5, mientras que Sam Houston le había ganado únicamente a un equipo dentro de ese rango.

Pero el partido sufrió un reves grande cuando Mark Gronowski, QB de South Dakota State y uno de los motivos de porqué el equipo llegó hasta esta instancia, tuvo que salir del partido por una molestia. El equipo se vio en shock y Sam Houston logró aprovechar su momentum e irse al medio tiempo con un resultado parcial de 14-7 a su favor, siendo esta una primera parte donde ninguno quería arriesgar demasiado y los errores fueron una constante en ciertos momentos del partido, aunque gran parte de esto fue culpa de la gran tormenta que cayó. Fue tan fuerte que el partido se tuvo que parar y se demoraron 74 minutos en reanudar.

La tormenta eléctrica fue uno de los protagonistas el día de la final, poniendole más suspenso a un partido muy cerrado. Foto: KLTV.com.

El comienzo de la segunda parte no distó de lo que sucedió en los primeros dos cuartos, con un South Dakota State que no podía desarrollar un juego por tierra productivo y el juego por pase estaba lejos de ser continuo en el rendimiento. Aún así, Sam Houston no logró aprovechar el gran trabajo de su defensiva y apenas logró poner tres puntos más en el marcador. En el último cuarto las cosas engranaron rápido para SDSU y logró antoar dos touchdowns en dos drives consecutivos, dejando el marcador 21-17 a favor de los de Dakota con poco menos de seis minutos en el reloj.

Pero la épica podía ser mayor, la lesión de un QB, la lluvia y el resultado ajustado fueron grandes ingredientes. pero lo que faltaba era la anotación que finalmente Sam Houston logró en el anteúltimo drive del partido, cuando su QB Eric Schmid completó un pase de 10 yardas para el TD de Ife Adeyi, completando un drive que llevó 5 minutos y que dejó unicamente que 16 segundos para el final. South Dakota State poco pudo hacer con esos segundos y luego de completar dos pases que apenas le permitieron cruzar la mitad del campo el partido terminó con una victoria para Sam Houston State de 23-21. 

Es el primer título para la universidad, que ya había perdido dos finales en el campeonato del 2011 y 2012, y el segundo título para su entrenador K.C. Keeler, quien ya había logrado ganar el campeonato en 2003 cuando con Delaware venció 40-0 a Colgate. 


Juan Martín Ramallo

Juan Martín Ramallo

Especializado en Futbol americano colegial. Lo cubre desde 2019. Conductor de De Cara al Draft y participa en Redshirt Podcast. Redactor de la página web.