Finalmente, no hubo demasiadas paridades en el Cotton Bowl disputado en el AT&T Stadium entre el Alabama Crimson Tide, que llegaba como primer rankeado de la nación, y los Cincinnati Bearcats, cuarto equipo según el ranking AP. Los conducidos por Nick Saban se impusieron 27-6 en un duelo donde de a poco fueron volcando en el marcador toda la dominancia que exhibieron dentro del campo de juego.
La ofensiva de Alabama ganó el partido desde las trincheras, que abrieron paso para que el equipo sumara más de 300 yardas por tierra, incluidas 204 para una de las figuras del juego en el RB Brian Robinson Jr., y le dieron tiempo suficiente al QB Bryce Young para que tenga un partido correcto y con solo 2 capturas. En defensa el partido también lo ganó la línea: 6 capturas y 8 tackles para pérdida para que los Bearcats no hicieran demasiado luego del primer drive, e impedir que Ridder los pudiera dañar por tierra o por aire.
Boleto a la final para Bama que tendrá que reeditar la final de campeonato de la SEC ante los Georgia Bulldogs, esta vez por el título de la NCAA.
Georgia no tuvo inconvenientes para imponerse en el Orange Bowl disputado en el Hard Rock Stadium cuando le tocó enfrentar a los Michigan Wolverines, imponiéndose por 34-11, y prácticamente liquidando el juego durante la primera mitad del partido.
El ataque de los Dawgs fue tremendamente eficiente con un Stetson Benett que repartió bien el balón en el perímetro y que tomó riesgos cuando el partido lo pedía y lo hizo de buena manera, conectando pases largos con sus receptores y desde backfield. Además, fue acompañado por un solido ataque terrestre que contribuyó a desgastar a la defensa rival y evitar situaciones obvias de pase, que es donde el rival se hacía fuerte.
En defensa dominaron la línea de scrimmage con el front seven y a partir de allí dictaron el ritmo del partido. Doblegaron por tierra a la mejor línea ofensiva de la nación (según el trofeo Joe Moore) generando 7 tackles para perdida y 4 capturas, además de cerrar el juego por tierra. Cuando los QB de Michigan tuvieron que ganar el juego con yardas áreas el partido ya estaba definido.
Sera revancha para los conducidos por Kriby Smart, ya que en la final enfrentaran una vez más al Crimson Tide reeditando la final de la SEC.
Tremendo comeback de Oklahoma State en el Playstation Fiesta Bowl para recuperarse y derrotar a Notre Dame por 37-35 tras ir perdiendo 28-14 tras la primera mitad. Los Cowboys lograron a fuerza de detenciones rápidas y fumbles cortar el explosivo ataque de Notre Dame, que le hizo lanzar la pelota a Jack Coan el altísimo número de 68 pases (38 completos para 509 yardas, 5 anotaciones y una intercepción).
En ataque el QB Spencer Sanders tuvo una gran actuación, sobre todo en la segunda mitad para no sólo ponerse el ataque aéreo al hombro, sino sumar 125 yardas en 17 acarreos, lo que le convirtió sin dudas en la figura del encuentro. Tras haber realizado una gran camapaña los Cowboys se quedaron en la puerta del titulo de la Big XII, y se dieron una tremenda revancha en los bowls de año nuevo.
El Rose Bowl tuvo una ausencia de lujo, que fueron las defensivas de Utah y Ohio State en lo que fue una batalla de puntos que finalmente se quedaron los Buckeyes por 48-45. La diferencia estuvo en los estilos ofensivos, ya que los del Big10, tras haber quedado fuera de playoff en una temporada histórica para los Michigan Wolverines, vulneraron una muy buena defensa de los Utes de la mano de un inspirado CJ Stroud, que acumuló 570 yardas por aire, con 6 anotaciones y una intercepción incluida. Además, Jaxon Smith-Njigba tuvo una actuación histórica con 15 recepciones, 347 yardas de recepción y tres anotaciones por esa vía.
Del lado de Utah fue el juego terrestre lo que les permitió sumar puntos, imponiéndose en la línea de scrimmage y generando espacios para que un backfield de alta rotación acumulara mas de 220 yardas. La diferencia del juego posiblemente estuvo en saber administrar bien el reloj, ya que los dirigidos por Ryan Day supieron jugar muy bien el ultimo drive para no devolver la pelota. Mas allá de no haber entrado a playoffs, ambos equipos redondean una buena temporada.
Es cierto que Baylor llegaba como equipo mejor rankeado al encuentro frente a Ole Miss (8 y 7 de la nación, respectivamente), pero fue sin dudas una sorpresa que el equipo de la Big XII se impusiera ante el de la SEC, y sobre todo en la manera en que lo hizo, 21-7 para los Bears sobre los Rebeles en el Sugar Bowl. Es cierto, muchos cuestionarán la decisión de Matt Corral de jugar, que finalmente debió salir por lesión apenas comenzaba el juego, pero no quita méritos a este programa que sigue dando buenas señales.
Los de Texas se impusieron a partir del juego terrestre donde corrieron sobre la línea defensiva de los Rebels a su antojo, limitando al QB Bohanon a convertirse en un espectador de lujo. En defensa fueron oportunitstas para generar turnovers ante un QB alternativo, pero también para limitar rápido el juego terrestre de Ole Miss. Tremenda victoria para empezar a pensar en lo que será el 2022.
Los Spartans volvieron en el último cuarto para imponerse 31-21 ante los Panthers en el Peach Bowl. El juego estuvo sin dudas marcado por la ausencia de las dos grandes estrellas ofensivas de cada uno de los programas, el QB Kenny Picket de Pitt, y el RB Kenneth Walker de Michigan State. Así todo, en los últimos 15 minutos los Spartans lograron dos drives largos y un pick six para sumar 21 puntos y sellar el tramite del juego.
El resultado se explica, mas allá de lo ocurrido en los últimos minutos, en los errores ofensivos (y aciertos defensivos) de los Panthers, que perdieron un fumble con devolución para anotación, además del pick six ya mencionado. 14 puntos para una defensiva son demasiados puntos, y ese fue el determinante del juego. Los de Michigan se van con un sabor dulce esta temporada en donde pelearon palmo a palmo por la Big10, y encima se llevaron uno de los Bowls más importantes de año nuevo.
Economista de carrera, escritor por pasión. A los diez años mi viejo me regaló la 13 de Dan Marino y desde entonces el aqua y naranja corre por mis venas. Después de algunas temporadas de amor/odio, el deporte se convirtió en casi una obsesión. Me encanta analizar los Xs & Os y puedo invertir fácil 20 minutos de mi día mirando una sola jugada.