Desde que Joe Burrow dejó la universidad luego de la campaña 2019 en la que obtienen la marca de 15-0 en el que fue, para muchos, el mejor equipo de la historia del College Football, LSU no había podido conseguir un reemplazo que le permita seguir compitiendo al máximo nivel. No fue sino hasta que Brian Kelly tomo las riendas y le dio un aire nuevo al equipo.
Primero probaron con Myles Brennan, quien ya se encontraba en el equipo antes de que Burrow se transfiera desde Ohio State. En la temporada 2020, Brennan inició los primeros 3 juegos de la campaña, consiguiendo un récord de 1-2, lanzó para 1.112 yardas y 11 TDs, pero una lesión abdominal lo mantuvo fuera por el resto de la campaña. Sus suplentes ese año no dieron la talla, alternando el head coach Ed Oregon entre TJ Finley y Max Johnson, y consiguiendo un récord de 4-3, sin poder asentarse y sin poder ocupar el puesto de quien estaba destinado a ser el futuro líder de LSU.
En 2021, nuevamente Brennan se lesionó antes de comenzar la temporada y fue Johnson quien hizo las veces de titular, pero LSU siguió sin poder recuperar fuerza, terminando el año 6-6 y perdiendo ante Kansas State el Texas Bowl. Fue luego de esta temporada que el nuevo HC del equipo, Brian Kelly, anunció que, de cara al 2022, el nuevo QB sería Jayden Daniels, quien acababa de llegar luego de transferirse desde Arizona State.
There is no better player in the country than Jayden Daniels.
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85 yards TO THE HOUSE. The moment. pic.twitter.com/e0ug9gYr1E
Jayden Daniels es un QB nacido el 18 de diciembre del 2000, en San Bernardito, California. Comenzó su carrera en el secundario Cajon, de su ciudad natal. Con 1.93 mts y 95 kilos, Jayden siempre fue un mariscal de los denominados dual threat, pudiendo atacar tanto con su brazo como con sus piernas a las defensas rivales. Su físico y sus habilidades eran tales que fue considerado un prospecto 4 estrellas saliendo del secundario, algo que le valió recibir 19 ofertas de universidades, incluidas algunas de las mejores del país, como son Georgia o Alabama. Luego de 5 visitas, Daniels decidió su futuro y se inclinó por Arizona State, algo llamativo, ya que no era una universidad grande ni con un programa de football muy fuerte, pero participa en la Pac 12, por lo que la competencia iba a ser alta.
En su año freshman, disputó 12 juegos, lanzando para casi 3.000 yardas y 17 TDs, con tan solo 3 intercepciones, mientras que por tierra agregó 355 yardas y 3 TDs. Daniels venía cumpliendo con las expectativas puestas en él, pero su carrera se vio parcialmente interrumpida en 2020 cuando, debido al COVID, Arizona State solo disputó cuatro encuentros, aunque le alcanzaron para seguir demostrando todo su talento, alcanzando las 700 yardas por aire, sumando 223 por tierra y llegando a los 9 TDs totales. El 2021 fue su peor año por aire, ya que en 13 juegos no alcanzó las 2.400, y tuvo 10 TDs pero también 10 INTs, aunque fue su mejor por tierra, con 710 yardas y 6 TDs.
Previo a decidir por Arizona State, el QB había recibido una oferta de LSU, pero las ganas de adquirir tiempo en cancha lo hicieron inclinarse por otra universidad. Luego de la ida de Ed Orgeon y la llegada de Brian Kelly, Daniels buscó un desafío para su carrera y un equipo que lo prepare mejor de cara a la NFL, el sueño máximo de su carrera. En palabras del mismo jugador, en una nota con medios de LSU, dijo: "Decidí transferirme porque es lo mejor para mí y mi futuro, poder competir contra los mejores en la mejor conferencia del football colegial. Elegí venir acá porque quiero estar rodeado de talento".
En su primer año en LSU, pero ya su cuarto a nivel colegial, fue titular desde el primer momento, y disputó 14 juegos, lanzando para más de 2.900 yardas y 17 TDs, con solo 3 INTs. Por tierra agregó 885 yardas y 11 TDs, mostrando que sus pies eran una amenaza muy seria cuando la línea ofensiva le ganaba tiempo de lectura. Inclusive esta campaña se dio el lujo de recibir un pase por primera vez en su carrera que terminó en anotación.
Teniendo fresco en la memoria el recuerdo de Joe Burrow y como su paso por LSU lo impulsó a tal punto de, no solo ganar el Heisman y el campeonato nacional, sino ser seleccionado con el primer pick en el draft 2021, Daniels buscaba algo similar para su carrera deportiva, y por ahora, va en el camino correcto.
Lo primero a aclarar es como se compone la votación para que un jugador sea erigido con el trofeo: hay 3 categorías de votantes habilitados, siendo el primer grupo 870 periodistas, divididos en seis regiones del país, siendo 145 de cada una. Con esto se busca tener la mayor neutralidad y la mayor cobertura posible de territorio. El segundo grupo son los anteriores ganadores del Heisman que no sean elegibles de ganarlo nuevamente, y para el 2023 habrá 57 ex ganadores habilitados para votar. Aclaramos esto porque Caleb Williams, ganador en 2022, no podrá votar al seguir todavía en la universidad y ser elegible nuevamente. Finalmente, la empresa que auspicia el premio, Nissan, tiene un voto y lo reparte entre los fanáticos, mediante encuestas que realizan ellos. Cada grupo vota a sus 3 candidatos, ordenándolos en un podio, y dependiendo la posición en la que uno es votado, es la cantidad de puntos que recibe.
En las encuestas, que como bien sabemos no son nada seguro, así como en las casas de apuestas de Estados Unidos, Jayden Daniels se encuentra junto a Michael Penix Jr como líderes y favoritos a hacerse con el Trofeo Heisman. El QB de LSU comenzó el año sin ser considerado, pero a base de buenos resultados y magnificas actuaciones individuales se hizo un lugar entre los máximos candidatos.
The only player in college football history with 12K and 3K
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That. Kid. Jayden. pic.twitter.com/5WFubG5ffe
Pasados 10 juegos en la temporada, teniendo aún algunos juegos pendientes, Daniels cosechó más de 3.100 yardas por aire, siendo el tercer máximo pasador de la nación, y más de 900 por tierra, primero entre los mariscales de campo. No solo son los mejores números de la carrera del ex ASU, sino que todavía los puede mejorar. En ningún juego este año pasó para menos de 200 yardas, superando las 250 en 9 de 10 partidos. Por tierra fue el líder del equipo en 4 de los 10 encuentros, superando las 200 la última semana frente a Florida. A su carrera le suma el récord absoluto de ser el único jugador en la historia del College Football en haber tirado más de 12.000 yardas por aire y correr para 3.000 yardas.
Todo hace parecer que LSU tendrá un nuevo ganador del Trofeo Heisman, para seguir sumando a su legado y para mantenerse como uno de los programas más fuertes del football colegial y que un equipo de la NFL el año que viene se hará de los servicios de Jayden Daniels, un QB dual threat, capaz de lastimar tanto con sus brazos como con sus piernas, y que, de acá al Draft 2024 solo lo veremos escalar en los rankings. ¿Será un pick de 1.ª ronda? Muchos equipos estarán atentos al devenir de este joven talento que llegó para revolucionar el deporte
Estudiante de Periodismo con orientación en Deportes. Cubre la NFL desde el 2020. Jugador de Football Americano y Flag Football desde el 2016. Miembro de Football de Primera, encargado de la cobertura de las distintas ligas del deporte en Argentina.
