2023 ha sido un año lleno de acontecimientos, victorias y controversias en Michigan. Hoy poseen un inmaculado récord de 9-0, pero a principios de año, recibieron un aviso de la NCAA sobre acusaciones de violaciones de reclutamiento y emitió una declaración de que Jim Harbaugh, a pesar de sus propuestas de la NFL, se quedaría en Ann Arbor este año, aunque autoimponiéndose un castigo que lo mantendría lejos del sideline para empezar la temporada.
A partir de ahí, las cosas se volvieron más extrañas. Vimos un asistente despedido por “delitos de acceso a ordenadores de computadora” y otro miembro del personal de entrenamiento, que resultó ser hijo del legendario entrenador Bo Schembechler, que renunció tres días después de ser contratado debido a su cuestionable actividad en las redes sociales.
Michigan ha seguido su camino próspero en el campo a pesar de todo el caos. Sin embargo, el último escándalo ha sido el que más distrae: la Universidad de Michigan está siendo investigada por la NCAA por supuestamente robar señas de sus oponentes utilizando “métodos prohibidos” por el organismo rector, un cargo al que el programa le ha restado importancia.
NEW: NCAA investigation into Michigan's alleged sign stealing operation includes a low-level staffer with a military background. Sources said NCAA enforcement is seeking access to the computer of analyst Connor Stalions as part of the investigation. https://t.co/cyacgdrSe8
— Pete Thamel (@PeteThamel) October 20, 2023
La Big Ten, conferencia en la que juega Michigan, y la NCAA, afirman que Michigan utilizó una “vasta red” de personas para grabar los sidelines de futuros oponentes, tanto dentro como fuera de la conferencia, a lo largo de las últimas tres temporadas.
Michigan y su entrenador en jefe, Jim Harbaugh, niegan tener conocimiento del presunto plan. La Big Ten le prohibió a Harbaugh estar en el sideline durante los partidos de Michigan por el resto de la temporada regular, aunque podrá trabajar con sus jugadores durante la semana. La suspensión fue una gran noticia en el mundo del College Football, ya que Michigan es un candidato a ganar el Campeonato Nacional esta temporada y Harbaugh es una de las personalidades más importantes del deporte.
La respuesta corta es un gran y rotundo NO. Con algunas salvedades.
A diferencia de la NFL, en el football universitario no existe un sistema de comunicación radial entre entrenadores y jugadores. En lugar de llamar jugadas a través de unos auriculares en el casco del QB, el personal se comunica con sus jugadores a través de señales y gráficos en el sideline. Si un oponente puede decodificar esas señales, tendrá una ventaja enorme.
En el frenético y multimillonario mundo del football universitario, intentar decodificar las señales de un equipo contrario es parte de la vida cotidiana. Los equipos asignan personal para revisar lo que se conoce como “coaches film” o video All-22 de los oponentes en el período previo a cada semana, además de evaluar la “transmisión de televisión” del partido para tratar de descifrar las señales del rival. Durante los encuentros, los equipos compararán sus notas previas al partido con lo que ven en el sideline contrario para confirmar si han descifrado el código o no.
El robo de señas en la semana previa al partido y durante el partido en sí es parte del “juego dentro del juego”. Sin embargo, lo que está prohibido según la legislación de la NCAA es el scouting avanzado en persona.
En la década de los 90, la NCAA le prohibió a las escuelas enviar miembros del personal a los partidos de futuros oponentes. Los miembros del personal de la escuela ya no pueden asistir a los partidos de futuros oponentes en su calendario, donde pueden tener una mejor visión del sideline rival. Grabar en video las señales de otro equipo está prohibido tanto por la legislación de la NCAA como por la de la Big Ten.
The lawyer for Connor Stalions, who is no longer employed by the Michigan football program, has issued a statement claiming that Jim Harbaugh was unaware of whatever he was doing. https://t.co/Lqg6DSIxPH
— ProFootballTalk (@ProFootballTalk) November 4, 2023
Se alega que el plan fue orquestado por Connor Stalions, miembro del personal de Michigan, un capitán retirado de los Marines de Estados Unidos que trabajaba como analista de reclutamiento para la escuela.
Stalions es un hincha fanático de Michigan de toda la vida que presentó un texto de 600 páginas llamado “Manifiesto de Michigan” a la escuela antes de ser contratado como voluntario. Se unió al personal de tiempo completo antes de la temporada 2022.
Las revisiones de imágenes de televisión han mostrado a Stalions de pie junto a los coordinadores de Michigan durante varias temporadas, sosteniendo una copia laminada de los carteles rivales.
Otras escuelas de la Big Ten le dijeron a ESPN que tenían pruebas de que las entradas compradas a través de una aplicación de terceros se compraron bajo el nombre de Stalions. Se compraron boletos para juegos contra futuros oponentes de Michigan en la línea de 50 yardas, el punto de vista ideal para ver las señales de los equipos.
Sin embargo, en una declaración proporcionada por su abogado, Stalions dijo que ningún miembro del cuerpo técnico de Michigan, incluido Harbaugh, tenía conocimiento de infracción de reglas o conducta inapropiada con respecto a la exploración avanzada.
La defensa de Michigan es entonces sencilla: Stalions fue un actor solitario que abandonó el programa. Además, todos los equipos lo están haciendo. Michigan otorgó pruebas a la Big Ten el 7 de noviembre que alegaban que Ohio State, Rutgers y Purdue habían conspirado para robar señales de los Wolverines en un esfuerzo coordinado. Michigan alega que un ex entrenador de Purdue les envió el documento que mostraba sin dudas la existencia de ese plan.
Michigan announces that coach Jim Harbaugh will serve a three-game suspension from the Big Ten and the conference will end its investigation into a sign-stealing scheme as part of an agreement to resolve the school’s lawsuit against the league. https://t.co/hEC8lv1rlX
— NBC News (@NBCNews) November 17, 2023
Esto no va a terminar pronto. La investigación de la NCAA sobre las acusaciones aún está en curso. Pero como parte del acuerdo entre Michigan y la Big Ten, la conferencia abandonará su investigación.
Eso significa que Jim Harbaugh no estará en el sideline el sábado cuando su equipo busque su victoria número 1.000 en la historia de la escuela, o el sábado siguiente cuando juegue en el partido de rivalidad más grande del football universitario, contra el No. 3 Ohio State, con un viaje al Campeonato de la Big Ten en juego.
El pase a los Playoffs se definirá en esas dos semanas entrantes, por lo que estaremos atentos a cualquiera de las resoluciones tomadas por la NCAA.
Periodista, analista y relator de Rosario, Argentina que cubre el football americano profesional y colegial en No Huddle, Mundo NFL, NFL GamePass y DAZN.