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Con una temporada perfecta de 8-0 y un balance impecable de 5-0 en la conferencia, BYU está consolidado su liderazgo en la Big 12. Este desempeño está impulsando a los Cougars a la cima de las clasificaciones y los coloca como serios candidatos para disputar el campeonato. No obstante, el cierre de la temporada traerá un calendario exigente, y las dudas giran en torno a cuántas victorias necesitarán asegurar su puesto en el campeonato.
Un récord invicto de 4-0 en los últimos cuatro juegos garantizaría a BYU su clasificación para el campeonato de la Big 12. Este escenario, en el cual BYU terminaría la temporada 12-0, les permitiría no solo liderar la conferencia, sino también aspirar a una posición privilegiada en los College Football Playoffs. La defensa de los Cougars está demostrando ser sólida, mientras que su ofensiva, liderada por el mariscal de campo Jake Retzlaff, muestra una evolución y se ha vuelto una de las más eficientes de la conferencia, especialmente en zona roja.
Sin embargo, este camino perfecto no será fácil. A pesar de su dominio en juegos importantes, BYU se enfrentará a oponentes peligrosos como Iowa State y Kansas State, quienes también luchan por un puesto en el juego de campeonato. En la última jornada, Iowa State y Kansas State jugarán entre ellos, y el resultado podría determinar el rival de los Cougars en el campeonato, en caso de que mantengan el invicto.
Diferentes estadísticas proyectan que BYU podría terminar 11-1. Este escenario también podría asegurar su lugar en el campeonato, aunque dependería de los criterios de desempate. En estos casos, la ventaja de BYU reside en su victoria previa sobre Kansas State, un triunfo que podría darles el pase en posibles empates múltiples con otros equipos de alto rendimiento como Iowa State y Colorado.
Si el desenlace incluye un empate entre BYU, Iowa State y Colorado, los Cougars tendrían una ligera ventaja, y en caso de una igualada entre cuatro equipos, un posible escenario sería una revancha entre BYU y Kansas State en el campeonato. Con 3-1 en el cierre de la temporada, BYU estaría en una posición fuerte, aunque con menos margen de error en los últimos juegos.
Si BYU cierra con un récord de 2-2, la clasificación se complica, y dependerían de resultados externos. En este escenario, necesitarían que algunos de los contendientes, como los ya mencionados Iowa State y Kansas State, pierdan inesperadamente en noviembre, lo que les permitiría mantenerse en la contienda. Aunque el equipo se ha mostrado resiliente ante adversidades, este tipo de resultados al final de la temporada podrían poner en riesgo el excelente trabajo de la universidad con sede en Utah y sus aspiraciones de playoffs.
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— BYU FOOTBALL (@BYUfootball) October 30, 2024
Además, la clasificación con un récord 2-2 afectaría su estatus en los rankings nacionales. Los Cougars han alcanzado una histórica racha de 8-0, incluyendo importantes victorias como visitantes frente a Baylor y UCF, en donde, pese a ser los no favoritos, se impusieron con autoridad. Este récord les otorga un prestigio que podría verse comprometido si no logran mantener un rendimiento alto en el cierre.
La sólida temporada de los Cougars está haciendo que los analistas los vean como favoritos para el título de la conferencia. De acuerdo con el algoritmo SP+ de ESPN, BYU tiene un 34% de probabilidades de ganar la Big 12, superando a Kansas State (30%) e Iowa State (27%). Estas cifras reflejan el potencial que tiene el equipo para llegar a la final y competir por el campeonato. Además, las proyecciones indican que, si siguen el ritmo actual, también podrían ser serios contendientes en los College Football Playoffs.
Con Jake Retzlaff mejorando en cada partido y una defensa que se mantiene firme, los Cougars tienen una excelente oportunidad para consolidarse como uno de los equipos más fuertes en la Big 12. A medida que se acerca la recta final, el equipo no solo busca asegurar su lugar en el campeonato, sino también demostrar que su rendimiento no ha sido casualidad. Para ello, deberán seguir enfocándose en su juego, evitar las lesiones y mantener la constancia en ambos lados del campo.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.
