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El College Football está en una de las temporadas más ilógicas de las que se tenga memoria reciente. Las derrotas sorpresivas están a la orden del día y la ampliación de los Playoffs ha permitido que algunos equipos que no estaban en el radar se conviertan en protagonistas.
Tal es el caso de Indiana. En la primera campaña de Curt Cignetti, el entrenador ha cambiado completamente la filosofía de un programa que ha fracasado casi de manera constante en poner un buen producto dentro del emparrillado. Los Hoosiers han sido una de las historias bonitas de esta campaña, llegando invictos al último fin de semana.
¿Quién fue finalmente el equipo que pudo vencerlos? Ni más ni menos que el máximo verdugo que tiene la Big Ten: Ohio State. Año a año, no importa cuál sea el programa que ha concatenado victorias y buenos rendimientos, son los Buckeyes quienes demuestran que han sido el programa más consistente de la conferencia, salvo algunos casos especiales como el de Michigan la campaña pasada.
Fue 35 a 18 la victoria de los de Ryan Day durante un sábado de fútbol americano colegial que tuvo varias sorpresas. Los Buckeyes no dejaron en ningún momento, por fuera de un pequeño tramo en el principio del partido, sumarse a la buena cantidad upsets de la jornada, y lograron un triunfo que los pone en una posición de controlar su destino para llegar a la final de la conferencia.
La defensa de Ohio State limitó a Indiana a tan solo 68 yardas por aire y 83 yardas netas por tierra, estableciendo una marca interesante: es la primera vez en este siglo que un equipo clasificado en el Top 5 del AP permite tan pocas yardas en ambas categorías durante un partido de temporada regular.
A pesar de los esfuerzos de Indiana, liderados por el mariscal de campo Kurtis Rourke, los Hoosiers tuvieron serias dificultades para mover el balón. Rourke terminó con un desempeño modesto de 8 pases completados en 18 intentos para 68 yardas, sin anotaciones y un QBR de 42.6. En el ataque terrestre, Ty Son Lawton fue el punto más brillante con 79 yardas y dos touchdowns en 15 acarreos, pero los números negativos de otros jugadores, incluidos los -33 yardas de Rourke, logrados gracias a la constante presión de los Buckeyes, redujeron considerablemente el total del equipo a 85 yardas netas y un promedio de apenas 2.1 yardas por acarreo.
Por otro lado, el sólido desempeño de Ohio State en ambos lados del balón dejó pocas oportunidades para Indiana. La defensa de los Buckeyes dominó las trincheras y mantuvo a los Hoosiers bajo constante presión, mientras que su ataque capitalizó las oportunidades necesarias para asegurar la victoria. Con este triunfo, Ohio State no solo reafirma su lugar entre los mejores equipos del país bajando a uno de los pocos invictos que quedaban, sino que también envía un claro mensaje de cara a la lucha por las siembras de los Playoffs.
Técnico Superior en Periodismo. Cubre la NFL desde 2018. Co-Founder, CEO y Director Periodístico de No Huddle, el medio más grande de fútbol americano en Sudamérica. Conduce Mates y Football y es editor principal de la página web.
