Desde el año 2020, el sur estadounidense ha llamado la atención de todos los fanáticos del College Football. A pesar de que equipos de la SEC (la otra conferencia bien establecida en el sur) ganaron cuatro de los últimos cinco campeonatos nacionales, la Sun Belt Conference logró establecerse como una conferencia de renombre y peso en materia deportiva, pero ¿por qué se dio esto?
Debemos comenzar con el evento catalizador de esto, que fue el realineamiento de la FBS a partir del 2021: Oklahoma y Texas anunciaron su partida a la SEC en julio; la Big 12 arregló para septiembre los reemplazos de los Sooners y Longhorns con tres equipos de la American Athletic Conference (Cincinnati, Houston y UCF) y BYU; La AAC, por su parte, perdió tres equipos insignia de la conferencia y los únicos (junto con Memphis y Temple) en ganar el título de la liga, y para reemplazarlos miró hacia la Conference USA.
Se anunció el 21 de octubre que Charlotte, Florida Atlantic, North Texas, Rice, UAB y UTSA irían a la AAC para revitalizar la conferencia. La C-USA perdía a tres equipos (FAU, UAB y UTSA) que habían logrado para 2022 los últimos seis campeonatos de conferencia. Con la incertidumbre que la C-USA traía puertas adentro tras perder casi la mitad de sus miembros, la Sun Belt se movió de manera rápida y eficaz, y solamente ocho días después se había asegurado a Marshall, Old Dominion y Southern Miss. Una semana más tarde, el 5 de noviembre, se aprobó la subida de James Madison de FCS a FBS.
Teniendo como partida la temporada 2020, meses antes del comienzo del realineamiento, y habiendo visto el panorama general de las otras conferencias (especialmente la American y la C-USA del Group of Five), ¿Qué hace que la Sun Belt destaque por encima, incluso, del Power 4?
Para la temporada 2024 del College Football, la Sun Belt será una de dos conferencias en todo la Division I (única en FBS, la otra siendo la SWAC de FCS) en poseer divisiones, dado que tanto la Big Ten, MAC y SEC eliminaron sus divisiones por distintos formatos de calendarios.
La MAC pasará a un sistema de bombos, para asegurar a cada equipo dos rivales fijos de la conferencia anualmente (las tres universidades de Michigan [Central, Eastern y Western] serán rivales fijos entre sí asegurándose mantener el Michigan MAC Trophy); la Big Ten tendrá 12 rivalidades fijas y un calendario rotativo que permitirá a sus universidades jugar al menos una vez de local y visitante contra los otros equipos y no más de tres veces ante la misma institución en un plazo de cinco años; y por último, la SEC sigue sin poseer un sistema fijo, pero aplicará una especie de 1+7 (un rival fijo y siete rotativos) para las temporadas 2024 y 2025.
Habiendo explicado las razones de las otras conferencias, ¿qué hace interesante que la Sun Belt mantenga las divisiones? El aspecto geográfico y territorial. Por el lado del aspecto geográfico son las distancias abarcadas por la conferencia, que entre los dos extremos de esta —James Madison y Texas State— hay más de 20 horas vía terrestre o seis vía aérea de distancia.
Económicamente, esto es un peso para los departamentos atléticos de los miembros que no poseen el mismo presupuesto que grandes universidades. El hecho de que haya divisiones ayuda en que los miembros posean menos gastos de traslado; que los fanáticos puedan acceder con más facilidad a los partidos de sus instituciones; y a fomentar rivalidades regionales entre los miembros.
Con esto pasamos al siguiente aspecto, el territorial. Contamos con cuatro estados (Alabama, Georgia, Louisiana y Virginia) que cuentan con dos miembros cada uno, además de haber rivalidades fuera del aspecto intraestatal como lo pueden ser: “The Old Mountain Feud” entre App State y Marshall, ambas instituciones con sus campus ubicados en la zona de los montes Apalaches; o “Deeper Than Hate” entre App State y Georgia State, dado que ambas evolucionaron de colegios de maestros y cuentan con una cantidad de alumnos similar.
Pero a esto les sumamos también las rivalidades intraestatales tales como: “Battle on the Bayou” entre Louisiana-Lafayette y Louisiana-Monroe; “Modern Day Hate” entre Georgia Southern y State; “Battle for the Belt” entre South Alabama y Troy; y por último una que abarca todos los deportes como la “Royal Rivalry” (dado a sus apodos relacionados con títulos nobiliarios y referencias a la monarquía británica) entre James Madison Dukes —Duques en español— y Old Dominion Monarchs —Monarcas en español—.
La Sun Belt ha hecho que varios de sus equipos brillen en años recientes, y eso destaca mucho más el actuar de la conferencia. Si bien ninguno de sus equipos participó de un NY6 Bowl (solo el mejor campeón del Group of 5 tiene garantizado participar) aun así han dado pelea más allá de sus postemporadas.
GATA, BABY!! #HailSouthern pic.twitter.com/RRVZKStTxa
— Georgia Southern Football (@GSAthletics_FB) September 11, 2022
Por un lado, hay tanta competitividad interna que anualmente estas mismas universidades se vencen unas a otras, que si bien era el mal que poseía la Pac-12, la misma conferencia se basa en estos upsets y en estas rivalidades que se generan; y, por otro lado, en los últimos años han tenido grandes encuentros ante universidades del Power 5, tanto equipos históricos, así como universidades con gran poder económico —muy destacable en la era del NIL—. Entre estos están: (en negrita los equipos de la conferencia).
Además de esto, la conferencia en postemporada ha demostrado ser una de las más importantes: es la 4.ª conferencia con más bowls ganados con 15 (la mayor cantidad del G5), solo por debajo de la SEC, Big Ten y Big 12; la 5.ª conferencia con más bowls jugados con 28 (la mayor cantidad del G5), solo por debajo de la SEC, Big Ten, ACC y Big 12; y la 5.ª conferencia con mayor porcentaje de victorias con 0.535 (segunda del G5), solo por debajo de la Big Ten, SEC, Big 12, y Mountain West.
Varios han hablado de su visión acerca de la conferencia, su potencial y su realidad: “Somos la principal conferencia del Group of 5… Creo que la Sun Belt se ha distinguido por su consistencia dentro y fuera del campo” comentaba Charles Huff, HC de Marshall, durante los Media Days de la conferencia en el 2023.
También comentó como él ha pasado por tres de las mejores conferencias, mencionando a la NFL (Buffalo Bills), SEC (Mississippi State y Alabama) y Big Ten (Penn State), diciendo que la ventaja de estas conferencias es “que cada equipo… está en un rango muy competitivo y muy unido. No es como si tuvieras un equipo aquí que domina totalmente y luego tienes un equipo que se está construyendo o lo que sea”.
⚜️Ya sea como entrenador asistente o en jefe, Michael Desormeaux ha trabajado en la Sun Belt desde 2016 e incluso supo ganarla en 2021. Le preguntamos sobre su perspectiva del desarrollo de la conferencia desde entonces y así nos respondió:🎧 pic.twitter.com/DIscusUz3P
— No Huddle (@nflnohuddle) October 3, 2023
“Creo que de arriba a abajo, la paridad es real. Nuestra liga durante los últimos dos o tres años de realineamiento… creo que ha fortalecido dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos.”, comentaba Jon Sumrall, por entonces HC de Troy y actual HC de Tulane. Sumrall cerraba su participación diciendo que estos eran las razones por las que estaban en una posición para elevarse y ser considerados como la conferencia más fuerte del Group of 5.
Con los playoffs expandidos, las posibilidades para la conferencia crecen enormemente, según el comisionado de la liga, Keith Gill. “Esperamos ser la mejor conferencia no-autónoma —término correcto para referirse al Go5— en la FBS y obtener un lugar en un NY6 Bowl o en el CFP… Esos son nuestros máximos objetivos cada temporada, y no rehuiremos a esas grandes expectativas” cerraba.
🦁Shawn Elliott se desempeña como entrenador en jefe de Georgia State desde 2017 y volvimos sobre la pregunta realizada a Desormeaux, para obtener otra perspectiva sobre el crecimiento de la conferencia. pic.twitter.com/vStqASOlVA
— No Huddle (@nflnohuddle) October 3, 2023
También tuve la oportunidad de hablarlo con dos entrenadores que durante la pasada temporada dieron su voz. Michael Desormeaux, HC de Louisiana, nos dijo "… fuimos por lugares. No fuimos por mercados de medios, fuimos por tradición, por equipos que son históricos ganadores.”; mientras que Shawn Elliot, HC de Georgia State, planteaba: “Tenemos un gran grupo de entrenadores… grandes mentes ofensivas y defensivas… y vuelve a la gente queriendo estar en la conferencia.”
La liga realmente tiene mucho para ofrecer. Si bien no cuenta con las rivalidades más destacadas (para eso váyase a la SEC con el “Iron Bowl” o a la Big Ten para el “The Game”), ni los programas con más renombre, la conferencia ha estado (y diría incluso sobrepasado) el nivel propio y ajeno (incluso de la casi difunta Pac-12).
Al momento de expandirse (tanto hace dos temporadas como en 2014) la conferencia no buscó mercados televisivos como su principal competidor por el trono (la American trajo universidades de Houston [Rice], Denton parte del Dallas-Fort Worth metroplex [North Texas] y Boca Ratón, parte del área Metropolitana de Miami [FAU]). La Sun Belt busco equipos no solo con identidad propia, sino que hagan a los propios fanáticos interesarse en ella.
After a miraculous last play victory against Troy, App State students have RETURNED to the duck pond for celebration. pic.twitter.com/iL6h5LKgiF
— Will Hofmann (@will_hofmann) September 17, 2022
Catalogada como la Fun Belt en un artículo de SB Nation, las tradiciones de esta conferencia traspasan fronteras. En el mencionado artículo, Joseph Acosta cierra de la siguiente manera: “En su pico, el College Football es acerca de los momentos divertidos… Las rivalidades, la pasión de los fanáticos… Se siente como si la Sun Belt realmente logró eso…”
Al final de todo lo deportivo es un hecho importante, pero sin la pasión y cariño de los hinchas por sus equipos, rivalidades y atmosfera no valdría nada, y eso es lo que hace a la Sun Belt brillar. El College Football es lo más, aunque sea remotamente, parecido al fútbol sudamericano en el mundo, y que sea tan cuidado (a pesar de ciertos movimientos estos últimos años) en un país tan individualista y donde la ganancia económica va primero, habla de lo significativas que son las tradiciones. Miremos más Sun Belt, que lo menos que va a pasar es aburrirnos.
Estudiante de la Tecnicatura Superior Universitaria en Periodismo Deportivo de la Universidad Nacional de La Plata. Redactor de Football Americano desde el 2020 (principalmente NFL), y editor en No Huddle desde 2023.