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El cambio de era en Texas Longhorns ya es un hecho. Con la salida de Quinn Ewers rumbo a la NFL, Arch Manning se prepara para tomar el control de la ofensiva en 2025. Sin embargo, antes de dar ese paso, el joven mariscal recibió un mensaje especial de su predecesor.
En una reciente entrevista con ESPN, Manning reveló la conversación que tuvo con Ewers en el vestuario tras la derrota ante Ohio State en las semifinales del College Football Playoff. "Estaba con Quinn en el vestuario y me dijo: ‘Disfrutá cada momento. Se pasa rápido, así que queré a tus compañeros y divertite’", contó Manning.
Para el heredero de la dinastía Manning, esas palabras no fueron solo un consejo, sino un recordatorio de lo efímera que puede ser la carrera universitaria. Ewers, quien pasó dos años en Texas tras iniciar su carrera en Ohio State, entendió que cada instante en el college football es invaluable.
"I kinda wanted to bring Texas back."
— ESPN College Football (@ESPNCFB) January 30, 2025
Arch Manning sat down with @MartySmithESPN to talk @TexasFootball, which family member his game is most like and his college experience so far 🤘 pic.twitter.com/KxuDhb7uPi
El camino de Manning hasta este momento fue de paciencia y aprendizaje. A pesar de ser uno de los prospectos más codiciados en su generación, el joven quarterback pasó dos temporadas detrás de Ewers, absorbiendo el sistema y preparándose para el momento en que le tocara liderar a los Longhorns.
Ahora, con Ewers en camino a la NFL, Manning tiene la responsabilidad de mantener a Texas en la élite del fútbol universitario. Si bien su linaje (nieto de Archie y sobrino de Peyton y Eli Manning) genera expectativas altísimas, el joven mariscal trabaja en silencio para demostrar que su apellido no es lo único que lo define.
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La salida de Ewers marca el inicio de un ciclo en el que Texas dependerá del talento de Manning para sostener el nivel competitivo que los llevó al College Football Playoff. Con una ofensiva bien estructurada y un equipo lleno de talento, la transición parece estar en buenas manos.
Manning, que llegó a Texas con la promesa de devolver el programa a la cima, ahora tiene la oportunidad de cumplir con esa expectativa. La pregunta ya no es si está listo para el reto, sino qué tan alto podrá llevar a los Longhorns en su primer año como titular.
Lic. en Relaciones Internacionales. Redactor y columnista para varios medios. Apasionado de la NFL y del College Football. Editor en No Huddle a partir de 2024.
