Uno de los trabajos más ingratos en la NFL es sin duda el de coordinador defensivo, más aún en la actualidad, en donde las ofensivas siempre están innovando y se vuelven casi indefendibles. Incluso desde la misma reglamentación, la liga favorece las grandes atrapadas, los increíbles touchdowns, y en general las jugadas en ataque.
Un ejemplo claro de esta innovación, que en realidad es un retornar a las raíces del football, es la manera en que los coordinadores ofensivos están volviendo a utilizar el juego de carrera como base principal de su ataque.
Un poco de historia
Corría el final de la temporada 2017, y los Bears anunciaban el despido de su entrenador en jefe John Fox tras dos temporadas nefastas para la franquicia de Chicago. Con Fox se acababan en la liga las ofensivas comprometidas con el ataque terrestre como arma principal.
Desde hace varias décadas la liga ha ido mutando, y ese cambio hablando en términos ofensivos dio como resultado que el peso del ataque, y la mejor manera de ganar yardas y anotar puntos, sea con jugadas de pase. Esto, claro está, salvo pocas excepciones como los Broncos de la temporada 1998, o los Vikings de inicios de la pasada década.
El sin embargo a esta realidad se daría con el ascenso de las nuevas mentes ofensivas de la NFL: Sean McVay en los Rams, Kyle Shanahan en los 49ers, Matt LaFleur en Packers, John Harbaugh con los Ravens, quien adaptó su sistema a las características de su QB, como el caso de Josh McDaniels y Cam Newton en los Patriots. Además, podemos citar a Arthur Smith, OC de los Titans, y el flamante HC de los Browns, Kevin Stefanski.
Los mismos están retomando el juego de carrera como pieza fundamental en su ataque, pero además están evolucionando los sistemas de acarreo antiguos y previsibles para dar paso a una nueva forma de concebir un ataque imparable. Esto gracias a varios recursos importados e incluidos al juego de carrera como movimientos pre snap, uso de carreras zonales, jet sweeps, y el siempre confiable playaction, con infinitas variables y posibilidades en diseño de jugadas.
Los datos
No es casualidad que en la NFL actual los equipos con ataques terrestres dominantes sean también aquellos que más éxito están teniendo. Para confirmar esta tendencia podemos recurrir a la estadística que nos brinda la web Team Rankings: los equipos que utilizan en mayor porcentaje el juego de carrera en los partidos, son los mismos que aparecen en el top de puntos anotados, y en muchos casos también lo respalda el récord y las victorias conseguidas hasta la semana cinco.
Por ejemplo, Cleveland es el segundo equipo que en más ocasiones corre con el balón con 34,4 intentos por partido, que corresponde a un 51,65% de todas las jugadas llamadas por Stefanski. Esta utilización de sus corredores, Chubb y Hunt, ha llevado al equipo a ubicarse como el cuarto mejor en puntos anotados con un promedio de 31,2 puntos por partido, y a un récord 4-1 que lo ubica en lo alto en la AFC Norte.
Otro caso es el de Green Bay, que figura noveno en llamando jugadas de carrera con un promedio de 28,9 por juego, equivalente a un 45,59% de veces en que LaFleur usa a sus RBs, es decir casi la mitad de las ocasiones en que Aaron Rodgers salta al campo, la jugada es un acarreo. Los Packers se ubican como la ofensiva más prolífica de la NFL con un promedio de 38 puntos por partido, y marchan primeros e invictos en la NFC Norte.
Ambos HCs provienen de un misma filosofía y coaching tree ofensivo, que tiene como máximos representantes a Mike Shanahan y Gary Kubiak, pero, ¿qué sucede con los entrenadores que han adoptado este tipo de ataque en su equipo, es decir, aquellos que no tienen tras de sí una influencia fuerte en el uso del juego de carrera? Para ello tomemos como ejemplo a los Ravens.
El equipo de Harbaugh promedia 28,8 intentos de carrera por juego, correspondiente al 48.98%, este porcentaje lo sitúa como la franquicia número cinco en basar su ataque en el acarreo del ovoide. Esto sirvió para que la ofensiva liderada por Lamar Jackson sea la octava mejor en puntos por partido con 29,8. Y junto con Cleveland, los Ravens poseen un récord 4-1 en su división.
Casos y casos
Así podríamos citar más ejemplos, la mayoría a favor de este retorno a los conceptos heavy run, no obstante, tampoco podemos cegarnos al hecho de que en la NFL hay muchas formas de ganar, y también de perder. Casos concretos de ambas realidades son los Kansas City Chiefs, Reid siempre se ha caracterizado porque sus ofensivas son muy enfocadas en el juego aéreo. Y de manera contraria no podemos dejar de nombrar a los 49ers, donde su ofensiva, sea por lesión o cualquier otro motivo, no ha demostrado aquella efectividad del año pasado.
De una forma u otra, es bueno tener varias tendencias y filosofías al momento de saltar al emparrillado, esto hace que nosotros como fans disfrutemos domingo a domingo del deporte, de sus variantes, de sus ricos conceptos tácticos, sus innovaciones y en general del football americano bien jugado.
Colaborador, analista y redactor. Antes participé en NFL Vavel y como invitado en los podcast Frozen Tundra y GoPackGoMx. En 1996, por pura casualidad, sintonicé el Super Bowl XXXI. Los Green Bay Packers levantaban el Vince Lombardi de la mano de Reggie White, Brett Favre y Mike Holmgren contra New England Patriots. A partir de allí, nunca más quise alejarme del football americano y es todo un privilegio para mí contribuir en la cobertura en español de este hermoso deporte.