Habiéndose disputado la mayoría de los encuentros de la Semana 8 (queda pendiente el choque de Monday Night entre Giants y Buccaneers), en No Huddle te traemos aquellos equipos que, para nosotros, fueron los grandes ganadores de esta jornada.
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¿Quién iba a pensar que el jovencito Joe Burrow lograría llevar a sus compañeros a una victoria frente a los Tennessee Titans? Si bien es cierto que en semanas anteriores, cuando su línea le pudo brindar algo de protección, la última elección #1 del draft demostró de lo que era capaz, pocos o casi ninguno hubiese apostado por el equipo de Zac Taylor para llevarse el triunfo ayer. Todavía sin Joe Mixon (el juego de carrera estuvo dividido entre Giovani Bernard y Samaje Perine), Bengals redondeó una muy buena tarde y, con esta victoria, no sólo salió de la mala racha de tres caídas al hilo que llevaba, si no que también se van a la bye week con una mejor cara.
Partido feo, de esos que son "difíciles de ver". Aunque a veces pueden sorprender y terminar siendo grandes encuentros, en la previa, este duelo entre Carson Wentz y Ben DiNucci no prometía demasiado, pero el adicional de ser un duelo entre rivales divisionales sí podía llegar a aportar un poquito de picante a la cuestión, porque siempre entran en juego otras cosas. Esta vez, los que aprovecharon un encuentro de pocas luces fueron los Eagles, quien con Wentz y sus altibajos (dos TD y dos INT) tuvieron más de lo que pudieron esperar los Cowboys de su rookie, que se vio repentinamente como titular tras las lesiones de Prescott y Dalton y no parece estar muy en sintonía con sus compañeros. Valiosísima victoria para Philadelphia, que quedó como líder de la NFC Este con récord de 3-4-1.
Sólo una palabra para describir lo de ayer de Denver ante Los Angeles: triunfazo. ¿Por qué? Porque tras un pésimo arranque, ya en el tercer cuarto del partido, llegaron a estar abajo por 21 puntos (24 a 3). Porque la resurrección del último período vino de la mano de Drew Lock, el QB que no conseguía un pase de touchdown desde el debut en Semana 1 pero que se despachó con tres para remontar en el cierre, y sobre todo porque ese último, el determinante para pasar al frente y significar la victoria, llegó cuando el reloj ya estaba en ceros y luego de un castigo de la defensiva. ¿El atenuante? Bueno, el rival no era otro que Chargers, a esta altura unos expertos en tirar a la basura partidos que tienen casi ganados.
Nota realizada por la redacción de No Huddle.