Los Kansas City Chiefs, gracias a un espectacular último cuarto donde realizaron 21 puntos consecutivos, lograron su segundo trofeo Vince Lombardi (su anterior había sido el 11 de enero de 1970, cuando derrotaron 23-7 a Vikings), al batir en el Hard Rock Stadium de la ciudad de Miami a los 49ers de San Francisco por 31-20.
En esta columna intentaré analizar cuáles fueron las claves para el triunfo del equipo dirigido por Andy Reid, que por cierto, obtuvo su primer título desde que es entrenador en jefe en la NFL.
Kansas City Chiefs tiene el mejor mariscal de la NFL
Patrick Mahomes demostró que es el mejor QB de la liga y seguramente será la cara visible de este deporte por muchos años, para no decir décadas. Dueño de un brazo privilegiado, este joven de sólo 24 años puede realizar absolutamente todo dentro de un campo de juego: desde lanzar un pase de más de 70 yardas hasta pasar el balón sin ver al receptor al cual le lanzó el ovoide (a lo Magic Johnson, comparándolo con un jugador de la NBA). En los últimos playoffs le demostró a sus críticos (aunque no lo crean hay que gente que lo discutía porque no ganaba partidos importantes) que puede cargarse en sus espaldas a toda una franquicia y aparecer cuando más se lo necesita o en la chiquita, manera en que se le llama a los últimos minutos de los partidos y donde las estrellas deben demostrar todo su potencial.
Si bien en este Super Bowl su actuación en los primeros tres cuartos no había sido deslumbrante, en el último se despachó con todo su arsenal y categoría. La jugada que cambió el rumbo del juego fue una bomba suya de 44 yardas al WR Tyreek Hill, en 3y15, cuando restaban siete minutos y los Chiefs estaban abajo en el marcador por 20-10. En ese cuarto final, completó diez lanzamientos para 140 yardas y dos anotaciones, números que lo hicieron ser el jugador más valioso del partido.
En mi opinión es muy justo que sea MVP. Muchos lo discuten, y dicen que podría haber sido Damien Williams (culminó con más 100 yardas terrestre y dos anotaciones totales), pero esas anotaciones de Williams no hubiesen existido si Mahomes no hubiese clavado ese pase a Hill.
Limitar el ataque terrestre de San Francisco
El coordinador defensivo lo de los Chiefs, Steve Spagnuolo, previo al Súper Bowl, tenía la dura tarea de planear un sistema defensivo capaz de poder parar la carrera de los 49ers. Si los Chiefs querían llevarse el titulo para el estado de Missouri, era imperioso frenar este ataque y obligar a que San Francisco te lo gane por aire.
La línea defensiva hizo un gran trabajo y cerró todos los huecos internos, obligó a que San francisco efectúe muchos lanzamientos (31 en total) y los acortó a solamente 140 yardas terrestres (en la final de Conferencia había llegado a las 285). El líder de esta línea fue el tackle defensivo Chris Jones, linero que ejecutó un partido estupendo y fue la principal causa por la cual los corredores Tevin Coleman y Raheem Mostert no pudieran realizar grandes escapadas por el medio de las trincheras. Además presionó todo el tiempo a Jimmy G y le deflectó tres pases. Con él en cancha, que se había perdido varios juegos por lesión, la defensiva de Andy Reid creció de manera exponencial y fue otra de las grandes claves del triunfo de los Jefes.
Tranquilidad y templanza ante situaciones adversas
La franquicia entrenada por Andy Reid demostró tener una gran personalidad y temple para no sucumbir ante las situaciones adversas. En los tres encuentros que disputó en estos playoffs, incluido el Súper Bowl LIV, siempre estuvieron abajo en el marcador por 10 o más puntos y con tranquilidad, paciencia y, por sobre todas las cosas, buen juego, pudieron revertir las malas y salir victoriosos de todos los cotejos. Es más, fueron la primera escuadra en la historia de la NFL en lograr semejante hazaña.
Claro está que con una ofensiva capaz de hacer muchísimos puntos en poco tiempo es más sencillo, pero para lograr eso hay tener una mente muy fría para no equivocarse en los momentos críticos y eso es una gran virtud de este equipo y demuestra gran liderazgo de Andy Reid y todo el staff de coacheo. Por el lado defensivo, en todos los encuentros hicieron los ajustes necesarios para frenar a los rivales y darle el balón a Mahomes para que con sus manos haga magia. Los lineros Chris Jones, Frank Clark y el profundo Tyraan Mathieu fueron los pilares de esta defensa y quienes produjeron la mayor cantidad de jugadas positivas en este sector de la cancha.
Sorprender por tierra
Esta fue una grata sorpresa para propios y extraños. Si uno habla de Kansas City, lo primero que se viene a la mente es el ataque aéreo. Pero en el pasado Super Bowl y ante la mejor defensiva de la liga, que venía de secar corredores de la talla de Aaron Jones y Dalvin Cook en los playoffs, pudieron establecer un ataque terrestre balanceado y lograr dos anotaciones por esta vía. Damien Willians acarreo el balón en 17 oportunidades para 104 yardas y una anotación. La otra fue con una corrida de Mahomes de una yarda en una jugada de opción, pero en la que él prefirió quedarse la pelota y llegar a la zona prometida. Robert Saleh, coordinador defensivo de los 49ers, se enfocó tanto en el juego aéreo que desprotegió las zonas cortas y fue por esos lugares donde Williams atacó y consiguio sus yardas.
Kyle Shanahan vuelve a tropezar con la misma piedra
El talentoso entrenador de San Francisco volvió a equivocarse y tener malas decisiones en momentos culmines de un Súper Bowl. Así como le paso en el LI, cuando los Falcons dejaron pasar una ventaja de 25 puntos en la segunda mitad frente a los Patriots, el joven head coach volvió a sucumbir ante la presión y no supo manejar de manera acertada tiempo de juego, que en ambas ocasiones le jugaban a favor. Cuando debían correr para descontar segundos, dejaron esta modalidad de ataque de lado e intentaron con el juego aéreo y darle la responsabilidad a Garoppolo. Este jugador, que si bien había tenido tres cuartos muy buenos, se mostró muy errático e impreciso en el final del partido. En ese lapso, el mariscal completó solo dos pases de diez lanzamientos. Así mismo, con el resultado adverso, voló de forma increíble un envío al receptor Emanuel Sanders, quien ya había derrotado a su esquinero y hubiese cambiado el final de la historia.
A Shanahan tambien se le puede machacar que no ajustó su ofensiva a la presion ejercida por el rival en el último cuarto. Kansas, en los tres primeros períodos, solamente habia metido presion con cuatro hombres, situación más que ideal para utilizar jugadas de play action (arma de lanzamiento preferida por Garoppolo y en la cual es muy efectivo), pero en el último Spagnuolo mando a la carga a cinco jugadores para busca frenar el ataque terrestre y embolsar al mariscal rival, y ahí Shanahan no supo cómo contrarrestar esto ni por tierra ni por aire ya que con cinco en blitz y muchos jugadores cerca de la caja, el play action se torna ineficaz.
Una dura derrota para todo San Francisco, sobre todo por cómo se dio el encuentro. Tenían prácticamente controlado el juego, pero los fantasmas en la cabeza de Shanahan le jugaron una mala pasada y ante jugadores de la talla de Mahomes jamás debés perder el foco porque lo podes pagar caro. Igualmente son un equipo joven, en plena formación y que si logran mantener esta defensiva y conseguir un receptor más de calidad, no tengo dudas de que van a estar nuevamente en otro Súper Tazón.
Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.
