Thomas Richard Coughlin de 73 años, inició su carrera como entrenador mucho antes de conocer a Bill Parcells y de pertenecer a su staff. Su carrera comenzó allá por 1969, en la Universidad que lo vió graduarse, Syracuse. En aquel entonces, el coach asistente Jim Shreve, le ofreció un puesto como “graduate assistant”. Al año siguiente, aceptó un trabajo como head coach en Roechester Institute of Technology (RIT), donde mantuvo el puesto hasta 1973 para volver a su alma mater, es decir entrenador de QBs primero en RIT y despué en Boston College. Esta oportunidad de entrenar en un programa importante, le dio la posibilidad de dar el salto a la NFL como entrenador de WRs en varios equipos, en los Philadelphia Eagles (1984-1985), en los Green Bay Packers (1986-1987), para luego llegar al staff de Parcells en 1988. Este puesto marcaría un antes y un después en su carrera.
Con Parcells como su mentor, Tom adquirió hábitos importantes para su futuro que le permitieron tener el respeto y compromiso de sus colegas y aquellos que les tocó jugar bajo su mando. Entre ellos se destacan la severa disciplina que aplicaba, lo meticuloso y detallista que era en cuanto a todos los aspectos del juego y todo lo que lo rodea. Por ejemplo, Coughlin multaba a sus jugadores por llegar tarde a las reuniones o incluso, cuando no llegaban 5 minutos antes del horario estipulado. Tom pretendía que sus jugadores se apegaran a los horarios extenuantes de reuniones y actuaran de manera correcta dentro y fuera del emparrillado. Nate Collins, un liniero defensivo por cuatro años en la liga contó una historia muy graciosa en 2013: “Estaba en los Giants. Era mi año de novato. Estaba en el equipo de prácticas y llegue tarde una mañana. El entrenador le dijo a los utileros que sacaran todas las cosas de mi locker. Cuando entré al vestuario, encontré mi locker vacío. En ese momento pensé: ‘Se terminó. Me dejaron libre por llegar tarde’. Entonces fui a su oficina sintiéndome muy avergonzado y Coughlin me dijo ‘¿cómo te sientes ahora? ¿Pensaste que te iba a dejar libre? Quería que sintieras eso porque si llegas tarde de nuevo es lo que va a suceder’”. En esta breve estadía en la franquicia azul de New York, Parcells y Coughlin obtuvieron un anillo en el SuperBowl XXV.
La fama que adquirió bajo la tutela de Bill Parcells, le valieron la oferta como head coach en Boston College dónde terminó con un record de 41-39 y convirtió el programa en uno ganador. A partir de aquí la carrera de Tom picó en punta. En 1994 los Jacksonville Jaguars le ofrecieron el puesto de entrenador en jefe, convirtiéndose así en el primer head coach de la franquicia. Su primer año fue atípico ya que no tuvo competición hasta 1995. Sus primeras temporadas como entrenador de los Jaguars fueron poco prometedoras dada la reciente concepción de la franquicia cosechando records de 4-12 y 9-7. En las siguientes dos temporadas, los Jags clasificaron a playoffs y quedaron fuera de los mismos en la ronda de comodín y el siguiente año en la ronda divisional. En 1999, Tom y sus muchachos llegaron al juego de campeonato de la AFC luego de una gran campaña en la que terminó con record de 14-2, sin embargo perdieron la final con los Titans.
Luego de esta gran campaña, las que las sucedieron lamentablemente no fueron del todo buenas y tras de 8 años como entrenador en Jacksonville, el dueño Wayne Weaver despidió a Coughlin. En su estadía con los Jags cosechó un record de 68-60 opacado por sus últimos años frente al equipo. Temporadas en las cuales sus jugadores se mostraron bastante críticos con su estilo cuando los resultados no los acompañaron.
Luego de su despido, Tom pasó un año fuera del football para luego convertirse en el head coach de los New York Giants en enero de 2004. Año en el que los Giants obtuvieron en un trade bastante particular a Eli Manning, recientemente egresado de la Universidad de Mississippi. Esto iniciaría una relación que los tuvo como héroes y villanos en New York, al menos para una parte de la gran manzana.
Manning no vio el emparrillado hasta mediados de la temporada cuando le tocó sustituir al ahora HOF Kurt Warner. Coughlin se ganó duras críticas de los medios de NY, sin embargo, tanto él como el dueño del equipo John Mara hicieron oídos sordos. Despueés de tres temporadas con Manning bajo centro y dos derrotas en la primera ronda de los playoffs, en 2007, Coughlin logró llegar al gran juego, el Superbowl XLII vs. New England Patriots, dejando en el camino a los Cowboys en un partido para el recuerdo. En el juego estelar, los Giants no jugaron su mejor Football pero luego de una enorme atrapada de David Tyree, conocida como “the helmet catch”, se encaminaron a la victoria y esto significó el tecer título para la franquicia y el primero personal de Coughlin como entrenador en jefe.
Luego del título, a Tom y compañía les costó encontrar el ritmo, la prensa nuevamente caería sobre su figura y sobre el dueño de la franquicia. A fines de 2010, Mara aclaró que Tom “era su hombre”, apaciguando los rumores que lo colocaban fuera del equipo. Fue entonces que en 2011 lograría la hazaña nuevamente. Con un modesto record de 9-7 clasificó a los playoffs y dejó en el camino a Falcons, Packers, y San Francisco en tiempo extra. En el Superbowl XLVI volvía a verse las caras con Bill Belichick y lo derrotó una vez más coronándose como campeón por segunda vez.
De aquí en adelante, su estancia como head coach de los New York Giants fue en declive, no llegó a clasificar a los playoffs en todas las siguientes temporadas. Finalmente el 4 de enero de 2016, anunció su renuncia como entrenador a la prensa. Esto puso fin a una era de éxitos en New York.
Un año después de su retiro, Coughlin se inclinó por la gerencia y tomó el puesto de vice-presidente de operaciones de football en los Jacksonville Jaguars. Puesto en el cual tenía la “última palabra” en todo lo que se relacione al football. Tuvo decisiones acertadas y otras no tanto, los Jaguars llegaron al juego de conferencia en 2018 aunque luego perdieron a manos de Pats, esta fue una temporada exitosa de la franquicia luego de muchos años de fracasos. En diciembre de 2019 el dueño de los Jags, Shad Khan despidió a Coughlin luego de filtrarse la mala relación que mantenía con los jugadores y el poco respeto que tenía por los derechos de estos.
Thomas Richard Coughlin dejó una gran marca en la liga y forma parte de la historia de la misma. Su particular personalidad e inexorable carácter, serán recordados por todos los que lo rodearon a lo largo de sus años como entrenador. En algun momento sin duda será condecorado ingresando al Salón de la Fama de la NFL. Su legado sigue vigente y la liga de seguro extrañará su presencia.
Patrick Sean Payton, más conocido como Sean Payton, es otro de los entrenadores en jefe que pertenece al coaching tree de Bill Parcells. El ex jugador, inició su carrera como coach universitario en distintos programas, entre ellos San Diego State University, Indiana State, Miami (OH) e Illinois para luego dar el salto de “calidad” y entrenar en la NFL. Su oportunidad no tardó en llegar, en 1997 hasta 1998 sirvió como entrenador de QBs en los Philadelphia Eagles donde tuvo dos grandes mentores como Jon Gruden y Bill Callahan.
En 1999 se mudó a New York para ocupar el mismo rol en el staff de Jim Fassel y los Giants. En el año 2000 fue promovido a coordinador ofensivo y esta unidad calibró de gran manera bajo su mando. Sin embargo, luego de una mala temporada en 2002, su danza en el este de la Nacional continuaría e ingresaría al staff de Bill Parcells en los Dallas Cowboys como entrenador de QBs nuevamente.
Su estadía en el estado de Texas fue breve pero no menos provechosa e incluso en ascenso, Parcells lo nombró su asistente y coordinador del juego de pase. Su gran labor con Vinny Testaverde, Quincy Carter, Drew Bledsoe pero sobre todo con el QB novato UDFA Tony Romo, además los números que todos ellos marcaron en estos años teniendo a Payton como tutor, le valieron la oferta como Head Coach para los New Orleans Saints. Parcells se mantuvo como una figura paterna para Sean y ofreció consejo incansablemente a este útlimo, a lo largo de toda su carrera, aún cuando eran rivales.
Luego de una devastadora temporada en 2005 que tuvo como protagonista al huracán Katrina, los Saints necesitaban un borrón y cuenta nueva, y Payton en ese entonces de tan solo 43 años, era el hombre indicado para esto. Tom Benson, el dueño de la franquicia, no dejó pasar su oportunidad. En su primera temporada como entrenador, Sean lideró a su equipo al juego de conferencia contra los Chicago Bears, pero fue vapuleado por los dirigidos por Lovie Smith.
En adelante, la carrera de Payton fue en ascenso. Drew Brees y él, establecieron uno de los mejores dúos de HC-QB, una dinastía en la división sur de la Conferencia Nacional. A la fecha, lideró a los Saints a 8 clasificaciones a playoffs, seis títulos de división y en 2009 obtuvo el primer Superbowl para la franquicia y personal. En el camino al mencionado SuperBowl XLIV, New Orleans terminó primero en su división y marcaron un record de victorias consecutivas en temporada regular con 13 en total. En el partido estelar, enfrentaron a Peyton Manning y sus Indianapolis Colts, pero en una gran muestra de carácter el equipo de Louisiana se impuso 31-17.
La carrera de Payton se verá eternamente opacada dado que en 2012, Roger Goodell y la NFL lo suspendieron por todo un año, debido al escándalo denominado “Bounty Scandal”. En resumidas palabras, Payton y su equipo fueron acusados de incentivar a sus jugadores para lesionar a sus pares rivales entre los años 2009 y 2011. Esta sanción fue una de las más severas en la historia de la Liga.
En su regreso al football en 2013, Payton y la organización dieron una nueva muestra de carácter, finalizando con marca de 11-5. Los siguientes tres años no fueron del todo buenos, pero a partir de 2017 los Saints se mantienen en la contienda y en la conversación como uno de los mejores equipos de su conferencia e incluso de la liga en su totalidad. En dicho año 2017, llegaron a la final de la Conferenacia Nacional, misma que terminaría con una controvertida y cuestionada llamada de los oficiales en perjucio de Payton y su equipo.
Payton marcó el sendero para muchos jóvenes entrenadores que dieron el salto de asistente a head coach. Se estableció rápidamente y su nombre está continuamente asociado al éxito. Con la inminente llegada de la temporada 2020, continúa representando a los Saints como el modelo de estabilidad no solo en su división, sino en la liga en general. Payton se ubica justo detrás de Bill Belichick como el entrenador que hace más tiempo lidera a su equipo, e incluso es uno de los 8 entrenadores que ganaron un Superbowl con su actual grupo. Con sus tempranos 56 años tiene aún mucho football por delante, y los aficionados de New Orleans siguen encantados con Sean en los laterales. Después de todo, hasta el momento, Brees y él son los únicos que han puesto un Lombardi en las vitrinas de la franquicia, y quizás sean los únicos capaces de hacerlo en este momento.
Co-Founder de No Huddle. Editor, redactor y conductor de los distintos productos del medio. Sigue la NFL desde 2012 y la cubre desde 2020. Especialista en Dallas Cowboys.
