No Huddle viene repasando el árbol genealógico de los principales entrenadores en jefe de la NFL, y como la semana pasada nos centramos el linaje iniciado por Bill Parcels, hoy es momento de focalizarnos en la historia de dos exitosos entrenadores que comenzaron sus historias bajo el ala de Bill Walsh.
George Gerald Seifert se crío en San Francisco y comenzó a disfrutar de los primeros juegos de los 49ers como local en el mítico Estadio Kezar, mientras asistía a la Escuela Politécnica Superior que se encontraba enfrente. Sus inicios en el football americano se dieron en la Universidad de Utah donde se desempeñó como guardia y apoyador, y luego como asistente. A los 25 años, tuvo su primera experiencia como entrenador en jefe en Westminter College donde llevó a los “Parsons” a un record de 3-3.
Luego de trabajar como entrenador de defensive backs en la Universidad de Oregón y Stanford, Seifert fue contratado como HC en la Universidad de Cornell. Su experiencia allí no fue la esperada y lo despidieron luego de un record de 3-15 en dos temporadas. En 1977, regresó a Stanford donde conoció a Bill Walsh, su gran mentor. Bill Walsh fue contratado como HC de los 49ers en 1979, Seifert de unió a su equipo un año más tarde.
Seifert fue participe del comienzo de la gran dinastía que estableció la franquicia en esos años. El primer anillo de Walsh al frente de 49ers llegó en 1981 y luego de dos años sin alegrías, el HC designó a Seifert como coordinador defensivo. El impacto fue inmediato y su defensiva estuvo entre las 10 mejores en puntos permitidos durante sus seis años en el cargo. Bajo el mando de Walsh, Seifert obtuvo el Super Bowl XIX luego de vencer a Miami Dolphins y la edición XXIII ante Bengals.
Sorpresivamente, Bill Walsh anunció su retiro de la NFL a días de ganar el Super Bowl ante Bengals y Seifert fue anunciado como su sucesor. Como HC llevó a los 49ers a su cuarto título de la década, tras vencer 55 a 10 a los Broncos de Denver, en lo que fue el último anillo de Joe Montana al frente del equipo. Seifert se transformó en el primer entrenador en jefe novato en ganar el trofeo Vince Lombardi desde que Don McCafferty lo logró con los Colts de Baltimore en 1971.
En la nueva década, Seifert llevó a su equipo a un record de 14-2 y se quedó con la NFC Oeste por quinta vez consecutiva. En ronda divisional vencieron a los Redskins 28 a 10, pero en la final de conferencia cayeron como local 15 a 13 ante los Giants de Parcells y Belichick. La temporada 1990 marcó el final de la relación 49ers-Montana y el comienzo de la era de Steve Young al frente de la franquicia.
Al año siguiente, los 49ers no ingresaron a playoffs y los rumores sobre la capacidad de Seifert se hacían escuchar. No obstante, el HC volvió a liderar a la franquicia al título divisional en los años 1992 y 1993, pero en ambos casos cayó en la final de conferencia ante los Cowboys de Troy Aikman.
La revancha llegó en 1994. Los Niners ganaron su división con record 13-3 y en ronda divisional vencieron a los Bears 44-15. En la final de conferencia se sacó la espina de años anteriores y venció 38-28 a los Cowboys, mientras que en el Super Bowl XXIX derrotó a los Chargers 49 a 26. Para aquél año, el front office había agregado a una defensiva diezmada, los nombres de Rickey Jackson, Gary Plummer, Richard Dent, Deion Sanders y Ken Norton. La defensiva mejoró drásticamente y se acopló a una ofensiva que dejó impactados a muchos. “En todos mis años en el fútbol, es la ofensiva más impresionante que he visto”, dijo el ex entrenador de Chiefs y Salón de la Fama, Hank Stram. Steve Young fue elegido Jugador de la Temporada y MVP del Super Bowl.
El éxito en 49ers no duraría mucho más, Seifert renunció al cargo tras una derrota 35-14 en el juego divisional ante Packers. Green Bay, con Favre al mando, fue el verdugo de 49ers en la temporada 1994 y 1995. Si bien 49ers fue competitivo en ambos años, la vara estaba alta y ambas derrotas ante Packers fueron suficientes para un cambio de aire.
Luego de dos años, Seifert volvió a la NFL como HC de los Carolina Panthers, franquicia fundada en 1995. El flamante entrenador reemplazó a Dom Capers que fue desplazado de su cargo tras una temporada decepciónate con record 4-12.
En su primera temporada, el equipo mejoró considerablemente y terminó la temporada con record 8-8. Los Panthers vencieron en semana 17 a los Saints 45-13, pero la victoria de Packers ante Cardinals evitó que la franquicia clasificara a playoffs por diferencia de puntos. Al año siguiente, la franquicia tampoco pudo ingresar a postemporada y la derrota 52-9 ante Raiders lo condenó a un record 7-9. La temporada 2001 sería la última de Seifert en la NFL. Luego de vencer a Vikings en la semana 1, la franquicia no volvió a conseguir una victoria y finalizó 1-15, el peor record en la historia del equipo.
Durante toda su carrera como entrenador en jefe, sus dos equipos se combinaron para un récord de 114-62-0 en once temporadas, incluyendo 10-5-0 en los playoffs. Seifert es considerado como uno de los mejores entrenadores en jefe de la NFL. Sin embargo, los críticos argumentan que sus dos victorias en el Super Bowl y su excepcional récord de victorias y derrotas fueron el resultado de heredar el equipo 49ers de Bill Walsh. Muchos entrenadores respetados, Mike Shanahan, Jeff Fisher, Ray Rhodes, Pete Carroll y Marc Trestman, trabajaron y aprendieron con Seifert.
Discípulo de Bill Walsh, Dennis Green es uno de los pioneros dentro del deporte. Fue el segundo entrenador afroamericano en la era moderna y el primero sin haber jugado antes en la NFL. Aún así, Green es olvidado por cierto público por no conseguir un anillo como HC. Sin embargo, alcanzó los playoffs en 8 de los 10 años que estuvo en Minnesota y generó uno de los mejores ataques de la historia de toda la NFL.
Green creció en un hogar de clase trabajadora en Harrisburg, Pennsylvania. Su padre era un empleado de correos y su madre una esteticista. Asistió a John Harris High School y se graduó de la Universidad de Iowa con una licenciatura en finanzas. Según Green, planeaba ser maestro en la secundaria si su carrera en el football americano no funcionaba.
Green jugó brevemente para los BC Lions de la Canadian Football League en 1971, luego trabajó como entrenador asistente en la Universidad de Dayton y la Universidad de Iowa. En 1977, se mudó a Stanford para ser coach de running backs y allí conoció a Bill Walsh.
Su carrera en la NFL comenzó en 1979, durante un año estuvo como coordinador de equipos especiales en los San Francisco 49ers. Tras ello, tuvo su primera oportunidad como entrenador en jefe en la Universidad de Northwestern y fue nombrado entrenador del año de la Big Ten Conference en 1982. Sin embargo, su camino lo volviá a unir con Bill Walsh y en 1985 volvió a San Francisco para ser entrenador de receptores. Allí, entrenó a la leyenda Jerry Rice y fue parte del staff de 49ers que se alzó con el Super Bowl XXIII, el último de Walsh como entrenador de la NFL.
Green abandonó 49ers y Stanford le abrió sus puertas como HC. Heredó en equipo que había graduado 17 de sus 21 titulares en 1988, y lo llevó en 1991 a disputar el Aloha Bowl, donde su equipo cayó en el último minuto ante Georgia Tech.
El 10 de enero de 1992, Green fue nombrado quinto entrenador en jefe de Minnesota Vikings, luego del retiro de Jerry Burns. El día que fue presentado anunció que había un "nuevo sheriff en la ciudad". Como buen pupilo de Bill Walsh, Green aprendió y le dio continuidad al sistema west coast offense que instaló el propio Walsh en San Francisco. Green se caracterizó por su tremendo liderazgo y cercanía con las emociones de los jugadores, así como también fue un gran formador de entrenadores.
Green estuvo 10 temporadas al frente de los Vikings y su éxito estuvo a la vista. La franquicia estuvo presente ocho ocasiones en playoffs, acumuló 97 victorias en temporada regular y llegó a dos finales de conferencia. Año a año, los Vikings fueron un fuerte contendiente en la NFC y se establecieron como uno de los mejores equipos de la década, aunque sin el éxito de Cowboys, 49ers o Broncos.
El cambio radical que tuvo el equipo, no fue suficiente para que las críticas se hagan presentes. El poco éxito en playoffs hizo que dos miembros de la junta directiva se replanteen la posibilidad de un cambio de coach. En 1996, se comunicaron con Lou Holtz, entrenador del equipo de futbol irlandés Notre Dame Fighting, con la idea de ser un posible sucesor de Dennis Green, sin embargo, el entrenador siguió al frente del equipo, aunque la relación con la directiva y el periodismo no era la mejor.
El equipo logró su primera victoria en playoffs con Randall Cunningham en los controles: derrotó 23-22 a Giants luego de remontar nueve puntos en menos de dos minutos. Las ilusiones no iban a durar mucho tiempo, porque una semana más tarde fueron vapuleados por los 49ers de Steve Young. La continuidad de Green no corría peligro, pero nadie imaginaba que lo mejor estaba por venir.
En el draft 1998, Vikings seleccionó a un tal Randy Moss y Dennis Green encontró la llave del exito para ejecutar su propia versión de la ofensiva west coast. Minnesota implantó un ataque explosivo que destrozo varios registros, en todos los juegos de la temporada anotó al menos 24 puntos, batió el record de puntos en una temporada, sería superado después por los Patriots en 2007 y los Broncos en 2013, ganó 15 juegos y Randy Moss llegó a los 17 touchdowns, record para un novato.
En ronda divisional derrotó 41-21 a Cardinals y se metió en la final de conferencia por primera vez en la era Green. El equipo estaba encaminado a lograr el ansiado anillo, pero los Falcons de Dan Reeves dieron la gran sorpresa, ganando por siete a falta de 2 minutos. Gary Anderson erró su único gol de campo de la temporada y le permitió a Atlanta llevar el partido a tiempo extra. Morten Andersen dio el pase a los Falcons al Super Bowl XXXIII y le quitó la oportunidad a Minnesota de ganar un anillo en los últimos 30 años.
Green siguió haciendo de Vikings un equipo competitivo. En el 2000, derrotó a los Saints y volvió a conseguir el pase a la final de conferencia, aunque el final iba a ser muy doloroso: derrota ante Giants 41-0, en lo que sería la última aparición de Green en playoffs. El golpe fue difícil de asimilar y el HC fue despedido tras una mala temporada en 2001. Más allá de las múltiples polémicas alrededor de su figura, Dennis Green fue el segundo mejor entrenador de la historia de la franquicia, solo por detrás del legendario Bud Grant.
Después de pasar dos temporadas como analista de ESPN, Green fue contratado como entrenador en jefe por los Arizona Cardinals. Si bien nunca pudo llevar a la franquicia a playoffs, levantó al equipo de las penumbras y lo hizo competitivo. Durante sus primeros dos años, Green sumó 11 victorias con los Cardinals, culminando tercero de la NFC Oeste en ambas temporadas.
Al año siguiente, el equipo drafteaba a una leyenda de USC como Matt Leinart para el puesto de QB y contaba con dos receptores del calibre de Larry Fitzgerald y Anquan Boldin. La expectativa era alta, pero la realidad fue totalmente distinta. Llegaron al bye week con record 1-7 y cerraron la temporada 5-11. La continuidad de Dennis Green ya estaba definida desde aquella presentación en la semana 6 cuando dejaron escapar una ventaja de 20 puntos ante los Bears. Fiel a su estilo, Green estalló en la conferencia de prensa post partido: "¡Son quienes pensamos que eran! ¡Y los dejamos libres!”, gritó.
Green falleció en 2016 a causa de un problema cardiaco y en 2018, los Vikings lo incluyeron en su anillo de honor. El nombre de Green aparece en la fachada del U.S. Bank Stadium y dentro de la sede del equipo como una muestra del respeto, aprecio, y admiración que la franquicia tiene por sus logros dentro y fuera del campo.
Mi relación con la NFL comenzó hace 10 años gracias a un juego de Falcons ante Saints que se decidió en overtime a favor de Atlanta. Aquella temporada, Green Bay daba la sorpresa ante Steelers en el Super Bowl XLV. Ese vínculo creció tan rápido que decidí formar parte de la familia de NFL Vavel. Hoy, junto a varios de ellos, decidimos crear No Huddle con la idea de seguir creciendo.