Quizás los Niners no estén entre las franquicias más longevas de la liga, aunque, sin lugar a duda, han tenido uno de los pasos más exitosos por la NFL. La gloria tardó en llegar, pero eventualmente, se convirtieron en la primera franquicia en conseguir cinco Super Bowls.
Y en particular, si hay algo que ha caracterizado a San Francisco, es su nivel en la posición de mariscales. Con muy contadas excepciones, por el equipo del Oeste han pasado jugadores de la talla de Frankie Albert (el primer mariscal titular de la historia del equipo, y un jugador de importancia a finales de los años 40 en la AAFL, uno de los efímeros rivales de la NFL), Y.A. Tittle, los legendarios Joe Montana y Steve Young, Jeff Garcia, Alex Smith y el injustamente relegado Colin Kaepernick. Incluso su actual mariscal titular, Jimmy Garoppolo, está destacando en el poco tiempo que lleva en el equipo.
Sin embargo, hay un jugador al que se lo suele relegar de la memoria colectiva del deporte. Un jugador que, en su época, fue uno de los lideres indiscutidos de San Francisco. Me refiero, por supuesto, a John Brodie.
John Brodie jugó a nivel colegial en la universidad de Stanford, en la que también se destacó como jugador de golf (de hecho, estuvo a nada de convertirse en un golfista profesional a tiempo completo; y en 1991, incluso ganó un torneo del PGA Tour como senior). Fue nombrado All-American en 1956, y su buena performance lo llevó a ser elegido por San Francisco con la tercera selección global del draft de 1957.
En un inicio, Brodie quedó relegado al banco de suplentes. El titular era Y.A. Tittle, un miembro del afamado Million Dollar Backfield, junto a los fullbacks John Henry Johnson y Joe Perry, y el halfback Hugh McElhenny, quienes terminaron eventualmente en el Salón de la Fama de Canton, Ohio. Tittle incluso fue uno de los creadores del alley-oop original, en donde tiraba el pase muy alto para que su receptor, R.C. Owens, saltara para atraparlo para una ganancia importante o un touchdown.
Sin embargo, todo cambiaría en su segunda temporada. Después de un mal inicio de Tittle en la pretemporada de 1958, Frankie Albert, quien unos años después de retirarse fue nombrado HC del equipo, anunció que Brodie sería el titular. No obstante, el equipo iría alternando entre ambos jugadores como titulares durante un tiempo, a la vez que San Francisco terminaba con resultados irregulares. Eso no le impidió a Brodie empezar a destacarse: justamente en ese mismo año, terminó con el porcentaje de pases completos más alto de la liga (59,9%).
Para 1961, todo cambió. Tittle, Perry y McElhenny, los tres miembros que aún quedaban del Million Dollar Backfield, se fueron de San Francisco. Y a Brodie por fin se le daba la titularidad a tiempo completo, un puesto que no dejaría hasta su retiro.
Sin embargo, a John Brodie le tocó jugar en una NFL que no le dejaría conseguir campeonatos. Recordemos que, en 1961, con la entrada en escena de los Vikings (y de los Cowboys, en la temporada anterior), la NFL tenía apenas 14 equipos, divididos en dos conferencias: Este y Oeste. En la conferencia Oeste, en la que participaban los Niners, había equipos muy duros.
No solo estaban los Bears de George Halas, quienes ganarían el campeonato en 1963, sino también los Rams (por aquél entonces en Los Angeles, y que estaban un poco de capa caída, después de tener sus años de éxito en 1945 y 1951), los Lions (uno de los equipos dominantes de los 50, con títulos en 1952, 1953 y 1957), los jóvenes Vikings y los dos equipos que terminarían dominando la NFL durante la década del 60, Green Bay (con los eternos Vince Lombardi y Bart Starr) y Baltimore (que tenían a los igualmente icónicos Don Shula y Johnny Unitas). Ni siquiera una ampliación de la liga a 16 franquicias y una nueva reorganización (1967) beneficiaría a San Francisco, porque los Colts siguieron siendo rivales directos, cuando ambos equipos pasaron a formar parte de la nueva división Costera junto a los Rams y los Falcons (franquicia surgida el año anterior)
Pese a ello, Brodie no se achicó frente al desafío, y fue uno de los pilares de los Niners de aquellos años. A lo largo de su titularidad, mantuvo a flote a un equipo relativamente mediocre que tenía pocos pesos pesados (no hay que olvidar tampoco que la AFL ya estaba activa, y competía con la NFL para llevarse a los mejores jugadores y reclutas del draft). Así, San Francisco alternó entre temporadas perdedoras, años de .500 y algunas temporadas con récord positivo. Los playoffs les seguirían siendo esquivos, al menos por el momento.
Por ejemplo, en 1965 Brodie cosechó uno de sus mejores años en la liga: tuvo una marca de 242 pases completos sobre 391 intentos (un 61,9% de pases completos, líder en la liga y una marca excelente para la época), 3112 yardas, 30 touchdowns (también líder en la liga) y 16 intercepciones, para un passer rating de 95,3 (segundo en la NFL, solo por detrás de la marca de Johnny Unitas: 97,2). Su actuación le valió ser nominado al Pro Bowl y al segundo equipo All-Pro. Fue también nombrado el Comeback Player of the Year, debido a su mejoría significativa respecto de la temporada anterior. Sin embargo, y pese a tener la ofensiva más potente de la liga, San Francisco apenas cosechó una marca de 7-6-1, lejos del récord de 10-3-1 de los Colts y los Packers (quienes serían los eventuales campeones). En contraposición, en 1963 Brodie tuvo una lesión que cortaría su temporada tras apenas tres juegos. Los Niners no se recuperarían y terminarían 2-12. Esto da una pequeña muestra del valor que el mariscal tuvo para el equipo.
1970 fue un año de cambios mayúsculos para la NFL: finalmente se consumó la fusión con la AFL, y sería la primera vez que ambas ligas jugarían de manera unificada. La liga pasó a tener 26 equipos, divididos en dos conferencias: la AFC (que constaba de los 10 equipos de la AFL más la adición de los Steelers, Browns y los Colts, para equilibrar la balanza) y la NFC. Cada conferencia pasó a tener tres divisiones, y a los Niners les tocó compartir la NFC Oeste con los Rams, los Falcons y los Saints.
Los Niners y los Rams se vieron inmediatamente beneficiados, pues Atlanta y Nueva Orleans todavía eran franquicias jóvenes. Así, San Francisco (10-3-1) logró alzarse con la división después de una lucha reñida con los Rams (9-4-1) para llegar a los playoffs por primera vez desde 1957.
Ese año, John Brodie tuvo el mejor año de su carrera. Con una marca de 223 pases completos sobre 378 intentos (59% de pases completos), Brodie, nuevamente al mando de la ofensiva más potente de la liga, lideró a la liga en yardas (2941), touchdowns (24) y passer rating (93,8) Esa actuación no solo le valió el Pro Bowl y la selección al primer equipo All-Pro, sino que también consiguió el MVP de la temporada. Sin embargo, la temporada terminó en decepción para los Niners. Después de avanzar a playoffs y vencer a los Vikings (equipo que se encontraba entre los nuevos pesos pesados de la liga) en la ronda divisional por 17 a 14, San Francisco caería ante Dallas (otro equipo que pelearía por el predominio junto a los Vikings, Dolphins, Steelers y los Raiders en los años 70) por 17 a 10 en el juego de campeonato de la NFC.
1971 sería un año repetido: después de otra lucha reñida con los Rams (8-5-1), San Francisco (9-5) sería nuevamente campeón de división. Tras superar a Washington por 24 a 20 en la ronda divisional, nuevamente Dallas se encargaría de frenar a los Niners en el juego de campeonato, derrotándolos por 14 a 3.
Sin embargo, el fin estaba cerca para Brodie; 1971 fue su última temporada completa. En 1972, ya a sus 37 años, las lesiones lo limitarían a apariciones en apenas seis partidos. En aquella temporada, Steve Spurrier (futura figura del fútbol colegial como HC de Duke, Florida y South Carolina) sería el encargado de liderar al equipo a los playoffs (con un récord de 8-5-1, le arrebatarían la corona divisional a los Falcons, que terminaron con marca de 7-7), en donde caerían por tercer año consecutivo frente a los Cowboys, esta vez por 30 a 28, en la ronda divisional.
Y en 1973, el equipo colapsó: Brodie perdió su efectividad por completo, y Spurrier no pudo replicar sus números del año anterior. San Francisco quedó afuera de playoffs con un récord de 5-9. Tras la temporada, Brodie, quien apenas había lanzado 12 intercepciones contra apenas tres touchdowns en seis partidos jugados, decidió retirarse.
Pese a jugar en una era plagada de equipos formidables y grandísimos mariscales, John Brodie nunca dejó de sobresalir. Sus números finales: 2469 pases completos sobre 4491 intentos (55% de pases completos), 31.548 yardas, 214 touchdowns y 224 intercepciones, con un passer rating de 72,3. Su marca fue de 74 victorias, 76 derrotas y 8 empates. Y todo ello en una época en la que los mariscales apenas estaban empezando a sobresalir con estadísticas vistosas, lejos aún de la explosión ofensiva de finales de los 70 y principios de los 80.
Recapitulemos ahora sus premios: consiguió dos nominaciones al Pro Bowl (1965 y 1970) y fue dos veces All-Pro (en 1970, como parte del primer equipo, y en 1965, como parte del segundo). Fue nombrado MVP y Jugador del Año de la NFC (premio otorgado por la agencia de noticias UPI) en 1970 y también fue el Comeback Player of the Year en 1965.
Brodie también lideró a la liga en varias categorías: pases completos (1965, 1968 y 1970), intentos de pase (1965 y 1968), porcentaje de pases completos (1958 y 1965), yardas aéreas (1965, 1968 y 1970), touchdowns (1965 y 1970) y passer rating (1970). En 1968 tuvo el triste honor de liderar a la liga en intercepciones (24), pero en 1970 fue líder en porcentaje de pases interceptados (10 intercepciones en 378 intentos de pase, para un porcentaje de apenas 2,6%).
Aún con sus lesiones recurrentes y los altibajos de su equipo, Brodie fue uno de los mejores mariscales de los 60. Y esto lo demuestra un dato no menor: al momento de su retiro, en 1973, ostentaba la tercera mayor cantidad de yardas aéreas, solo por detrás de Johnny Unitas (también retirado en 1973) y Fran Tarkenton, miembros del Salón de la Fama.
Brodie es una leyenda en San Francisco, al igual que Tittle, Montana y Young. No solamente fue nombrado al Hall of Fame de los Niners, sino que también ha tenido el honor de ver a su camiseta número 12 retirada. Y a 47 años de su retiro, aún tiene la segunda mayor cantidad de yardas, la tercera mayor cantidad de touchdowns y victorias de la franquicia. Brodie fue elegido al Hall of Very Good por la Professional Football Researchers Association (PFRA) en 2004. Sin embargo, la ausencia de un campeonato, y el vivir bajo la sombra de los exitosos Packers y Colts de los 60 le costaron la entrada a Canton. Pero, a la luz de los logros que sí cosechó, su carrera justifica su entrada al panteón de los héroes del deporte. Sería un triunfo final para su larga carrera, y uno merecido.
Toda la información estadística fue extraída de Pro Football Reference
Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.