El Hall of Fame sin dudas incluye entre sus bustos a los jugadores más destacados de la historia del deporte. Ahora, ¿qué pasa cuando un tipo parece hacer todo para recibir este galardón, pero aún así queda fuera de la nómina?
Cuando se tiene que escribir sobre un jugador que fue campeón cuatro veces del Super Bowl, generalmente estamos hablando de un integrante del Salón de la Fama. Pero no, como ya han podido ver en notas anteriores, el Hall of Very Good trata sobre aquellos que no llegaron. Y uno de los más reconocidos es LC Greenwood.
Desde la Universidad de Arkansas-Pine Bluff, los Steelers seleccionaron a Greenwood con su pick de décima ronda en el Draft de 1969. Para 1971, ya era uno de los DE titulares de una defensiva que dominaría durante toda la década de los 70'. La Steel Curtain (Cortina de Acero) es una de las unidades más enigmáticas que tiene la historia de este deporte, y casi todos los que integraron en algún momento durante esos 10 años ese equipo, tienen en su haber un anillo de Super Bowl.
Greenwood es uno de esos casos que tiene los cuatro títulos ganados por la franquicia de Pittsburgh durante esa franja: IX, X, XIII y XIV. Además, el ex acerero fue seis veces al Pro Bowl e integró en dos oportunidades el primer equipo All-Pro.
En cuanto a estadísticas, Greenwood lideró en seis oportunidades al equipo en capturas al mariscal, las cuales por ese momento todavía no eran oficiales, por lo que también sus cinco sacks conseguidos en partidos de Super Bowl no le son contabilizadas para los libros de historia. Fuera de los cuadernos, terminó su carrera con 73.5 capturas.
“Hollywood Bags”, apodo que le pusieron en Pittsburgh por sus deseos de convertirse en actor una vez finalizará su carrera en la NFL, era además un velocista dentro de la cancha, y quienes llegaron a verlo lo destacan por su capacidad atlética para alguien de su posición. Greenwood integró el equipo de aniversario del Super Bowl, en 1991, y más tarde estaría en el Steelers All-Time (2007), plantilla que reunía a varios de los integrantes de esa gran defensiva.
Parece irónico, pero Greenwood nació en una ciudad llamada Canton, pero en Mississippi. El Salón de la Fama de la NFL, ubicada en una ciudad homónima en Ohio, ha dejado pasar a varios de los integrantes de esta temible defensa de los 70’. Entre 1969 y 1981, Greenwood se encargó de ser uno de los DEs más regulares, tanto en rendimiento como en partidos jugados.
La realidad es que son 22 los jugadores que lograron ganar los cuatro anillos de Super Bowl con Pittsburgh en esa franja de tiempo, y la mayoría no ha llegado a ganarse su busto y su chaqueta amarilla. El paso a la inmortalidad estuvo varias veces en la puerta de la casa de Greenwood, siendo finalista en 2005 y 2006, pero en ambas quedó corto.
Greenwood falleció de una falla renal en 2013, a sus 67 años. Para los fanáticos de los Steelers, siempre será un nombre recordado como una de las clavijas esenciales de la “Steel Courtain”, llegue a integrar o no el Hall of Fame.
Técnico Superior en Periodismo. Cubre la NFL desde 2018. Co-Founder, CEO y Director Periodístico de No Huddle, el medio más grande de fútbol americano en Sudamérica. Conduce Mates y Football y es editor principal de la página web.
