Footbal Americano, universidades comunitarias, jugadores con historias duras y realidades aun peores. Todos estos ingredientes hicieron de Last Chance U una de las mejores docuseries de football de la historia. En esta última temporada, la idea de una historia sacada de un cuento de hadas llega a su fin, en un programa que realmente nunca fue sobre victorias y derrotas dentro de la cancha.
La quinta temporada nos volvió a presentar un nuevo equipo, poniendo el foco en el programa de Laney, una universidad comunitaria de Oakland, California. Con muchos jugadores entrando en su ultimo año de elegibilidad, la serie decidió, por primera vez, no presentar una historia multianual, lo cual generó sensaciones encontradas entre los espectadores.
El show siempre tuvo la mezcla perfecta entre el football y las particularidades de sus protagonistas. Independientemente del rendimiento adentro de la cancha, nunca dejamos de conocer -y, muchas veces, encariñarnos- con los personajes que nos presentaban. Este año tenemos a Nu’u Taugavau, liniero ofensivo que debe equlibrar sus aspiraciones de División 1 con la tarea de ser un buen esposo y padre. También nos presentaron a Dior Walker-Scott, el explosivo y veloz receptor abierto que atravesó su proceso de selección viviendo en su auto. Rejzohn Wright fue otro de nuestros personajes: un talento que se sabía bueno, y a veces pecaba de soberbio, que no queria perderle pisada a su hermano, quien tambien es esquinero en un equipo de las grandes conferencias del colegial (Power 5).
Junto a todos estos jugadores, el otro pilar de la temporada fue el entrenador en jefe John Beam, quien cuenta con 40 años de experiencia como entrenador en distintos niveles. Al igual que muchos otros head coaches que muestra la serie, se lo deja expuesto a muchas críticas, ya sea por el vocabulario que usa para con sus jugadores o algunas decisiones durante los juegos contra ciertos alumnos en particular. Durante gran parte de los entrenamientos, lo vemos chocar mucho con RJ Stern, otro de los protagonistas de la serie, intentando que el receptor explote al máximo sus habilidades, ya que Beam sabía que podía dar más. Así como se muestra lo malo, también se deja ver todo lo que hace por sus chicos.
A lo largo de los ocho capítulos vemos la influencia de la sociedad en los jugadores y podemos entender mejor cómo es que llegaron a donde están ahora. Muy claro ejemplo es el capítulo titulado "The Bay vs The City", cuando los jugadores se disponen a enfrentar a una universidad de San Francisco a la que los habitantes de Oakland denominan "La Ciudad", siendo ellos "La Bahía". Una clara distinción cultural, cargada de recelo. Otro ejemplo es que la temporada toca de lleno asuntos como relaciones familiares, violencia, uso de armas, herencia cultural y la problematica de la vivienda en este estado.
En el último retrato de un equipo, se logra que la serie transcurra al ritmo de los protagonistas y no de una narrativa predeterminada. Se logra acompañar a los jugadores a lo largo de toda la temporada, con sus altibajos dentro y fuera de la cancha, y finaliza con una muestra de realidad cruda, cuando el entrenador Beam tiene una charla individual con cada uno y se habla frente a frente sobre su futuro en el football, y cómo el último partido del año puede haber sido, para muchos, el último de sus carreras.
Poder mostrar que el football americano no es todo, siempre fue el objetivo de la serie. Se buscó finalizar con el ideal de que, sin él, la única salida eran las calles, las drogas y la cárcel. Son muchos los casos de jugadores que han obtenido relevancia luego de aparecer en esta producción de Netflix y han podido darle un giro de 180 grados a su vida, así como son varios los que no han logrado hacerlo y han reincidido en asuntos que los llevaron a estar como los conocimos en la serie. Lo importante es que, de mayor o menor manera, Last Chance U pudo mostrarnos la realidad de muchos adolescentes de Estados Unidos, y lo difícil que es vivir en ella, a pesar del deporte.
Estudiante de Periodismo con orientación en Deportes. Cubre la NFL desde el 2020. Jugador de Football Americano y Flag Football desde el 2016. Miembro de Football de Primera, encargado de la cobertura de las distintas ligas del deporte en Argentina.