Queridos fanáticos del football americano, la espera se ha terminado. Agosto es el último mes de este año sin un partido de NFL, y desde No Huddle culminamos con el análisis de los equipos de cara al 2020.
Los últimos domingos tuviste disponible los candidatos a ser el primer pick general del Draft 2021, las franquicias que volaron más bajo de lo que la gente espera y aquellas que pueden llegar a dar la sorpresa. Es momento entonces de elegir a nuestros candidatos a llevarse el trofeo Vince Lombardi.
¿Podrán los Chiefs revalidar su título y convertirse en los primeros bicampeones desde los Patriots 2004-2005? ¿O tendremos una nueva franquicia reina del football americano?
Hay olor a comienzo de dinastía, Mahomes tiene el contrato que merece, no perdieron a ninguna de sus figuras, y si no pasa nada raro será el rival a vencer por todos en la NFL. Tendrá contendientes en Ravens, 49ers y Saints, pero hoy está un escalón por encima y si lo mantiene puede volver a coronarse en el próximo Súper Bowl.
Más allá de los resultados obtenidos, si hay un equipo que ha sido respetado por toda la liga los últimos años, ese es Seattle Seahawks. Después de llegar a dos Super Bowls consecutivos en 2013 y 2014, podrían haber caído en el ocaso de algunas franquicias con éxitos fugaces. Sin embargo, han sabido mantenerse competitivos, llegando a playoffs en cinco de los últimos seis años. Y esta temporada parecen estar apostando todo por regresar al gran final. La fuerte incorporación de Jamal Adams va a permitirle al genio defensivo de Pete Carroll armar una unidad que haga tanto ruido como la Legion of Boom y, por otra parte, la consolidación de una ofensiva que Russel Wilson parece manejar con los ojos cerrados, son las bases de un equipo que este año definitivamente va por todo.
Si bien creo que Ravens, Chiefs y Saints son los equipos más preparados para ganar, Dallas se metió en ese grupo de contendientes durante la temporada baja. Un Draft increíble, donde se incorporó talento en posiciones de necesidad, y una más que rescatable agencia libre, se combinan con la llegada de un entrenador en jefe ganador como Mike McCarthy.
Los Cowboys tienen, nombre por nombre, una de las mejores ofensivas de la NFL, comandada por Dak Prescott en su año de demostrar, y entrenada por Kellen Moore, una de las apariciones más interesantes en cuanto a coordinadores en la NFL. La defensa tiene un front seven temible, y la secundaria, a pesar de la baja de Byron Jones, tiene varios jugadores jóvenes con un piso alto y un potencial interesante.
Cualquier resultado que no sea llegar lejos en los playoffs es fracaso para la franquicia, sobre todo estando en la pobre NFC Este. Pero, a la vez, no hay una presión de ganar en lo inmediato con la renovación del sideline. La situación marina idealmente para saltar la banca y sorprender a más de uno en 2020.
Honestamente creo que los Ravens pueden ganar los 16 partidos de la temporada regular. Su calendario es accesible y la presencia del MVP, Lamar Jackson, en una ofensiva poseedora de un juego terrestre letal, será demasiado para muchas defensas.
Si Baltimore corrige el error de ser Lamar-dependiente, y agrega una dimensión más al juego aéreo con Hollywood Brown y Mark Andrews, este equipo será muy difícil de frenar.
Defensivamente agregaron a Calais Campbell, quien será de suma importancia para frenar el juego terrestre rival e imponer presión a los QB rivales desde el centro. Si bien la salida de Earl Thomas III es dura, este equipo tiene las herramientas necesarias como para suplirlo y no sufrirlo. Los Ravens se hicieron más rápidos, jóvenes, fuertes y malos (en el buen sentido de la palabra) en este último Draft. Si los Chiefs tienen la resaca habitual del ganador de Super Bowl, Lamar tendrá una chance única.
El excelente manejo del roster y el gran trabajo de la gerencia tienen sus frutos. Ravens viene de un gran año, en el que Lamar demostró todo su talento, sumado a una línea ofensiva y una defensiva que estuvieron a un nivel increíble. Pero además de esto, el equipo se reforzó con jugadores como Calais Campbell via trade, Patrick Queen y JK Dobbins, entre otros, vía draft.
La pérdida más significativa fue la de Marshal Yanda, el alma de esa OL, aunque al tener una estrella como Stanley en el LT y linieros con rendimientos como los de Orlando Brown o Matt Skura, hace imaginar que el nivel no va a caer de forma estrepitosa.
En cuanto a la defensiva cuentan con una de las mejores secundarias y el front seven se logró reforzar con más talento, por lo tanto espero una producción igual o mayor. Va a ser un equipo muy entretenido de ver y, a pesar de que creo que va a tener un pequeño bajón respecto al año pasado, la experiencia les va a servir mucho para ser más competitivos en playoff y regresar a ese ansiado Super Bowl.
A pesar de haber equipos preparados para pelear contra el campeón defensor, no creo que estén listos, o tengan la solución al gran problema que es Patrick Mahomes. Kansas City sigue siendo el principal candidato porque supieron rodear al mejor jugador de la liga y, además, la defensa ya no es un eslabón tan débil como solía serlo antes.
La offseason no fue de las más movidas, algo que en el equipo que acaba de ganar el Super Bowl suele ser algo positivo, y aunque la baja de Damien Williams es durísima, también abre paso a un rookie como Clyde Edwards-Helaire, quien se perfila para ser un compañero de lujo de Pat en el juego aéreo.
La resaca de campeón existe, pero creo que este equipo está muy bien armado como para sobreponerse a esa famosa premisa. También hay que decir que la defensa tiene un par de líderes de élite en Chris Jones y Tyrann Mathieu, que no dejarán que el nivel de este lado de la cancha desentone con la explosión que es la ofensiva de los Chiefs. Ah, y Mahomes todavía no llegó a explotar todo su potencial, y eso solo debería bastar como argumento.
Luego de tres temporadas como campeón divisional, los Saints llegan a la temporada 2020 queriendo dar ese último paso que les viene siendo esquivo de cara al Super Bowl. Por más que siempre se habla de la ofensiva como el punto fuerte del equipo, en las instancias de playoffs fue la defensiva la que dio la talla. El ataque flaqueó en momentos claves, por algunas fallas propias y otras ajenas, pero este año se encuentra renovado.
Con Alvin Kamara sano, Michael Thomas con hambre de ganar, Drew Brees sabiendo que esta puede ser su última oportunidad de aspirar a la gloria, y la defensa que sigue a un altísimo nivel, los Saints tienen todas las probabilidades a su favor para ser el representante de la Conferencia Nacional en el juego cumbre del football americano.
En la jerga futbolera hay una vieja frase que dice “equipo que gana no se toca”. El gerente general, Brett Veach, trasladó esa frase al football americano, y no solo no dejo ir a nadie, sino que en el Draft 2020 el campeón defensor adquirió jugadores que puedan darle mayores recursos ofensivos a Patrick Mahomes.
La defensa no sufrió grandes pérdidas y con el paso de la temporada demostró, de la mano del ala defensiva Frank Clark, que pueden aparecer en momentos importantes.
De la ofensiva, creo que no hay mucho para agregar. Con un jugador que puede tirar bombas y hasta pases sin mirar, con receptores que podrían ser velocistas olímpicos y con el mejor ala cerrada de la NFL, lo único que podes esperar es que ellos se equivoquen para tener chance alguna, sino 30 puntos están casi asegurados por partido. Con ese promedio, hay altas probabilidades de victoria y, en este caso, de revalidación del trofeo Vince Lombardi.
Quizás sea la última temporada en que veamos al tándem Drew Brees y Sean Payton en la liga, una dupla que ha mostrado altísima efectividad, pero que ha tenido dificultades en partidos de playoff con algunas derrotas duras sobre el final y decisiones arbitrales cuestionables.
La adición de Emannuel Sanders es fundamental para dar una segunda opción a Brees detrás de Michael Thomas. Alvin Kamara es una amenaza por tierra y la línea ofensiva es top 3 de la liga. La defensa quizás sea un poco más débil, pero la vuelta de Malcolm Jenkins podría dar un empujón de confianza a una secundaria que ha sufrido más de la cuenta. Los de New Orleans tendrán la difícil tarea de batallar contra un renovado Tampa Bay para quedarse con la división, pero este gran dúo de entrenador-mariscal va a luchar porque su última temporada los vuelva a encontrar con un anillo de Super Bowl.
El equipo de Matt LaFleur, en su segundo año como HC de Green Bay, apunta a lo más alto: regresar el trofeo Vince Lombardi a casa. Aún cuando no sea la elección más común entre los favoritos para llegar al Super Bowl LV, debemos recordar que los Cheeseheads se quedaron a una sola victoria del gran partido al que todos aspiran llegar.
La defensa, que ya demostró que es seria al mando de Mike Pettine, será respaldada por la ofensiva de LaFleur, que debe dar un salto de calidad a lo bueno que mostró la temporada pasada.
Tras un final de temporada un poco decepcionante para lo que fue su desempeño en el 2019, este debería ser el año de Lamar Jackson y compañía. El justo MVP del curso anterior está rodeado de la gente necesaria para dar el siguiente paso en su carrera y finalmente competir por el trofeo Vince Lombardi.
Un más que capaz John Harbaugh, un draft y agencia libres muy buenos, y una ofensiva que seguramente será otra vez deslumbrante, son razones más que suficientes para poner al equipo cuervo en el copón de contendientes.
Nota realizada por la redacción de No Huddle.