Comenzó la NFL y en No Huddle te traemos los que, para nosotros, fueron los perdedores de esta Semana 1. Pero si querés ver la contracara, en esta otra nota encontrarás a los ganadores de la jornada inaugural.
Decir que los Bucs fueron uno de los grandes perdedores de esta Semana 1 es decir que Tom Brady, en su debut con una nueva franquicia tras 20 años y seis anillos, también lo fue. Y es que un pésimo inicio fue el que tuvieron los de Florida.
Claro que los Saints son uno de los pesos pesados de la NFC y que Tampa tiene muchas piezas nuevas que recién se están conociendo dentro de un campo (recordemos que no existieron partidos de pretemporada), pero los de Sean Payton hicieron ver mal a Brady, a quien se cansaron de taparle a los receptores e interceptaron en dos ocasiones, siendo una de ellas devuelta para un touchdown.
Mucho ruido y pocas nueces hicieron en Semana 1 los Colts. Llegaban como grandes favoritos para aplastar, en teoría, a uno de los peores equipos en toda la NFL, pero los Jaguars los frenaron en seco, ganaron bien y dejaron a los de Frank Reich como una de las decepciones.
Sabido es que Indianapolis es un equipo que corre mucho, pero Jacksonville no los dejó e hizo que, de ganarles, lo tuvieran que hacer con el brazo de Philip Rivers. El veterano mariscal forzó un par de envíos que terminaron en intercepciones y la defensa de los Colts no estuvo a la altura de las circunstancias.
No fue la noche ideal para los niños de Jerry, que en la fiesta de inauguración del flamante SoFi Stadium de los Rams, recibieron invitación y dejaron el regalito para los dueños de casa.
Entre Goff, Malcolm Brown y Robert Woods le agitaron la defensiva a los del debutante Mike McCarthy, que para colmo de males perdió a tres jugadores importantes por diferentes lesiones durante el debut: el LB Leighton Vander Esch (fractura de clavícula), el TE Blake Jarwin y el RT Cam Erving (ambos con problemas en una rodilla).
Mucha expectativa para los Cowboys y Dak Prescott, que como siempre deberán dar la talla.
Muy mal arranque para Philadelphia, que visitando a uno de los que llevan la etiqueta de "equipos débiles", no pudieron imponerse y terminaron viendo cómo los de Ron Rivera les daban vuelta un 17-0 que, en circunstancias normales, tendría que ser ya casi un resultado definitivo.
A Carson Wentz le pegaron desde todos lados (sufrió ocho sacks) y terminó lanzando dos intercepciones detrás de una línea que contaba con dos rookies del lado derecho, Jack Driscoll y Nate Herbig.
Nota realizada por la redacción de No Huddle.