Habiéndose jugado ya la mayoría de los encuentros de la Semana 3 (queda pendiente el choque de Monday Night entre Ravens y Chiefs), en No Huddle te traemos aquellos equipos que, para nosotros, fueron los grandes ganadores de esta jornada.
Si querés ver la contracara, en esta nota te compartimos los perdedores de la fecha.
Si había un partido que los Bills tenían que ganar para demostrar que su 2-0 era de verdad, era éste que le sacaron de las manos a unos Rams que también llegaban perfectos. El choque fue eléctrico y tuvo de todo: Buffalo lo ganaba 28 a 3, los de Sean McVay se lo dieron vuelta pero, sobre el final, y tras cometer una polémica interferencia defensiva cuando habían frenado al ataque en cuarto down, Josh Allen encontró en la endzone a su ala cerrada con 15 segundos en el reloj y el resto fue historia. Victoria 35 a 32 y 3-0 para Bills.
Lo de Russell Wilson es una cosa de locos. El hoy máximo candidato a ser MVP volvió a pasar para cinco touchdowns (y ninguna intercepción), una semana después de también haber conectado para cinco anotaciones (y una INT) en el duelo ante Patriots. Seattle supo contener a Zeke Elliott, tuvo a un inspiradísimo Tyler Lockett (tres recepciones para TD) que hizo de principal arma para Wilson y, a pesar de que en el último drive Dallas pudo haberlo empatado -o ganado si iban por la conversión de dos puntos-, el equipo de Pete Carroll se impuso por 38 a 31 y continúa invicto.
Ah, y este blooper de Metcalf fue fatal:
METCALF 😴😴@DangeRussWilson fue profundo y tenía el touchdown con Metcalf, pero... https://t.co/TJOjBvd5uK
— No Huddle (@nflnohuddle) September 27, 2020
Increíble pero real: los Bears están 3-0. Y lo de Atlanta está alcanzando límites insospechados (otra semana están entre los perdedores de la jornada). Nuevamente épico lo de Nick Foles, quien había llegado desde Jacksonville para ponerle algo de pimienta a la competencia con un Mitch Trubisky que parecía estar encontrándole la mano a su ataque en las pasadas jornadas, pero que ayer se mostró errático. El MVP del Super Bowl LII ingresó en el tercer cuarto y pasó para tres touchdowns en el último período para venir de atrás y remontar una distancia que era de 16 puntos. Triunfazo para los de Matt Nagy, 30 a 26.
De la mano (¿o del pie?) de un Stephen Gostkowski que otra vez volvió a ser clave para su equipo, los Titans superaron a unos Minnesota Vikings que no pegan una y ven cómo su récord se transformó en un amargo 0-3. Pero acá estamos para halagar a Tennessee. Ryan Tannehill (321 yardas, una INT) y Derrick Henry (119 yardas, dos TD) fueron los caballitos de batalla por los que esta franquicia les paga para que sean, y gracias al expateador de New England, que convirtió seis goles de campo (récord personal para él) incluyendo el decisivo con 1:44 por jugarse en el reloj, los de Mike Vrabel ganaron 31 a 30, siguen perfectos y miran a todos desde arriba en la AFC Sur.
Tengo un papel que dice que soy periodista. Fui prensa, trabajé en diario Olé y me sumé a No Huddle como editor. De los Colts de Peyton.
