Cada semana que pasa hay menos partidos para ver, pero en No Huddle vamos a seguir hablando de los rookies que vienen pisando fuerte dentro de los equipos candidatos a llegar al Super Bowl. En esta oportunidad sucedió lo contrario a lo que vimos la semana pasada, ya que los novatos que más se destacaron vinieron del lado de las defensas. A pesar de que tuvimos alguna que otra buena actuación en la ofensiva (podríamos mencionar a Tristan Wirfs, quien tuvo uno de sus mejores desempeños en la temporada bloqueando a Cam Jordan), hubo múltiples nombres que brillaron en defensa pero destacamos a los dos siguientes.
Sin lugar a dudas, una de las sorpresas de la temporada fue el CB salido de la universidad de Louisiana Tech. Su participación en Kansas City fue instantánea, ya que desde la primera semana jugó casi el 100% de los snaps, algo poco esperable que le suceda a un jugador seleccionado en la cuarta ronda y mucho menos en el último equipo campeón del Super Bowl. En lo que se refiere al partido, Sneed no tuvo la actuación que los aficionados pudieran querer de él, pero su importancia en un rol más de pass rusher en blitz fue determinante para el resultado final.
Una enorme cantidad de sus snaps vienen desde el slot, por lo que es entendible su búsqueda por ponerle presión al QB rival. Eso sí, no fue su mejor desmpeño en cuanto a coberturas: en los cinco targets que tuvo el receptor que le tocaba cubrir, se lograron completar esos cinco pases para un total de 49 yardas, siendo esta cantidad la segunda mayor permitida por Sneed en toda la temporada. Lo que lo hace merecedor de estar entre los rookies de la semana es su sack y sus dos presiones logradas, algo determinante para frenar al ataque de los Browns. Para cerrar, podemos decir que obtuvo seis tackles totales, de los cuales tres fueron individuales y dos de ellos para pérdida de yardas.
Winfield es el ejemplo claro de cómo un rookie se puede convertir en uno de los jugadores más determinantes de su defensa en solo un año. El safety, salido de la universidad de Minnesota, fue un home run para unos Bucs que veían una falta de talento entre sus defensive backs. Encontrarse con un profundo que puede tanto salir en cobertura como jugar más cerca de la caja y ser una máquina de tackles, y hasta ir uno contra uno enfrentando receptores, son cosas muy dificiles de hallar en un draft, pero parece que Tampa lo logró hacer.
Quizás no sea un candidato al rookie defensivo del año, pero su cantidad de tackles, sacks, fumbles forzados y hasta intercepciones, muestran la polifuncionalidad que puede llegar a tener. En lo que respecta al choque del pasado domingo frente a los Saints, Winfield tuvo una de las jugadas más importantes: el balón suelto conseguido sobre Jared Cook. Tampa venía abajo en el marcador por siete puntos y los de New Orleans tenían la oportunidad de ampliar esa ventaja, pero su gran acción logró darle un giro de 180° al partido y la oportunidad de volver a empatar, que fue lo que consiguieron Tom Brady y su ofensiva en el siguiente drive. En lo que respecto al resto de sus números, logró seis tackles totales, de los cuales cinco fueron individuales y no falló ninguno. En cuanto a coberturas, fueron tres los targets que recibió, pero solo dos para pases completos y de nada más que 15 yardas.
Especializado en Futbol americano colegial. Lo cubre desde 2019. Conductor de De Cara al Draft y participa en Redshirt Podcast. Redactor de la página web.