El último lunes, en medio del Monday Night Football entre los Indianapolis Colts y Baltimore Ravens, un escándalo sacudió por completo al mundo de la NFL: un artículo del New York Times salió a la luz mostrando varios correos electrónicos que el ahora ex entrenador en jefe de los Las Vegas Raiders, Jon Gruden, había enviado hace 10 años a ejecutivos del (ahora) Washington Football Team en medio de una investigación por diversas denuncias sobre los empleaños de la franquicia.
En esos correos se puede leer a Gruden utilizando lenguaje homófobo e insultando al comisionado de la liga, Roger Goodell. Esto también se suma a otra filtración que había surgido el viernes por el Wall Street Journal con comentarios racistas sobre el jefe de la NFLPA (Asociación de jugadores) DeMaurice Smith.
El entrenador ya había salido a decir que “se había equivocado fuertemente” y que “nunca tuvo un pensamiento racista” en la conferencia de prensa previa al juego del último domingo contra los Bears, pero la situación finalmente desencadenó en su renuncia.
Lo que primero se conoció este viernes fue cómo se había referido hacia Smith llamándolo ‘Dumboriss Smith’ y haciendo referencia al tamaño de sus labios comparándolos con unos neumáticos. Gruden intentó calmar la situación el sábado en conferencia de prensa, alegando que sus comentarios no tenían connotación racial y que no se consideraba racista. Sin embargo, la comunidad afroamericana vinculada a la NFL rechazó sus disculpas.
Lenguaje ofensivo y repercusiones inmediatas
Anoche durante pleno segundo cuarto del Monday Night Football (donde Gruden fue comentarista unos años atrás), se publicó el artículo del Wall Street Journal donde critica fuertemente al comisionado Roger Goodell llamándolo “faggot” (algo que en español se podría traducir como “maricón”) por “haber obligado” al entrenador de los en ese entonces St. Louis Rams, Jeff Fisher, a draftear a personas “queers” (aunque actualmente el término ha ganado aceptación en la comunidad LGBT, el mismo tiene un origen peyorativo hacía los homosexuales) aludiendo al caso de Michael Sam, que se declaró abiertamente homosexual en el proceso previo al draft 2014 donde fue elegido por los Rams en la sexta ronda.
Esto no fue lo único: en otros correos, Gruden lanzó insultos homófobos y transfóbicos, y pidió que la NFL despidiera a Eric Reid, safety ex 49ers, por arrodillarse durante el himno en protesta contra los crímenes raciales.
La renuncia de Gruden
Tan sólo una hora después de la publicación del New York Times, Tom Pelissero reportó que el entrenador había decido renunciar a su cargo luego de una reunión con el dueño, más tarde el mismísimo Gruden lo confirmaría lanzando el siguiente comunicado:
“He renunciado como Entrenador en Jefe de los Las Vegas Raiders. Amo a los Raiders y no quiero ser una distracción, gracias a todos los jugadores, entrenadores, personal, y fanáticos de la Raiders Nation. Lo siento, nunca quise herir a nadie.”
Jon Gruden
Mientras tanto el dueño Mark Davies lanzó el siguiente comunicado:
“He aceptado la renuncia de Jon Gruden como Entrenador en Jefe de los Las Vegas Raiders.“
Mark Davis
Ahora queda ver qué deparará el futuro tanto para Gruden, para quien su carrera dentro de la NFL parece haber llegado a su fin luego de este escándalo, como para los Raiders, que después de haber empezado la temporada 3-0 encadenaron dos derrotas seguidas y el próximo domingo se enfrentarán a los Denver Broncos de visita. Resulta cuanto menos curioso que Las Vegas cuente en su plantel con Carl Nassib, quien se declaró abiertamente gay antes de comenzar la temporada siendo el primer jugador en activo de la historia de la NFL en hacerlo, mientras su entrenador se ve envuelto en este escándalo.
Mientras tanto, el coordinador de equipos especiales Rich Bisacchia quedará como entrenador interino del equipo hasta el final de temporada y tendrá como duro trabajo enderezar el barco después de este golpe tan fuerte para la franquicia a nivel de imagen como de moral dentro del vestuario. Mientras, la NFL seguirá su curso porque, como ya sabemos, no para nunca.
