Este domingo Tom Brady pisará el Gillette Stadium por primera vez como jugador de Tampa Bay. Eso todavía no suena familiar, aunque ya haya pasado más de un año (y otra victoria en el SuperBowl) de la salida del mejor mariscal de campo de la historia de New England. Justo esta semana se cumplieron 20 años de aquel 23 de septiembre de 2001, el día en el que la leyenda comenzaba. La lesión de Drew Bledsoe terminó siendo lo mejor que le podría haber pasado a la franquicia de los Patriots en su historia. Acá llegaba ese chico proveniente de la universidad de Michigan, con un físico digno de un oficinista y una cara para modelar perfumes en los carteles de Estados Unidos. Brady había sido la selección global número 199 en el Draft del 2000 y esa fue una de sus grandes motivaciones a la hora de demostrarle a la liga lo equivocados que habían estado al dejarlo pasar.
Ahora viniendo al presente, la última vez que Tom había jugado en Foxboro había sido en el Wild Card game ante los Titans en el 2019. La derrota 20-13 de ese día fue aún más dolorosa viendo que su útlima jugada con la camiseta azul, gris y roja fue un Pick 6 interceptado por su antiguo compañero Logan Ryan. El partido terminó, Brady caminó por el pasillo con la cabeza abajo y su postura corporal ya nos anticipaba lo que vendría poco tiempo después. El mariscal que nos había llevado a nueve SB y había ganado 6 de ellos (todos los que nuestra franquicia ganó en su historia) ya no volvería jugar para nosotros.
La noticia cayó como un balde de agua fría, eso no estaba planeado. Brady y Belichick iban a estar en New England por siempre, o al menos hasta que se cansaran de ganar tanto. Foxboro era el patio de su casa ¿Quién se iba a imaginar a Tom Brady, a sus 42 años, yendo a otro equipo? Era como imaginarse a Riquelme no jugando más para Boca, o a Gallardo dejando de dirigir a River. Pero como todo cuento feliz, tiene un final. Y cuando eso llega, uno se olvida de todo lo bueno que vivió antes de eso.
El fanatico de New England no fue realmente consciente de lo que había pasado hasta el 7 de febrero del 2021. Brady volvía a ganar un SB pero esta vez con otro equipo, con otros colores y con otros fanáticos. La pandemia fue cediendo terreno, los calendarios volvieron a la normalidad y los hinchas volvieron a los estadios con capacidad total. Y el domingo 3 de octubre será la primera vez que la gente reciba a su leyenda viviente en su estadio pero como visitante. Una cosa es segura, habrá muchas reacciones de los fanáticos el domingo. Para aquellos que miran el juego o en casa, habrá tanta emoción de 20 años completos empaquetados en solo una noche más. Esta debería ser la última y única vez que Brady salga al campo contra los New England Patriots. Habrá tanto aplausos, así como abucheos de aquellos que creen que Tom traicionó a los Patriots al dejarlos.
Por otra parte, también está la incógnita de como será la recepción de su antiguo HC y maestro Bill Belichick. La relación entre ellos no quedó del todo bien luego de la salida del número 12 y poco se sabe si el desgaste de la misma fue una de las causantes de su salida. Algunos asegurán que fue Bill quien le dio salida a Brady para rearmar el equipo, otros aseguran que Tom vio que los Patriots ya no tenían potencial de campeón y por eso buscó otra alternativa.
"Conozco ese vestuario, conozco el vestuario local, conozco el tunel, conozco para que lado sopla el viento, conozco todo sobre ese lugar. Se como huele, se lo que se siente al jugar un partido por la noche, me acuerdo de como suenan los fanáticos cuando alientan. Eso será realmente único, nunca tuve esa experiencia de estar del otro lado así que será interesante", dijo Brady.
Por lo pronto, lo que es seguro, es que Tampa Bay visitará a New England este domingo y que aparte de la nostalgia, la recepción y el reconocimiento hay un partido de football. Ambos equipos llegan luego de una derrota pero realmente eso pasa a un segundo plano. El hijo pródigo regresa a casa, donde fue más feliz, donde se convirtió en la máxima leyenda de este deporte...el resto serán detalles.
Periodista deportivo especializado en gráfica. Sigue la NFL desde el 2002 y el College Football desde 2014. Es redactor en No Huddle desde 2020.