Si le hubiéramos dicho a un hincha de Tampa Bay que llegarían al Super Bowl en su casa, seguramente nos habría tildado de locos. Sin embargo, es lo que pasó: el equipo de Bruce Arians será el primero en la historia en jugar el partido más importante del año como anfitrión en su propio estadio. Y lo hará frente a los campeones reinantes, Kansas City Chiefs, en lo que promete ser un enfrentamiento intenso y apasionante.
Sin embargo, esta historia no se explica sin una pieza clave: Tom Brady. El entonces mariscal de los Patriots se encontraba sin equipo por primera vez en 20 temporadas, los Bucs no lo dudaron y, unos días después de convertirse en agente libre, firmó con la franquicia. Así, el legendario jugador se sumaba a un plantel con una ofensiva potente y una defensa joven y agresiva. En consonancia, Rob Gronkowski, quien estaba retirado, decidió volver a jugar y consiguió que los Patriots (con quienes aún mantenía contrato) lo intercambiaran para poder reunirse de nuevo con su mejor socio.
La temporada no empezó de la mejor manera para Tampa, que cayó en el partido inaugural frente a los Saints por 31 a 23. A Brady le costó un poco, pero consiguió adaptarse mucho más rápido de lo pensado a un sistema ofensivo distinto, sin contar con la habitual pretemporada para afinar detalles. Con todo, la derrota contra Chicago (20-19) los puso con marca de 3-2 y generó dudas sobre si tenían lo necesario para llegar lejos.
Los Bucs despejaron rápidamente esas preguntas con una espectacular victoria sobre Green Bay por 38 a 10 (en donde se vio con claridad que la defensa merecía respeto) y luego consiguieron otros dos triunfos ante los Raiders (45-20) y Giants (25-23) para ponerse 6-2. Vendrían más turbulencias, con tres derrotas frente a Saints (38-3), Rams (27-24) y Chiefs (27-24), todos ellos equipos de playoffs, en las siguientes cuatro jornadas. Tras la semana de descanso en la fecha 13, el equipo se recuperaría para ganar los últimos cuatro cotejos y clasificar a postemporada como comodín, con marca de 11-5.
Ya en postemporada, enfrentaron a un duro y sorpresivo equipo de Washington que, pese a tener a Taylor Heinicke de mariscal, opuso fuerte resistencia. No obstante, los Bucs se impusieron 31-23. En la ronda de división, Tampa dio la nota y finalmente pudo superar a New Orleans por 30 a 20 en el Superdome, con una soberbia actuación defensiva (con cuatro turnovers) y un juego eficiente de Brady. Y en el partido de campeonato, gracias a una gran primera mitad del QB, sumada a otra destacada performance de la defensa, que limitó a Aaron Rodgers en momentos clave de la segunda mitad, los Bucs vencieron a los Packers 31-26 en el mismísimo Lambeau Field para llegar al Super Bowl LV.
Si de números hablamos, TB12 demostró nuevamente que la edad no le pesa: a sus 43 años, lanzó para 4633 yardas (65,7% de pases completos), 40 touchdowns y 12 intercepciones (passer rating de 102,2). Sus principales armas aéreas fueron Mike Evans (70 recepciones, 1006 yardas y 13 anotaciones), Chris Godwin (65 recepciones, 840 yardas y siete touchdowns) y Rob Gronkowski (45 recepciones, 623 yardas y siete anotaciones). En el juego terrestre, el corredor más destacado fue Ronald Jones II (192 acarreos, 978 yardas y siete touchdowns, más 28 recepciones para 165 yardas y otra anotación).
La defensa no está bien rankeada contra el ataque aéreo (es la 21° en yardas permitidas), pero es la mejor contra la carrera. Con nombres como Devin White, Lavonte David, Jason Pierre-Paul, Shaq Barrett, Jordan Whitehead y Ndamukong Suh, Todd Bowles tiene a su disposición una unidad capaz de jugar de manera agresiva y conseguir turnovers.
De la mano de Brady los Buccaneers llegan al Super Bowl por primera vez desde 2002, año en que ganaron su primer título. ¿Podrán obtener otro frente al mejor equipo del momento?
Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.
