Edelman: la despedida de un ícono

13 de Abril de 2021
El wide receiver fue el MVP del Super Bowl LIII, que los Patriots le ganaron a los Rams. Esa noche consiguió su tercer anillo. Foto: Reuters

En pleno verano bostoniano, un generoso puñado de fans se acercaron a Foxboro a ver a las estrellas de los Patriots preparar la nueva temporada de la NFL. Estaba Tom Brady, quien volvía de una lesión que lo había borrado el año anterior. También Randy Moss, Wes Welker, Tedy Bruschi, Richard Seymour antes de su pase a Oakland y el literalmente enorme Vince Wilfork. A ellos se unían los nombres menos pesados y, por supuesto, los novatos de mayor y menor perfil. Entre los gritos y los aplausos a las estrellas que buscaban el cuarto Lombardi, se colaban algunos abucheos. Nada personal, pero en los inmensos planteles de pretemporada hay jugadores que no están a la altura.

Un claro ejemplo era el petisito aquel, al que le costaba atrapar los despejes. Belichick siempre tuvo la mecha corta y los errores de este chico no iban a pasar desapercibidos. Una mirada rápida al listado que se entrega a los espectadores de cada sesión de training camp bastaba para identificarlo por su número 11: se llama Julian Edelman y estaba listado como receptor. Un poco de investigación revelaba que en la universidad de Kent State jugaba como quarterback, pero que se había cambiado el puesto para sobrevivir entre los profesionales. El chico, muy petisito él, era un caso perdido. En esta pretemporada de 2009, mejor seguir mirando a las estrellas.

Ahora es abril de 2021 y, en un mundo lo suficientemente sacudido y en una región que todavía no superó la partida de Brady y que tuvo que verlo ganar otro Super Bowl junto a Gronk con otro uniforme, New England despide a otro de los grandes emblemas de su historia. Twitter informó primero que una revisión médica con resultados negativos llevó a la rescisión del contrato de Julian Edelman y luego el propio WR anunció su retiro de la NFL.

"Siempre lo dije, continuaría hasta que se caigan las ruedas. Finalmente se cayeron", anunció en un emotivo video en sus redes sociales. A los 34 años, con tres anillos, un premio al MVP de un Super Bowl e innumerables gratos recuerdos, dejó el deporte el receptor más importante en la historia de la franquicia. No, no me olvidé de Troy Brown y menos de Randy Moss.

 
 
 
 
 
View this post on Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A post shared by Julian Edelman (@edelman11)

Se hizo de abajo

Crecimiento de la magnitud de la que experimentó Edelman hay poco en la NFL. Sus primeras cuatro temporadas consistieron en sobrevivir en un roster haciendo cualquier cosa que le pidieran sus entrenadores. Para un jugador elegido en la séptima ronda de un draft, en particular un receptor con nula experiencia en la posición a nivel universitario, la clave está en el aporte que haga en equipos especiales. Ahí hizo su doctorado Jules, como especialista en retorno de patadas, en particular despejes. Sin embargo, básicamente hizo todo lo que se le pidió: hasta jugó como cornerback en 2011. De hecho, en la final de conferencia ante los Ravens, jugó 27 de los 73 snaps defensivos que tuvo New England, un rol mayor al de una situación de emergencia. El físico no lo ayudó durante este período, con 10 lesiones entre 2009 y 2013.

Justamente, ese año fue el punto de inflexión y coincidió con la partida a Denver de Wes Welker. Edelman asumió el rol del histórico #83, quien había tenido una excelente conexión con Brady, pero falló en un momento cúlmine al soltar un pase que podría haber sentenciado el Super Bowl XLVI a favor de los Patriots y dejó New England sin campeonatos. La regularidad que le había costado obtener a Julian la consiguió esa temporada, en la que superó por primera vez las mil yardas (1.056), hito que repetiría en 2016 y 2019.

Desde entonces, se convirtió en un baluarte en Foxboro. Las lesiones intentaron ponerle palos en la rueda y hasta se perdió una temporada completa, en 2017, por una rotura de ligamentos. Sin embargo, fue un símbolo de resiliencia, como el slot receiver más importante de la liga. Durante los últimos años de TB12, el protagonismo fue aun mayor: fue el foco del juego de pases cortos que planteó Josh McDaniels y también el principal objetivo a contrarrestar de las defensivas rivales. En definitiva, se ven pocas coberturas dobles o triples a un receptor de slot.

Es verdad que los números de temporada regular reflejan a un receptor del montón. Tan cierto como que en playoffs, Edelman fue una bestia completamente diferente. Con 1.442 yardas en 118 recepciones, está en el segundo lugar histórico en ambas categorías en playoffs, detrás de Jerry Rice. Desde el pase de TD de 51 yardas a Amendola en la ronda divisional contra los Ravens a principios de 2015 para empezar a dar vuelta un partido dificilísimo, hasta el Super Bowl MVP que ganó en febrero de 2019 en el triunfo sobre los Rams, Minitron creó los principales highlights de su carrera.

Atrapó el touchdown que resultó ser el ganador contra los Seahawks en el Super Bowl XLIX, registró una recepción increíble en el LI frente a los Falcons y fue uno de los líderes ofensivos en los 13 partidos de playoffs que ganó en su carrera. En total, New England llegó a la gran final cinco veces desde que drafteó a Edelman y su influencia es evidente: ganó las tres en las que la Ardilla tuvo al menos un target y perdió los otros dos, ante New York en 2012 (solo participó en equipos especiales) y Philadelphia en 2018 (lesionado).

El mejor amigo de Brady

Hasta que Tom pegó el portazo en 2020, la relación con Edelman fue totalmente especial. El QB había tenido conexiones clave con Brown, con Gronk, con Welker, pero el lazo que lo unió a Jules fue diferente. "Vamos a anotar y vamos a ganarlo, es para tu mamá", se escuchó en la banca de los Patriots antes del OT del Super Bowl LI. New England le había remontado un partido increíble a Atlanta y Julian motivaba a su mariscal, que tenía entre el público a su madre, quien estaba en pleno tratamiento por un cáncer. Charlas hay miles. "¿Corriste hasta allá?", le preguntó una vez Edelman a TB tras un festejo por un touchdown de devolución del 11. El 12, que se preparaba para entrar a la cancha y al final ingresó corriendo hasta la endzone solo para festejar la anotación, respondió: "Sí, tenía que felicitar a mi amigo". Oriundos los dos de California, la relación se volvió muy cercana en el tiempo, especialmente con la explosión de Edelman en 2013.

En enero, antes de que Brady y Gronkowski ganaran un título más en Tampa Bay, Julian recordó su relación con su ex QB: "Es como un matrimonio en el que se distancian, pero todavía se aman. Todavía hay amor. Incluso hasta puede haber hijos. Nosotros tenemos tres". Sí, nacidos en febrero de 2015, 2017 y 2019. Al wide receiver le costó mucho la separación. Cuando se confirmó el trade que sentenciaba el retorno de Gronk a la NFL, Edelman dejó de seguir a Tom en Instagram, aunque le volvió a dar follow poco tiempo después. En la misma red social, el receptor felicitó a TB12 por su coronación con los Buccaneers. La conexión con Cam Newton no fue la misma: ni siquiera atrapó un TD de su nuevo quarterback en un 2020 en el que una lesión en el tendón rotuliano lo forzó a perderse 10 partidos.

 
 
 
 
 
View this post on Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A post shared by Julian Edelman (@edelman11)

¿Hall of Famer? Hall of Famer

El debate empezó en las redes ni bien anunció el retiro. ¿Pertenece Edelman al Hall of Fame? Los números fríos parecen indicar que no. Apenas tres temporadas arriba de las mil yardas, con 6.822 totales en su carrera, 620 recepciones y 36 TDs atrapados, siempre en temporada regular. Estas cifras no lo ponen ni remotamente cerca de la discusión.

Sin embargo, es imposible pensar la historia reciente de la NFL sin el #11 de los Patriots. Fue el MVP del Super Bowl LIII, en el triunfo 13-3 sobre los Rams, donde sumó 149 yardas totales. En otro, atrapó el touchdown ganador, el que puso el 28-24 definitivo ante Seattle en el XLIX, antes de la inolvidable intercepción de Malcolm Butler. Pero la jugada que quedará como la más recordada de su carrera fue en el otro Super Bowl, el LI ante los Falcons, en el que los Patriots remontaron un 3-28 en buena parte porque Edelman, con la punta de sus dedos, rescató un pase perdido e hizo sobrevivir el drive del empate cuando quedaban menos de tres minutos de partido.

Tres títulos con tres participaciones estelares para el segundo WR más productivo en playoffs en la historia de la NFL. El slot receiver top entre sus contemporáneos y de toda la vida de la franquicia, de los más destacados de todos los tiempos, una de las figuras principales en la segunda oleada de campeonatos en el noreste estadounidense. ¿No hubiera sido nada de eso sin su amigo Brady? Probablemente. ¿Brady hubiese ganado sus últimos tres anillos en Massachusetts sin su amigo Edelman? Probablemente no. Tampoco sirve pensar en escenarios que no sucedieron: ambos estuvieron ahí y, juntos, ganaron todo. Un jugador icónico que merece un lugar icónico. Cuando el físico no le dio para más, se retiró en su casa. Foxboro Forever.


Francisco Freidenberg

Francisco Freidenberg

Periodista que cubre NFL desde 2015. Especialista en Fantasy Football. Coorganizador de la Superliga Argentina de Fantasy.