Nueva temporada, nuevos objetivos. Los rosters son, en su gran mayoría, diferentes a lo que fueron a finales de la temporada pasada y con ellos ingresa una nueva camada de rookies.
La agencia libre y el Draft quedaron atrás, para dar comienzo a los trabajos de pretemporada y desde No Huddle haremos un repaso del Power Ranking de acuerdo a cómo actuaron las franquicias desde que terminó la temporada regular, al día de hoy.
En esta primera edición, conocerás a los puestos 16 al 9 del ranking.
Friendly reminder: No odiamos a tu equipo. Solo queremos hacerte enojar.
Pittsburgh es otra de las franquicias que sufrió demasiado en esta agencia libre, sobre todo del lado ofensivo. Entre las salidas más destacadas están la de James Conner (en Arizona), Alejandro Villanueva (en Ravens) y el retiro de Maurkice Pouncey. Una línea que de por sí no fue de las mejores la última temporada, pierde dos titulares importantísimos.
El draft por otra parte, sirvió para reforzar puestos más que necesarios en este roster y agregar profundidad en la ofensiva. Aún así, y a pesar de lo fuerte que es su defensiva, Tomlin está ante la posibilidad de sufrir su primera campaña con récord negativo, ya que cuenta con el calendario más complicado, una división cada vez más dura y un roster que ofrece pocas alternativas.
Hay muchas expectativas puestas en los Chargers para esta temporada. Y no es para menos, ahora que tienen a Brandon Staley, una de las mentes defensivas más importantes del momento, como su HC. La franquicia inmediatamente atacó el punto débil del roster y trajo a Corey Linsley y a Matt Feiler para reforzar la línea ofensiva y darle mejor protección a Justin Herbert, que no debería tener problemas para seguir mostrándonos su juego espectacular.
Párrafo aparte (literalmente) para el Draft, en donde los Chargers fueron uno de los grandes ganadores. Cubrieron todas sus necesidades, no tuvieron que gastar de más para hacerlo y consiguieron talento a lo largo de las rondas. En especial, esa dupla de Rashawn Slater y Asante Samuel Jr. va a ser parte importante del equipo en los próximos años. Lo único que puede descarrilar al equipo son las lesiones, que vienen siendo su talón de Aquiles desde hace varias temporadas. Pero si sus principales figuras (particularmente Joey Bosa y Derwin James) se pueden mantener sanas, el cielo es el límite para los Chargers.
Si hay un equipo que quiere dejar atrás la última temporada lo antes posible, son los Cowboys. En el primer año con Mike McCarthy como HC, el roster estuvo plagado de lesiones en puestos claves y la defensa fue de las peores de la última década. Por fortuna, eso quedó en el pasado y Dallas recuperará a todos sus titulares, fundamentalmente a Dak Prescott, quien firmó un contrato multimillonario el pasado mes de marzo.
Del lado defensivo, las necesidades eran tantas que hay un nuevo coordinador defensivo a cargo, el ex HC de Atlanta Falcons, Dan Quinn, y un sinfín de adiciones entre agencia libre y el Draft, que buscan sanear la pobre imagen que dejó esta unidad el año pasado.
Los Dolphins redondearon otro muy buen draft y se aseguraron la llegada de piezas dinámicas que le den mayor comodidad a Tua Tagovailoa para que pueda dar el salto en su segundo año en la liga. Will Fuller y Jaylen Waddle dan mayor velocidad a un ataque que fue lento y que podrá explotar mucho mejor el ancho y el largo del campo de juego para generar estrés en las defensas rivales.
La defensiva fue notable, pero la llegada de Jaelan Phillips y Jevon Holland permitirán dar mayor flexibilidad a Flores en cómo planea sus domingos. Que el pass rush llegue al mariscal rival con sólo cuatro jugadores será clave si quieren lograr destronar a los Bills en lo más alto de la división. La reconstrucción del equipo ya fue finalizada, y si este año no accede a los playoffs, podría verse como un fracaso.
Denle crédito a Mickey Loomis, quien consiguió el milagro de generar espacio salarial para un equipo que estaba excedido en más de 100 millones de dólares, aunque para ello tuvieran que perder a algunos jugadores de peso. La agencia libre fue austera, pero el núcleo del equipo permanece. No obstante, les será imposible reemplazar lo que hizo Drew Brees, quien finalmente se retiró en la offseason, tenía para brindarles. El problema para Sean Payton es decidirse entre Taysom Hill, su navaja suiza probada y de correcta actuación cuando fue titular, o Jameis Winston, quien espera su momento para recuperar la titularidad desde que salió de Tampa Bay. Algunos veían quizás la posibilidad de que Payton apostara fuerte por un QB en el Draft, pero ello finalmente no ocurrió (más allá de que eligió a Ian Book en la cuarta ronda).
El desafío es claro: el HC deberá maximizar el talento que tiene a su disposición y conseguir buenos resultados en una división que incluye al vigente campeón de la liga.
Dos grandes refuerzos para esta nueva temporada baja: en primer lugar la llegada de Trey Lance luego de que la franquicia haya subido al tercer lugar del draft, y en segundo lugar la recuperación de varios jugadores afectados por lesión en la última temporada. Si San Francisco logra mantenerse saludable y el mariscal novato puede dar rápidamente el salto a la NFL entonces los de la bahía podrán estar rápidamente como contendientes luego de haber alcanzado un Super Bowl hace tan sólo dos años.
Quiénes vuelven de la lesión será el propio Jimmy G, quien posiblemente sea el titular en la primera semana, pero adicionalmente en defensa serán nombres importantes los que vuelvan como Solomon Thomas, Nick Bosa, Dee Ford y Ezekiel Ansah, que volverán a dar a esa DL la disrupción que supo tener para ganar grandes partidos. Un equipo que no cuenta con grandes receptores, pero que a partir del juego terrestre de Kyle Shanahan sienta la bases para las jugadas explosivas.
Uno de los equipos que más sufrió en la última temporada baja por la salida de jugadores, sobre todo en la secundaria entre los que se destacan las idas de Malcolm Butler, Adoree Jackson y Desmond King. La llegada de Janoris Jenkins, Caleb Farley y Elijah Molden, estos últimos dos a través del draft, pueden suplir esas falencias aunque nunca es fácil para los novatos adaptarse a esta posición. En el front seven, el arribo de Bud Dupree, quien llega con algunas dudas sobre durabilidad, podrá dar más disrupción en uno de lo que habían sido los puntos bajos en 2020.
El ADN del equipo en ataque es claro, y empieza a partir del juego físico de la línea ofensiva que se refuerza con Dillon Radunz y la potencia de Derrick Henry corriendo detrás. A partir del play action y las jugadas de engaño es donde Tanehill se hace más efectivo sin embargo la falta de receptores más explosivos puede eventualmente jugarle en contra al equipo de Mike Vrabel.
Tras el retiro de Phillip Rivers el equipo de Indianapolis se encontraba en busca de QB, y recordemos que hace no tanto ocurría algo similar con Andrew Luck. Lo cierto es que durante la temporada baja aseguraron la llegada de Carson Wentz, que quizás pueda encontrar un ambiente más estable y propicio para explotar sus talentos, pero tras un muy magro 2020 su performance es aún un signo de pregunta.
El equipo tiene algunos puntos de mejora, sobre todo en su línea ofensiva (aún a pesar de haber asegurado a Fisher) y en el cuerpo de receptores, por lo que será nuevamente la defensiva será la que deba mantener en partido al equipo para que pueda generar buenos resultados. De ese lado del balón consiguieron a Kwity Paye para reforzar una buena línea defensiva que buscará generar mayor disrupción contra el pase y el acarreo.
Co-Founder de No Huddle. Editor, redactor y conductor de los distintos productos del medio. Sigue la NFL desde 2012 y la cubre desde 2020. Especialista en Dallas Cowboys.
Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.
Economista de carrera, escritor por pasión. A los diez años mi viejo me regaló la 13 de Dan Marino y desde entonces el aqua y naranja corre por mis venas. Después de algunas temporadas de amor/odio, el deporte se convirtió en casi una obsesión. Me encanta analizar los Xs & Os y puedo invertir fácil 20 minutos de mi día mirando una sola jugada.