Las franquicias de la NFL han tenido a lo largo de la historia gran cantidad de jugadores destacados de los pueden sentirse orgullosos, tanto por su rendimiento dentro del campo de juego como su liderazgo fuera de él. En No Huddle les traemos a aquellos que de gran manera han representado los colores de su equipo. Hoy, los cinco mejores de Miami Dolphins en la historia.
La franquicia del sur de la Florida no tiene una historia tan larga como otras de la NFL, ya que fue creada en 1965 como parte integrante de la AFL. En estos más de 50 años de trayectoria, y sobre todo en la primera mitad de su historia, este equipo fue muy exitoso de la mano de la conducción de Don Shula y los últimos años de Dan Marino. A partir del nuevo milenio, las cosas no siguieron igual, y los Dolphins atravesaron muchos años de mediocridad y sin un QB definido, problema que entre Griese y Marino los fans de South Beach no sabían que existía.
Es así como en esta lista vamos a encontrar cuatro jugadores de la etapa temprana de la vida de la franquicia, y sólo uno que encontró buena cantidad de éxito después del año 2000. La ilusión es que los Dolphins vuelvan a ser una franquicia competitiva y que logren recuperar los años de gloria, como en 1972, donde consiguió un récord perfecto en temporada regular además del Super Bowl, único equipo en la historia de la liga en lograrlo.
Este es un ejemplo de los grandes jugadores que el coach Shula logró identificar y convertir en un ancla del equipo. El punto más alto de su juego, sin dudas, se encontraba en el ataque terrestre. Combinaba tamaño y capacidad atlética para salir de la línea y atacar el backfield, donde violentamente llevaba a defensivos rivales al suelo. Gracias a su juego los Dolphins de 1972 pudieron correr casi 3.000 yardas.
Little siempre fue considerado como uno de los mejores linieros de la liga en sus años de actividad. A lo largo de su carrera tuvo cinco selecciones en el Pro Bowl y cinco apariciones consecutivas como All-Pro. Fue inmortalizado el Salón de la Fama en 1993, e incluido en el equipo de la década de 1970 del salón de la fama.
Como dato curioso siempre surge que él no estuvo feliz cuando fue intercambiado a Miami, ya que era un equipo sin historia y recién fundado, por lo que no se esperaba mucho de la franquicia. Además, apenas llegó al primer entrenamiento el Coach Shula le preguntó por su peso, e inmediatamente le dijo que perdiera unos diez kilos si quería jugar en el equipo. Little siguió las recomendaciones del entrenador, y el resto es historia.
Csonka llegó a los Dolphins en 1968. Su preponderancia física para correr entre los tackles y dominar a los jugadores defensivos a través del contacto convirtió a Miami en el mejor equipo por tierra en 1971 y 1972, y el tercer mejor equipo en 1973. Temporadas importantes ya que los Dolphins jugaron el Super Bowl en esos tres años, donde el RB acumuló más de 3.000 yardas y 18 anotaciones. Además, Cosnka corrió 33 veces el balón para 145 yardas en el Super Bowl VIII y anotó en dos oportunidades, lo que le valió el premio de MVP de aquel partido.
Luego de esos años de gloria el jugador se iría para jugar la World Football Leauge, pero ésta fallaría y Csonka debió volver a la NFL con los Giants, donde no pudo cumplir con la producción que lo caracterizaba. En 1979 volvería al sur de la Florida, donde recuperaría su brillo con 12 anotaciones en un año y el premio al Comeback Player of the Year. Estaba claro dónde era su casa.
Finalmente, en 1979 definiría su retiro de la liga, pero es hasta hoy uno de los mejores corredores de la historia de la franquicia, y aún ostenta récords, como mayores yardas corridas en la historia. En 1987 entraría al Salón de la Fama, y en 2002 se convertiría en sólo uno de los tres Miami Dolphins que verían su número retirado: para él siempre será el #39 aqua y naranja.
Es imposible pensar en una gran dinastía sin un gran mariscal de campo. Algunos podrán señalar que por los 70´ el juego por aire no era tan importante en la liga, sin embargo fue la presencia de Griese una de las grandes anclas del Coach Shula en sus años de gloria.
Sus primeros años con la franquicia no fueron con demasiada gloria, pero en 1970 llegaría el entrenador Shula y su carrera cambiaría para siempre. Si bien estuvo buena parte de la temporada de 1972 lesionado, volvería para terminar el trabajo y conseguir el Super Bowl.
Su juego no era deslumbrante, pero era eficiente para distribuir el balón cuando el poderoso juego terrestre de aquel tiempo era detenido (en el Super Bowl VIII lanzaría sólo siete veces el ovoide). Pero eso le alcanzó para ser uno de los jugadores más reconocidos y conmemorados por la franquicia en su paso entre 1967 y 1980. Ostenta dos anillos, ocho apariciones en el Pro Bowl y dos veces All-Pro. En 1985 vería el número 12 retirado del equipo, y en 1990 entraría al Salón de la Fama.
Único jugador defensivo que alcanza este top 5 para los Dolphins, y es además el único jugador que no estuvo bajo las ordenes de Shula. Taylor fue el líder de la defensa de Miami entre 1997 y 2011 (con dos años de intermedio entre los por entonces Redskins en 2008, y los Jets en 2010) y un total disruptor del juego, capaz de generar capturas, fumbles, intercepciones, y de hasta anotar puntos con cierta regularidad.
Seleccionado en la cuarta ronda del draft de 1997 de la Universidad de Akron, se convirtió en uno de los jugadores defensivos más completos de la liga. En su paso por la Florida tiene 131 capturas, 43 fumbles forzados, ocho intercepciones y nueve anotaciones defensivas. Estas estadísticas lo ubican como el séptimo mejor jugador en total de capturas de la historia de la NFL.
Su capacidad de extirpar el balón y encontrarlo lo convirtieron en el líder de una férrea defensa de los Dolphins a comienzos de los 2000. En 2002 conseguiría 18,5 capturas y 13,5 el año siguiente, lo que lo llevaría al premio de Jugador Defensivo del Año. No sólo esto, su impacto fuera del campo también fue notable, y eso le permitió además ser seleccionado como ganador del premio Walter Payton en 2007.
En 2017 fue inducido al Salón de la Fama de la NFL en su primer año como posible candidato y ya se encuentra en el Anillo de Honor de la franquicia. No sólo esto, sino que ya son varios los fans que comienzan a reclamar que el número 99 sea el cuarto número retirado de la franquicia.
Pasaron tres años luego del retiro de Bob Griese para que Miami encontrase un nuevo QB que le permitiera estabilizar la franquicia. En 1983, los Dolphins seleccionaron desde la Universidad de Pittsburgh a Dan Marino, una de las leyendas vivientes de la franquicia, y posiblemente uno de los jugadores que revolucionó la forma en que se juega en la liga.
En su año como novato sería nombrado como titular en la sexta semana, y obtendría un récord total de 12-4. El año siguiente, 1984, Dan “the Man” Marino tendría una temporada mágica y lanzaría para más de 5.000 yardas y 48 pases de anotación (ambos récord en la liga en aquel momento y por una diferencia considerable). Recién 20 años más tarde, Payton Manning lanzaría 49 pases de anotación para superar el récord, y 24 años más tarde Drew Brees volvería a ser un mariscal que lanzaría por más de 5.000 yardas. Algunos consideran que este talento de Marino fue atemporal, y que comenzó a marcar una nueva tendencia en la liga, mostrando que el juego por aire puede ser un arma infalible.
Marino jugaría sólo un Super Bowl en 1985, que perdió frente a los 49ers de Joe Montana, y el destino no querría que el mejor jugador de la franquicia consiguiera un anillo. En 1999 se decidió por el retiro, no sin antes dejar un record de 61.000 yardas por aire, sexto máximo lanzador de la historia de la NFL. En 2005 ingresó al Salón de la Fama en su primer año como elegible, y el número 13 sería también retirado por la franquicia. Este gran mariscal sigue teniendo un rol activo en la franquicia, como asesor del dueño y del GM.
Menciones honorables: Zach Thomas (LB), Cameron Wake (DE), Ricky Williams (RB), Dwight Stephenson (C) y Nick Buoniconti (LB)
Economista de carrera, escritor por pasión. A los diez años mi viejo me regaló la 13 de Dan Marino y desde entonces el aqua y naranja corre por mis venas. Después de algunas temporadas de amor/odio, el deporte se convirtió en casi una obsesión. Me encanta analizar los Xs & Os y puedo invertir fácil 20 minutos de mi día mirando una sola jugada.