Las franquicias de la NFL han tenido a lo largo de la historia gran cantidad de jugadores destacados de los pueden sentirse orgullosos, tanto por su rendimiento dentro del campo de juego como su liderazgo fuera de él. En No Huddle les traemos a aquellos que de gran manera han representado los colores de su equipo. Hoy, los cinco mejores de Cincinnati Bengals en la historia.
Originalmente parte de la AFL, los Bengals aparecen como franquicia en 1968 gracias al trabajo del ex entrenador de los Browns, Paul Brown. A pesar de disfrutar cierto éxito divisional, Cincinnati no ha logrado convertirse en una franquicia fuerte en los playoffs, teniendo en su haber la racha más larga sin lograr una victoria (1990-Actualidad).
Sus únicas dos apariciones en el Super Bowl son derrotas ante los 49ers, en un equipo que podría tener varios representantes en esta lista, por fuera de otros grandísimos jugadores que han vestido la negro y naranja de la franquicia de Ohio.
Son pocas las franquicias que tienen un unánime mejor jugador de la historia. Cincinnati es una de ellas, y lejos de los grandes flashes, un OT es quién se consolida como el hombre más destacado. Anthony Muñoz fue seleccionado con el tercer pick general del draft de 1980, en la que fue vista como una elección riesgosa por los problemas de rodilla en su etapa colegial.
La apuesta terminó saliendo de excelente manera, ya que Muñoz arrancó 183 de los 185 juegos que jugó en las 13 temporadas de carrera en la NFL. Para agregar, formó parte de 11 Pro Bowls de manera consecutiva y fue seleccionado para el primer equipo All-Pro en nueve oportunidades. Los dos conjuntos bengalíes que llegaron al Super Bowl tuvieron la presencia del ex USC en su trinchera.
Muñoz fue el primer jugador en ser reconocido en el Anillo de Honor de los Bengals, el cual será inaugurado en esta temporada 2021, y en 1998 fue inmortalizado en Canton, Ohio.
Nadie ha vestido la camiseta de Cincinnati por más tiempo que Ken Anderson. Las 16 temporadas que fue el mariscal del equipo de Ohio tuvieron un condimento especial al estar él en cancha. Los Bengals disfrutaron de lo que, probablemente, fue el mejor pasado de la historia de la franquicia durante los años 70’ y parte de los 80’.
Anderson tuvo una campaña mágica en 1981, donde lideró a los Bengals a su primera aparición en un Super Bowl en una campaña en la que completó 300 pases para 3.759 yardas y 29 anotaciones. El nacido en Illinois se llevó los premios de Jugador Más Valioso y Jugador Ofensivo del Año por su performance.
Su carrera culminó con el 59,3% de sus pases completos, 32.838 yardas aéreas y 197 touchdowns. Aún varios de sus números son récord en la franquicia de Ohio y, para muchos, Anderson es uno de los grandes ausentes del Salón de la Fama de la NFL.
Los mariscales zurdos con una carrera exitosa no abundan en esta liga. Esiason es de esos hombres que puede enorgullecerse de haber dejado un legado tras una más que buena estadía en el football americano del más alto nivel, aunque el deporte no “estuviese preparado para ellos”.
Norman Julius Esiason fue seleccionado con el pick de segunda ronda de los Bengals en el Draft de 1984. De movida el pedido era grande: poder llenar los zapatos de Anderson, quien venía con un declive en su nivel. El producto de Maryland se hizo cargo del puesto de mariscal titular en septiembre de 1985 y no lo soltaría hasta su salida del equipo en 1993.
En Cincinnati (jugó también para Jets y Cardinals), Esiason pasó para 27.149 yardas y 187 anotaciones. En 1988 lideró al equipo a su segunda aparición en un Super Bowl, en lo que fue una derrota ante 49ers de Joe Montana. Esa temporada fue nombrado el Jugador Más Valioso.
Es cierto que Cincinnati no se encuentra entre los equipos más populares de la liga, pero Ken Riley es probablemente uno de los jugadores más infravalorados, tanto por fanáticos como por expertos, en la historia de la NFL.
Llegó a Queen City el último año de existencia de la AFL (1969) como una selección de sexta ronda y, si bien tuvo un período de adaptación, a partir de la segunda temporada comenzó a dominar en la secundaria del equipo entonces conducido por Paul Brown. La reconversión pagó dividendos, ya que Riley interceptó al menos un pase en sus 14 años con los Bengals, robando un total de 65 en su carrera, la marca más alta de la franquicia y la quinta en la historia de la NFL. Sorprendentemente, tan solo formó parte de un equipo All-Pro a lo largo de su carrera.
Una de las personalides que más amor y odio generó entre los fanáticos de la NFL es también una de las figuras históricas de Cincinnati. “Ochocinco” llegó a los Bengals en una selección de segunda ronda en 2001 para jugar diez grandes temporadas con la franquicia.
Finalizó su carrera con 766 recepciones para 11.059 yardas y 67 touchdowns, logrando seis viajes al Pro Bowl y dos selecciones al primer equipo All-Pro. Johnson fue votado como el mejor receptor de los Bengals en el equipo del 40 aniversario de la franquicia y fue uno de los primeros grandes difusores de la liga en el arranque de las redes sociales. En 2006, el producto de Oregon State lideró la liga en yardas aéreas con 1.369.
Menciones honoríficas: AJ Green (WR), Reggie Williams (LB), Tim Krumrie (NT), Isaac Curtis (WR) y Willie Anderson (OT).
Técnico Superior en Periodismo. Cubre la NFL desde 2018. Co-Founder, CEO y Director Periodístico de No Huddle, el medio más grande de fútbol americano en Sudamérica. Conduce Mates y Football y es editor principal de la página web.
