En la NFL los cambios son constantes y los entrenadores no son ajenos a esto. Los malos rendimientos, la falta de disciplina, la dificultad de las personalidades de los propios rosters y la mismísima mala suerte, marcan la vida y la carrera de todos y cada uno de ellos. Es por eso que en No Huddle tendremos nuestra propia saga con aquellos coaches que cuentan con altas chances de encontrarse buscando trabajo pronto. En esta oportunidad, el hot seat le corresponde a Vic Fangio, entrenador en jefe de los Denver Broncos.
Este puede ser uno de los casos donde la impaciencia puede llevar a cometer errores, ya que este entrenador está entrando en su tercer año liderando al equipo, pero aún así los malos resultados logrados en las dos temporadas anteriores, combinados con la expectativa que habían generado puede llevarlo a que sea la última en Denver. Como si todo esto fuera poco, parte de su suerte dependerá de la performance del cuestionado Drew Lock, QB elegido en su ciclo, y tras haber dejado pasar a Justin Fields en el último draft, decisión que algunos le siguen criticando al General Manager, pero también al HC.
Fangio fue, es y será una de las grandes mentes defensivas del juego. Sus pasos como coordinador defensivo en San Francisco y Chicago dejaron sin dudas una marca, y algunas defensivas, tal como la de los Bears en 2018, pueden ser recordadas como una de las mejores de la última década. Fueron sin dudas estas performances lo que le dieron eventualmente el derecho a convertirse en HC en 2019 para Denver, en donde hasta el momento lleva una marca de 12-20, ambas temporadas con récord perdedor.
En 2019 se encontró con un equipo frágil que dejaba su predecesor Vance Joseph, pero a su vez se trataba de una franquicia que tenía nombres premium en su defensa como Von Miller, Bradley Chubb y Justin Simmons. Si de algo se trataba, era de dar vuelta una ofensiva que parecía dormida, y para ello se decidió la llegada de varios jugadores relevantes como Drew Lock, Noah Fant, Jerry Jeudy, Melvin Gordon, Glasgow y Cushenberry (todos ellos entre 2019 y 2020). Sin embargo, el ataque nunca mejoró, y Denver siempre terminó muy mal rankeado en la liga.
Con respecto al mariscal, no queda más por decir que Lock mostró alguna chispa en el final del 2019, donde fue titular los últimos partidos de la temporada donde quedaba poco por jugar, pero en 2020 no pudo repetir la actuación, y quedaron más dudas que respuestas. El Draft era una oportunidad de remediar esta situación, y el equipo tuvo la oportunidad de seleccionar a una de las grandes promesas del futbol colegial, Justin Fields, sin embargo prefirieron avanzar con Teddy Bridgewater y el ya mencionado Lock. Esto puede ser una de las razones del comienzo del fin de Fangio en Denver.
Tras la frustración de la última temporada, año en el cual muchos imaginaban un equipo de playoff que finalmente tuvo un récord de 5-11, no hay demasiadas expectativas para 2021. Aún así, lo cierto es que en el nombre por nombre, el equipo de Colorado tiene con qué entusiasmarse, y si nuevamente las cosas no funcionan, entonces quizás el coaching sea el que no pudo establecer una conducción que resulte en un equipo ganador. Denver compite en la AFC Oeste, una división bien compleja y aunque nadie espera que se quede con el título, deberá pelear hasta el final por un lugar en playoff. Caso contrario Vic Fangio deberá encontrar nuevos destinos.
Economista de carrera, escritor por pasión. A los diez años mi viejo me regaló la 13 de Dan Marino y desde entonces el aqua y naranja corre por mis venas. Después de algunas temporadas de amor/odio, el deporte se convirtió en casi una obsesión. Me encanta analizar los Xs & Os y puedo invertir fácil 20 minutos de mi día mirando una sola jugada.
