Mariscales. Son la pieza más importante de cualquier equipo de fútbol americano. Las temporadas viven y mueren con ellos al frente, conforme jueguen bien o no. Muchos equipos se desviven año a año para conseguir a aquél jugador con el que sueñan, que los sacará de la mediocridad y los llevará a largos años de éxito.
Sin embargo, son pocos los que sobresalen entre la multitud y destacan por sus proezas. Ellos serán los merecedores de ser recordados por los hinchas que los vieron jugar, y por sus pares, que los elegirán a la inmortalidad de Canton. Y desde No Huddle, les traemos aquí a los mejores de los mejores.
Aclaración previa: la lista se hizo por consenso, y a cada jugador se le dio puntos según su posición en el ranking individual (de 1 a 10 puntos). El hecho de que se hayan elegido solo 10 mariscales deja afuera a muchos jugadores que también eran merecedores de formar parte. Tampoco se hace justicia con varios jugadores de épocas anteriores a los 80, que suelen marcar el inicio de las ofensivas explosivas que hoy abundan en el deporte. Quedará para más adelante hacer un análisis de los mejores mariscales por décadas.
Nuestra lista comienza con una sorpresiva presencia: Graham se cuela en el top 10 por sobre otros candidatos con méritos (como Steve Young, Terry Bradshaw y Roger Staubach). Ciertamente habrá algún recelo por su inclusión, pero es innegable que Graham dejó su huella en la historia junto a Paul Brown durante sus años al mando de los Cleveland Browns.
Of QBs who are retired:
— Kal S. Majeed (@kalmajeed1) October 24, 2022
*Otto Graham (.814), HOF
*Daryle Lamonica (.801), [Still waiting]
*Roger Staubach (.746), HOF
*Joe Montana (.713), HOF
*Peyton Manning (.702), HOF https://t.co/5tNoYkZYXK
En una época lejana para nosotros, con menos equipos y partidos, y lejos de la explosión ofensiva que vienen liderando los mariscales desde la década de 1980, Graham supo sobresalir frente a sus pares de una manera inusual. Elegido como el cuarto pick en 1946, Graham dominó de una manera absoluta a sus rivales, primero en la AAFL, y luego en la NFL tras la fusión de ambas ligas: en sus 10 años de actividad, llevó a los Browns a jugar el juego de campeonato en todos ellos, y se coronó en siete oportunidades.
Hoy los números estadísticos de Graham no serán abultados, pero su eficiencia es insuperable: su marca de 81% de partidos ganados en temporada regular seguramente quedará incólume, al igual que el promedio de yardas obtenidas por intento de pase (8.63). Fue dos veces MVP de la AAFL y otras tres en la NFL. Tiene siete campeonatos en su haber, al igual que cinco apariciones como All-Pro. Supo también liderar a la liga en múltiples categorías. Por último, fue elegido por la NFL para los equipos de la década de 1950, del 75° y 100° aniversario, y entró al Salón de la Fama en 1965.
Dueño de uno de los brazos más rápidos de la historia, Marino rápidamente se ganó el corazón de los hinchas de Miami. Su llegada anticipó la explosión de las ofensivas modernas. El mariscal heredó el puesto que supo haber ostentado Bob Griese, y durante 17 temporadas lideró a los Dolphins. La única mancha en su larga carrera es no haberse podido llevar un Super Bowl, con la mala fortuna de vivir a la sombra de jugadores como Joe Montana, John Elway y Jim Kelly.
Marino fue elegido como el último de los seis mariscales de primera ronda en el draft de 1983; su valor había declinado por rumores de uso de drogas y por una temporada no muy buena como senior en Pittsburgh. Pese a ello, Don Shula confió en él, y Marino no lo decepcionaría. Tuvo su primer inicio a mitad de esa temporada, en el que caería contra Buffalo en tiempo extra, y su buen nivel consolidaría su titularidad: Miami llegó a playoffs. Al año siguiente, Marino tendría una temporada extraordinaria: 5084 yardas, 48 touchdowns y un MVP. No obstante, todo sería decepción cuando los Dolphins cayeron en el Super Bowl frente a los Niners de Joe Montana. Esa sería la única vez que el jugador llegaría al último partido de la temporada. Marino se retiró en 1999 con el sabor amargo de no haber logrado todo, pero con la frente en alto por haber mantenido a Miami entre los equipos más relevantes de la liga.
Marino se convirtió, para muchos, en el primer mariscal moderno. Y los números lo demuestran: al momento de su retiro, era lider en intentos de pase (8358), pases completos (4967), yardas (61.361) y touchdowns (420). Fue MVP y Jugador Ofensivo del Año en su segunda temporada (1984): sus 5084 yardas y sus 48 touchdowns ese año serían un récord hasta ser superado por Drew Brees en 2011 (5476 yardas) y Tom Brady en 2007 (50 TDs), respectivamente. Fue el primer mariscal en tener múltiples temporadas de 4000 yardas, hoy consideradas una ocurrencia habitual en la posición. Integrante de seis equipos All-Pro, Marino supo liderar a la liga en yardas de pase y touchdowns en varias oportunidades. Fue elegido al equipo del 100° aniversario de la NFL, y es miembro del Salón de la Fama desde 2005.
Poseedor de un talento envidiable, Unitas se mantuvo en la cima de la liga durante más de una década y estableció a los Baltimore Colts como contendientes habituales al campeonato. La posición de mariscal tal como se juega hoy le debe mucho a la temprana influencia que la forma de juego de Unitas tuvo en el resto de los equipos. En muy pocas palabras, Unitas fue mucho más que un corte que sí se podía ver.
Unitas fue drafteado en 1955 por Pittsburgh, pero su paso sería efímero. Tras ser cortado, los Colts se harían de sus servicios al año siguiente. Se estableció como titular de tiempo completo en 1957 y su momento de gloria vendría en 1958, al llevar a su equipo a ganar el campeonato en tiempo extra (en lo que sería conocido como el "juego más grande jamás jugado”). Unitas repetiría la hazaña al año siguiente, y posteriormente mantendría a los Colts como un equipo competitivo. Las lesiones terminarían llevando a un declive en su carrera y Unitas se retiraría finalmente en 1973 tras una temporada con los Chargers.
Al momento de su retiro, Unitas era líder en intentos de pase (5186), pases completos (2830), yardas (40.239) y touchdowns (290). Su récord de 47 juegos consecutivos con una anotación (1957-1960) se mantuvo vigente hasta que Drew Brees lo superó en 2012. Se coronó campeón en tres ocasiones (1958, 1959 y 1970) y fue tres veces MVP de la liga (1959, 1964 y 1967). Es uno de solo cinco jugadores en formar parte de los equipos del 50°, 75° y 100° aniversario, además de integrar el equipo de la década de 1960. Fue elegido al Salón de la Fama en 1979.
Uno de los competidores más feroces que se haya visto sobre el emparrillado, “The Gunslinger” no le temía a nada ni a nadie. Durante sus casi veinte años en la liga, Favre se destacó por su mentalidad ganadora y por su increíble durabilidad. Apostaba a lo grande, y también ganaba (o perdía) a lo grande. Fue el corazón de unos Packers que, gracias a sus contribuciones, recuperaron la preeminencia que habían perdido desde los años 60.
Favre fue drafteado inicialmente por Atlanta en 1992 contra los deseos de su HC, Jerry Glanville. Tras una temporada en la banca, Ron Wolf decidió traerlo a Green Bay intercambiando su pick de primera ronda, y la lesión de Don Majkowski le daría una titularidad que jamás cedería. Favre llevó a los Packers a ganar el Super Bowl XXXI, y al año siguiente caería en su intento de repetir el título frente a los Broncos de John Elway. Favre mantendría competitivo a su equipo hasta que fue intercambiado a los Jets en 2008 tras idas y vueltas sobre un potencial retiro. Tendría dos temporadas más con Minnesota, en donde se retiraría finalmente en 2010.
Los números que obtuvo en 19 temporadas son impresionantes: se retiró como el líder en intentos de pase (10.169), pases completos (6300), yardas (71.838), touchdowns (508) e intercepciones (339). Sus 321 inicios consecutivos (entre temporada regular y playoffs) son un récord que parece imposible de romper. Es el único jugador en la historia en ser elegido MVP en tres temporadas consecutivas (1995-1997). Fue elegido miembro del equipo de la década de 1990 y del 100° aniversario, además de ser integrante del Salón de la Fama (2016). El momento que definiría su carrera sería un partido de MNF de 2003. Tras la muerte de su padre, Favre vencería a los Raiders con una actuación superlativa, lanzando cuatro touchdowns en un partido casi perfecto.
Digno heredero del legado de Brett Favre, Rodgers se ha establecido firmemente como uno de los mejores mariscales de la actualidad y, quizás, el más talentoso de toda la historia. Desde que tomó las riendas de la ofensiva de Green Bay, el mariscal consiguió otro campeonato para su franquicia y mantiene a los Packers entre los pesos pesados de la liga.
Elegido en la primera ronda de 2005, Rodgers debió esperar su turno a la sombra de Favre. Cuando la oportunidad le llegó finalmente en 2008, el jugador se haría definitivamente con la titularidad. Tras un inicio irregular, los Packers rápidamente se convirtieron en contendientes. Rodgers llevó al equipo a la victoria en el Super Bowl XLV contra los Steelers de Ben Roethlisberger. Pese a mantenerse en un gran nivel individual en años sucesivos, los Packers no han vuelto al máximo juego desde entonces, sufriendo dolorosas derrotas en postemporada.
LOS PACKERS Y LA POSTEMPORADA
— No Huddle (@nflnohuddle) January 22, 2022
Aaron Rodgers y los #Packers no han tenido lo necesario para volver al #SuperBowl en la última década.
¿Podrán este año? 🏈👇https://t.co/mgTZVnH00z
Pese a tener un solo anillo, Rodgers tiene un set de estadísticas completamente envidiables: ya se encuentra en el top 10 en las categorías de yardas, intentos de pase y pases completos. Está quinto en touchdowns (460) y tercero en passer rating (104.2). Es el primer jugador en la historia en tener un passer rating de carrera de más de 100, a la vez que es dueño de la temporada con el mayor passer rating de la historia (122.5 en 2011). Además de su anillo de Super Bowl (en el cual fue elegido MVP), Rodgers tiene cuatro MVPs de temporada regular, los últimos dos de manera consecutiva, en 2020 y 2021, además de cinco selecciones al All-Pro. Es miembro del equipo de la década de 2010. Su estadística más impresionante es que tiene el mejor diferencial de touchdowns a intercepciones en la historia, de 4.74 (460 touchdowns contra 96 intercepciones).
Hacia la década de 1980, los Broncos mantenían aún su reputación como un equipo mediocre. Las primeras apariciones en postemporada (de 1977 a 1979) habían dado el primer lustre en la historia de la franquicia. No obstante, el retiro de Craig Morton, quien los había llevado a una aparición en el Super Bowl, amenazaba con dejar nuevamente estancados a los Broncos. Todo eso se acabó con la llegada de Elway, quien transformó por completo a la franquicia y los convertiría en contendientes habituales en sus 16 temporadas con el equipo.
Elway fue drafteado originalmente por los Baltimore Colts en 1983. No obstante, él había dejado en claro desde antes que no jugaría en esa franquicia. El GM de los Colts, Ernie Accorsi, no tuvo más opción que intercambiarlo, y sería Denver quien lo adquiriría por Chris Hinton, Mark Herrmann y el pick de primera ronda de 1984. El impacto fue inmediato. Pese a una temporada acortada por lesiones y bajo rendimiento, Elway ayudaría a Denver a clasificar a los playoffs como novato. El mariscal se convirtió en titular a tiempo completo en 1984, y de ahí en más los Broncos se convirtieron en contendientes de fuste: llegaron tres veces al Super Bowl en cuatro temporadas, pero sucumbieron ante Redskins (1986), Giants (1987) y Niners (1989). La mala suerte de Elway finalmente acabaría hacia el final de su carrera cuando, ya con la presencia del HC Mike Shanahan y del corredor estrella Terrell Davis, el mariscal guiaría a su equipo a los dos primeros campeonatos de su existencia, sobre Green Bay (1997) y Atlanta (1998), para retirarse inmediatamente después de ganar su segundo anillo.
Elway se retiró siendo uno de los mariscales más productivos de su tiempo: segundo en intentos de pase (7250), pases completos (4123) y yardas (51.475), y tercero en touchdowns (300). Fue MVP de la liga en 1987, con tres selecciones al equipo All-Pro. Ganó dos anillos de Super Bowl (XXXII y XXXIII), siendo elegido MVP en el segundo de ellos, que fue el último partido de su carrera. Al momento de su retiro, el mariscal tenía la mayor cantidad de victorias en temporada regular (148). Integra los equipos de la década de 1990 y del 100° aniversario, y fue elegido al Salón de la Fama en 2004. El momento más célebre de su carrera ocurriría en los playoffs de 1986, cuando lideró una ofensiva de 98 yardas en cinco minutos para empatar y luego vencer en tiempo extra a los Browns. Esa serie ofensiva es recordada como "The Drive".
Si se nos preguntara qué nombre viene a simbolizar a Nueva Orleans, no hay otra posibilidad más que mencionar a Drew Brees. Durante 15 temporadas, Brees fue el corazón de los Saints, a quienes hizo experimentar la gloria de un campeonato por primera vez en su historia.
El jugador surgido de Purdue fue elegido por San Diego en la segunda ronda de 2001, aunque no se asentaría sino hasta 2004. Una temporada más tarde, una lesión sufrida en el último partido del año casi amenazó con acabar con su carrera. Con Philip Rivers esperando en la banca, los Chargers lo dejaron ir. Los Saints, que venían de la devastación del Huracán Katrina, rápidamente lo adquirieron. Y Brees no los decepcionó. En 2009 llevaría a Nueva Orleans al primer anillo de su historia. Sin embargo, esa sería la única oportunidad que tendría, pese a llevar a su equipo a los playoffs en varias oportunidades antes de retirarse después de 2020 tras años de excelentes performances en medio de altibajos de su equipo (particularmente su defensa).
Tras 20 temporadas en la NFL, Drew Brees anunció su retiro. pic.twitter.com/4ft0XJV7fQ
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Tras un inicio relativamente lento, Brees se estableció como uno de los mariscales más prolíficos de la historia: se retiró como el líder en intentos de pase (10.551), pases completos (7142), yardas (80.371), pases de touchdown (571) y porcentaje de pases completos (67,7%). Su 74,4% de pases completos en 2018 es la marca vigente en una temporada. Fue dos veces Jugador Ofensivo del Año (2008 y 2011), y ganó el Super Bowl XLI (del cual fue elegido MVP). Tiene cinco temporadas con 5000 yardas, la mayor cantidad para un mariscal, y el récord de 54 partidos consecutivos con al menos una anotación. Ha liderado a la liga en yardas, touchdowns, porcentaje de pases completos y passer rating en múltiples ocasiones.
Durante muchos años considerado el mejor mariscal de la historia, Montana se mantiene como el modelo icónico de mariscal de la década del 80, alzándose por sobre contemporáneos como John Elway y Dan Marino para conseguir toda la gloria para San Francisco. Sus duplas con Jerry Rice y Dwight Clark (uno de los protagonistas de "The Catch", una de las mejores recepciones jamás vistas de la postemporada) están entre las más recordadas de la historia.
Montana fue drafteado en 1979 como una de las primeras apuestas de Bill Walsh, en su primer año como HC de los Niners. Y vaya si salió bien la apuesta… pese a que tardó en establecerse, el mariscal llevaría a San Francisco a cuatro campeonatos en apenas ocho temporadas, ayudando a construir la mejor dinastía de su época. Montana sería posteriormente tradeado a Kansas City tras un par de temporadas de lesiones, y terminaría su carrera en 1994 tras llevar a los Chiefs a los playoffs en dos años consecutivos.
El legado de Montana es incuestionable: al momento de su retiro, estaba en el top 5 en intentos de pase, pases completos, yardas, touchdowns y passer rating. Pero la marca que quizás nunca se rompa es la de sus 11 touchdowns sin intercepciones en cuatro apariciones en el Super Bowl, todas ellas victorias. Además de sus cuatro anillos, fue tres veces MVP del partido. Fue elegido MVP de la temporada regular en 1989 y 1990, Jugador Ofensivo del Año en 1989 y tiene cinco apariciones como All-Pro. Fue elegido por la NFL como integrante de los equipos de la década de 1980, del 75° y del 100° aniversario, y es miembro del Salón de la Fama (2000).
Seguramente muchos jugadores habrán sentido algo de temor al enterarse de que deberían enfrentarse a los Colts de Manning. Y no es para menos: el Sheriff fue durante largos años un competidor formidable, capaz de infundir miedo y respeto en toda la liga. Su capacidad de analizar en un instante a las defensas rivales y cambiar rápidamente de jugadas en la linea de scrimmage no tenía igual entre sus pares. Durante casi 20 años, peleó de manera épica con Tom Brady por el manto de mejor mariscal de la liga.
Tras un inicio con algunos altibajos, Manning se estableció como uno de los mejores mariscales de la liga. El mariscal surgido de Tennessee revivió las fortunas maltrechas de Indianapolis, a quien llevó a su primer Super Bowl en 36 años (2006). Una lesión de cuello en 2011 amenazó con terminar su carrera, e Indianápolis tomó la dolorosa decisión de cortar a su estrella. Pese a los pronósticos, Manning se recuperó y, contratado por los Denver Broncos, los llevaría nuevamente a ser contendientes habituales. Tras escapársele el campeonato en 2013 a manos de los Seahawks, Manning se retiraría finalmente tras brindarle un campeonato a Denver en 2015, aún pese a tener la peor temporada de su carrera.
Manning ganó dos veces el Super Bowl (MVP en una oportunidad). Fue elegido el jugador más valioso de la temporada regular en cinco ocasiones, un logro que ningún otro mariscal ha alcanzado (además de ser el Jugador Ofensivo del Año en dos oportunidades). También fue elegido en 10 ocasiones al equipo All-Pro y es miembro del equipo de la década del 2000, del 100° aniversario y del Salón de la Fama (2021). Es dueño de la temporada más brillante para un mariscal con 5477 yardas y 55 touchdowns en 2013. Y, hasta ser superado por Brees, supo ser líder de carrera en yardas (71.940) y pases de touchdown (539). Tiene también la mayor cantidad de temporadas de 4000 yardas (14) y es el lider en series ganadoras de partidos (54).
🏆 En su primer año siendo elegible, el gran Peyton Manning encabeza la clase 2021 que quedará inmortalizada en el Hall of Fame de Canton, Ohio.
— No Huddle (@nflnohuddle) February 7, 2021
🏈 2x campeón del Super Bowl
🏈 5x MVP
🏈 14x Pro Bowl
🏈 CPOY (2012) pic.twitter.com/hIH4Qw1XKM
Como no podía ser de otra manera, el primer puesto de esta lista le pertenece a quien es considerado casi unánimemente como el mejor mariscal de la historia, y rival de Jerry Rice como el mejor jugador en la historia del deporte.
Desde sus inicios como un jugador de sexta ronda compensatoria en el año 2000, Brady dio muestras de la competitividad y confianza en sí mismo que lo llevarían bien lejos. Puesto como titular en 2001 por la lesión de Drew Bledsoe, dirigiría a los Patriots a tener un lugar privilegiado en la historia como la dinastía más exitosa de la NFL: seis anillos de Super Bowl entre 2001 y 2018. Tras su salida amarga de New England, llegó a Tampa Bay en 2020 e hizo historia al ganar un séptimo título con los Buccaneers en su primer año (primera vez en la historia que un equipo se consagraba en su propio estadio ante su gente). Hoy por hoy, Brady sigue activo pese a jugar brevemente con la idea del retiro, deseoso de seguir ampliando su formidable legado.
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— Pinnacle (@Pinnacle) October 24, 2021
Another day, another @TomBrady record. The first QB 𝐄𝐕𝐄𝐑 to throw 600 career TD passes.
🎥 @NFL pic.twitter.com/ehOkilnxLg
Prácticamente no hay récords significativos que Brady no ostente y que seguirá extendiendo mientras juegue. La marca que más orgullo le da: ganó siete veces el Super Bowl (con cinco selecciones como el MVP del juego). Tiene tres MVP de temporada regular (2007, 2010 y 2014) y fue Jugador Ofensivo del Año en 2007 y 2010. Entre mariscales, tiene el récord absoluto de yardas (86.172), intentos de pase (11.564), pases completos (7429; también tiene la marca de temporada), touchdowns (632), y no hay mariscal que pueda acercarse a sus 246 victorias en temporada regular y 35 de postemporada. Seis veces elegido al All-Pro, es miembro de los equipos de las décadas del 2000 y 2010, y del 100° aniversario de la liga.
Desde hace algunos años me podés encontrar en NFL Argentina en Twitter comentando partidos, y ahora me sumo a No Huddle para aportar mi granito de arena y ayudar a convertirlo en el medio líder en el deporte. Me volví aficionado al fútbol americano por casualidad, cuando me topé con el Super Bowl XLVI mientras hacía zapping una noche de verano. Tras aquel partido, comencé a seguir a los Patriots, a quienes les tuve simpatía porque perdieron en esa oportunidad. Pensé que era una buena opción, hasta que poco después me enteré que eran los más ganadores del momento... terminó siendo una gran decisión.