El domingo 13 de Febrero Los Ángeles Rams y Cincinnati Bengals disputaron el Súper Bowl LVI. En un partido que se definió sobre el final, fue victoria para Rams por 23-20. El jugador más valioso del encuentro fue el WR Cooper Kupp, que finalizó el match con 99 yardas totales y 2 TDs. Además, fue el líder de la serie que determinó el rumbo del encuentro y el autor de la anotación que sentenció el mismo.
Esta final se dirimió en el imponente Sofi Stadium de la ciudad de Los Ángeles. Vale comentar que este estadio, es la casa de los Rams y por segundo año consecutivo, el dueño del recinto llega al último juego del año. En los 54 Super Bowls anteriores jamás se había presentado esta situación.
Luego de una temporada emocionante de la National Football League (NFL), este es el repaso de lo que fue su principal encuentro: la victoria del conjunto de Sean McVay por sobre el de Zac Taylor en el Super Bowl LVI, el cual cierra una de las campañas con más emociones de las que se tengan recuerdo.
Al juego del domingo lo podemos secuenciar en dos mini partidos totalmente distintos. Uno hasta la lesión de Odell Beckham Jr. y otro desde la lesión del receptor estrella del equipo angelino y hasta la finalización del mismo. Hasta la estadía del OBJ, el equipo local estaba efectuando un buen juego en términos ofensivos. Si bien no podían mover las cadenas por tierra (en todo el cotejo, sus RB solo sumaron 29 yardas en 19 acarreos), por aire el sistema funcionaba muy bien. Y justamente, el factor X era el receptor surgido de LSU. La defensiva de Bengals tenía una doble preocupación que no sabía cómo solucionar en ese lapso del juego. Si doble marcaban a Kupp, les facturaba el ex Giants, y si focalizaban en Beckham, el MVP del juego se lo hacía pagar muy caro.
Por medio de ellos provinieron todos los puntos de Rams en la primera mitad con dos anotaciones. Ojo, que también hay que decir que durante momento el partido, el equipo liderado por Joe Burrow tampoco lo estaba haciendo mal. Con acarreos de Joe Mixon y pases hacia Ja´Marr Chase, el campeón de AFC llego en un par oportunidades a la zona roja que le generaron 10 puntos en su haber, gracias un field goal de 29 yardas de Evan McPherson y a un pase de Joe Mixon a Tee Higgins para TD, en una jugada donde simularon que iban a correr con el balón para luego sorprender con un pase del corredor. En este mini partido ninguna defensiva podía someter al ataque rival, las líneas eran muy bien controladas y los entrenadores no podían encontrar el ajuste correcto para provocar muchos tres y afuera.
Stafford 🚀🚀🚀 OBJ https://t.co/o1HyjqSyYI
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El segundo segmento fue todo lo contrario. Los coordinadores defensivos, Lou Anarumo en Cincinnati y Raheem Morris en Los Angeles Rams, finalmente encontraron la forma de leer los ataque rivales y forzaron muchos despejes del ovoide. Si bien, todo comenzó con una bomba de 75 yardas de Burrow a Higgins, con interferencia ofensiva incluida, esa jugaba fue un oasis en el desierto para el equipo del Estado de Ohio. Sin OBJ, a Anarumo se le simplificó la tarea, ya que se ocupó en todo momento de Kupp. Esta estrategia fue sumamente efectiva hasta la última serie de la noche, donde el rubio receptor demostró porque es el mejor WR de la NFL en la actualidad.
Morris, en los Rams, comenzó a utilizar un esquema de cuatro jugadores en carga y siete en cobertura que le genero tremendos dividendos. La línea encabezada por Aaron Donald hizo un trabajo descomunal y capturó a Burrow en seis ocasiones durante ese lapso de tiempo. Además con siete en el perímetro le cerró todo el espacio aéreo al conjunto que se vistió de negro en esta edición del Super Bowl.
Antes del comienzo del partido, se sabía que una clave trascendental del partido iba a ser la batalla entre la línea ofensiva de Bengals y el front seven de los Rams. En la primera parte del juego, la lucha la iba a ganando la mediocre línea bengalí. Burrow era bien custodiado (solo permitieron un sack en ese ínterin) y se generaban huecos para que pueda escaparse Mixon. En la segunda mitad, fue todo lo contrario, el sometimiento hacia Burrow fue asfixiante. Con Donald y Von Miller a la cabeza, los Rams capturaron al mariscal de Bengals en varias ocasiones y, si no llegaban a tacklearlo, forzaban que lance antes de tiempo y totalmente desbalanceado. Además, en los momentos calientes, jamás le permitieron al rival renovar intentos con corridas internas cuando necesitaban escasas yardas para lograrlo. En síntesis, cuando las papas quemaban, la línea defensiva de Rams trituró a la línea ofensiva de Bengals y fueron una de las principales causas por la cual el trofeo Vince Lombardi se quedó en la ciudad que albergó al Super Bowl.
.@VonMiller adds to his Super Bowl legacy! 🔥 #RamsHouse
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Cuando las cosas no suceden como uno las plantea, siempre debes apoyarte en tus mejores hombres para mejorar y revertir situaciones adversas. El plantel entrenado por Sean McVay es de una calidad enorme y tiene numerosos “skills players” que ellos solos pueden modificar el trascurso de un juego. Comenzando por el tackle defensivo Aaron Donald. Sin dudas, el mejor defensor de toda la NFL. Este domingo se sacó la espina de final perdida ante los Patriots con un partido estelar, donde estuvo indetenible en toda la segunda mitad.
En la serie final de Cincinnati frenó a Mixon en una tercera y uno, y en la jugada posterior, al igual que en la final de conferencia contra 49ers, gracias a su presión sofocante, provoco que el QB lance un pase a la nada y generar así la victoria para su equipo. A su lado lo acompaña Von Miller, otra superestrella que supo ser MVP en un Super Bowl anteriormente. En este juego fue una amenaza constante, capturó en un par de ocasiones a Burrow y deflecto un pase. Otro gran talento esa defensiva es Jalen Ramsey. Si bien en esta final no tuvo un gran juego, fue quemado en un par ocasiones, destacamos una jugada donde le arrebata el balón a Tee Higgins cuando la anotación era inminente.
La jugada que cerró el partido, con Aaron Donald activando en los momentos clave. https://t.co/Jc1idC8j1O
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Del otro lado de la cancha podemos nombrar a Odell Beckham Jr. El egresado de LSU, en Los Angeles, encontró la horma para su zapato. Volvió al nivel que supo tener en New York. Antes de la lesión de la rodilla en el segundo cuarto, estaba jugando de gran manera y era el principal candidato para llevarse el Jugador Más Valioso. El QB Matthew Stafford demostró en este 2021, que es un mariscal de elite y que no le pesan las situaciones límites. Tuvo un gran partido con tres anotaciones y una serie consagratoria en el último cuarto. Todos nos quedamos boquiabiertos con el “no look pass” a Kupp en la marcha que pone a los Rams arriba en el score, pero nadie comenta que el pase de TD sobre el final del encuentro es una ejecución quirúrgica, ya que si lo tiraba cinco centímetros más adentro podía haber sido interceptado y derrota para su equipo.
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Y por último, el Jugador Ofensivo del Año y ganador del MVP, Cooper Kupp. Un WR que hace absolutamente todo bien. No tiene defecto alguno y encima es un bloqueador voluntarioso. A pesar de toda de doble marca encima, apareció con todo su esplendor. Primero corriendo para 7 yardas en cuarto y uno. Y luego atrapando cinco pases para 47 yardas y el TD ganador. En la final terminó con 8 recepciones para 92 yardas y 2 TDs. Un talento generacional del que recién ahora se comienza a hablar.
COOPER KUPP FOR THE LEAD!
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Co-Founder de No Huddle. Miembro activo del fútbol americano nacional desde 1996. Conductor del programa de Football Nacional y redactor de la web.