El cuarto jueves de noviembre en los Estados Unidos marca una fecha de celebraciones de muchísima tradición en ese país. Esa costumbre de las épocas en la que los Peregrinos que llegaban desde Europa se reunían a celebrar la llegada al Nuevo Mundo. se conecta con nuestros días y en este espacio porque ha perdurado tanto que una de las actuales tradiciones de esa festividad es tener una tarde repleta de NFL.
Hoy tendremos tres platos más fuertes que cualquier alimento. Primero, los Bills se enfrentan a los Lions. En segundo lugar, los Giants visitan a Dallas. Y la noche se cerrará con un gran duelo entre Patriots y Vikings. Sin embargo, no son estos partidos la razón de este artículo, sino que procederemos a viajar en el tiempo para descubrir la historia y evolución del football en Día de Acción de Gracias a lo largo de los años.
El concepto de jugar durante el Thanksgiving Day se remonta a 1876, en los albores del fútbol americano, que por el momento encontraba a sus únicos exponentes en las tradicionales universidades norteamericanas. Durante esa época, la mayoría de los trabajadores tenía ese como uno de sus pocos días libres durante el año. Aquella vez, Yale y Princeton (de las primeras en practicar el deporte) comenzaron con la tradición de jugar anualmente un partido el cuarto jueves de noviembre. A esa costumbre se sumó también la Universidad de Michigan, que jugó en esa fecha entre 1885 y 1905.
Algunas ligas y torneos esporádicos quisieron imitar la tradición por ese entonces, pero su propia inviabilidad y algunos escándalos relacionados con las apuestas hicieron que estos proyectos fracasaran y que estos juegos no se sostuvieran hasta la propia profesionalización del deporte.
Con la aparición de la NFL, impulsada por varios equipos del norte de los EEUU (principalmente Green Bay y Chicago), se retomó el ya por entonces clásico juego en Thanksgiving Day por el que muchas franquicias se desvelaban, ya que podía aumentar el interés por parte de los incipientes aficionados.
De esto se aprovechó George A. Richards, que recientemente había adquirido a los Portsmouth Spartans para llevarlos a la ciudad de Detroit y convertirlos en los Lions. Richards no solo se apuntó un juego como local en Día de Acción de Gracias, sino que gracias a su relación con la cadena NBC (había sido dueño de una radio local), logró que el partido tuviera una difusión en uno de los tres conglomerados de medios más importantes del país (junto con la CBS y la ABC).
Si bien esta jornada sufrió una pausa durante la Segunda Guerra Mundial, sumada a que en el año 1939 el presidente Roosevelt propuso mover el día festivo para recuperarse de la crisis, fue a partir de 1945 cuando definitivamente los Lions se aseguraron tener su partido siendo locatario en esa fecha del calendario. Durante casi 20 años fue el único equipo en tener ese privilegio (con la ya mencionada popularidad que eso acarreaba).
En la década del '60 irrumpió una de las franquicias que luego se convertiría en una de las más ganadoras del deporte: los Dallas Cowboys.
En el año 1966, la NFL se propuso ampliar el menú del Thanksgiving Day sumando un equipo que oficiara de local. Y allí apareció Tex Schramm, una de las caras visibles de la franquicia de Arlington, para ofrecerse a aparecer en esa fecha con una única condición: que a partir de ese año la tradición de los Cowboys jugando el cuarto jueves de noviembre fuera anual. Este era un riesgo sabido, ya que por entonces todos los partidos se jugaban en domingo y organizar un partido entre semana parecía suicida. En realidad, la decisión fue motivada por considerar que en la ciudad texana no había nada para ver o hacer durante aquella jornada.
A pesar de que entre 1975 y 1977 los Dallas Cowboys y los St. Louis Cardinals se alternaron la localía en Thanksgiving jugando entre ellos, era innegable que la popularidad del equipo de Texas era extremadamente mayor que la de ese rival (debido en parte al éxito que consiguió la escuadra a partir de los '70). En 1978 el comisionado de ese entonces, Pete Rozelle, confirmó que los Lions y los Cowboys se convirtieron en los dos equipos que hostean partidos durante esa festividad de manera permanente (primero en Detroit y luego Dallas).
A la tradición de Detroit y Dallas recibiendo juegos durante la tarde del jueves festivo, se sumó una más en 2006: el juego entre los Denver Broncos y los Kansas City Chiefs (victoria 19 a 10 para los de Missouri) significó el primer Thursday Night Football de la historia de la NFL. Ese año también fue el estreno del hoy ya también clásico Sunday Night Football. A la hora de la cena los norteamericanos, además de poder saborear el clásico pavo relleno, el pastel de calabaza y demás delicias, tienen la posibilidad de disfrutar un tercer partido de fútbol americano.
De esta manera, llegamos a la actual configuración del Thanksgiving Day en la NFL. Una tradición que, a día de hoy, muchos seguidores en todo el mundo continuamos agradeciendo. ¡Buen provecho!
Graduado en Comunicación Social. Cubre la NFL desde 2017. Redactor de contenidos y community manager de No Huddle.