En una NFL que año a año parece superarse en su nivel de impredecibilidad hay únicamente dos cosas, en principio contradictorias, que podemos dar por seguras: que nadie sabe nunca lo que va a pasar y que las estadísticas importan. Si la segunda de estas afirmaciones se prueba correcta, entonces los fanáticos de Philadelphia Eagles ya pueden ir averiguando el precio de los pasajes a Las Vegas, sede del cada vez más cercano Super Bowl LVIII.
Entrando a la semana 12 de la temporada regular con un récord de 9-1, Jalen Hurts y compañía tienen virtualmente asegurado un lugar en los playoffs, hecho que solo un desastre podría prevenir. Pero sabemos que la postemporada es un animal totalmente distinto en donde absolutamente cualquier cosa puede pasar... Y, sin embargo, la estadística acompaña el sueño de Philly de volver a competir por la gloria máxima este año, ya que la historia de la franquicia así lo indica: Solo cuatro veces en la historia los Eagles arrancaron el campeonato con un récord de 9 victorias y una derrota: en 1980, en 2004, en 2017 y en 2022. ¿Qué tienen en común todas esas temporadas? Que vieron a los Eagles llegar al Super Bowl.
Así es: luego del sinsabor de haber perdido contra Kansas City Chiefs la posibilidad de levantar su segundo Lombardi en los minutos finales del último Super Bowl, el equipo dirigido por Nick Sirianni está en el camino correcto (o al menos así lo indica la historia) para volver a intentarlo. Con un plantel completo en ambos lados del campo, un Quarterback franquicia que puede ganar tanto con los brazos como con las piernas y un cuerpo técnico y directivo entre los mejores de la liga, esta coincidencia estadística es la frutilla en el postre del sueño Philadelfiense.
Podría decirse, casi sin exagerar, que los Eagles llegaron hasta acá empujando de a una yarda. Si bien su juego es rico en muchas áreas, posiblemente la jugada insignia del equipo sea el afamado "Tush Push", una formación especial en la que Jalen Hurts conserva la pelota y es empujado desde atrás por varios de sus compañeros mientras la línea ofensiva hace lo propio con los defensores rivales para, prácticamente, garantizarse una yarda de avance. ¿Qué tan eficaz puede ser una jugada así? De los 21 intentos que llevan en 2023, 17 fueron exitosos, dando una nada despreciable tasa de un 81% de conversiones.
Tan imparable es la jugada que buena parte de la liga está pidiendo su prohibición: las defensivas rivales, aun sabiendo lo que Philadelphia va a hacer, no encuentran forma de frenarla, y hasta el propio Nick Sirianni, entrenador en jefe de Eagles, llegó a decir en conferencia de prensa que cada vez que arrancan un nuevo set de downs para ellos es "primera y nueve", considerando que si les falta solo una yarda en la cuarta oportunidad, el tush-push (también apodado brotherly shove, en homenaje al apodo de la ciudad, City of the Brotherly Love) es una conversión garantizada.
Pero no solo de empujones viven las águilas: Una línea de defensiva potente, un juego terrestre revitalizado con la incorporación de D'Andre Swift, un A.J. Brown con partidos realmente dominantes y una capacidad admirable de Jalen Hurts y el cuerpo técnico para encontrar distintas maneras de ganar cada partido trajeron a los de Philly hasta un récord prometedor. Y si la historia sirve de referencia, la promesa se verá cumplida. ¿Veremos a los actuales líderes de la NFC este yendo por la máxima gloria el próximo 11 de febrero en Las Vegas? Por lo pronto, faltan algunos empujoncitos.
Diseñador Gráfico UBA. Cubre la NFL desde 2022. Redactor y diseñador en No Huddle, el medio más grande de fútbol americano en Sudamérica. Co-conductor de Falso Punteo, podcast de análisis, opinión y humor sobre la actualidad de la NFL.