Russell Wilson llegó a la NFL en 2012, cuando los Seattle Seahawks lo eligieron en la Tercera ronda, ha sido nominado a 9 Pro Bowls, ha recibido reconocimiento como All-Pro (parte del segundo equipo en 2019). También lideró a su equipo hasta el Super Bowl en 2 ocasiones, consiguiendo su único anillo en la vapuleada que fue el Super Bowl XLVIII ante los Denver Broncos en 2014.
Por lo que cuando en marzo de 2022 se anunció que los mismos Broncos lo adquirirían en un intercambio masivo, había razón para sonreír en Denver, que contaba con un cuerpo de receptores muy productivo y una defensa colmada de talento. Sin embargo, han pasado casi dos años y el proyecto parece haber fallado catastróficamente.
La dirigencia anunció que Wilson sería sentado por Jarrett Stidham. Esto ha sorprendido a muchos, ya que los Broncos aún tienen chances de entrar a play-offs (si bien es cierto que serían de un 12% si ganan ante los Chargers en año nuevo). Aunque su juego no está a la altura de la paga que recibe, igualmente se esperaba que Russ continuase como el QB1 del equipo, pero parece que las inconsistentes actuaciones, y los conflictos internos (probablemente monetarios) fueron suficientes para motivar al GM George Paton y al HC Sean Payton a tomar está dura decisión.
Run Forest, run!! 😅#OnePride pic.twitter.com/gNItKg0Y93
— No Huddle (@nflnohuddle) December 17, 2023
En septiembre de 2022, Wilson firmó un contrato de 5 años por más de 240 millones de USD, con un 67% (alrededor de 160 millones de USD) toda esa cifra garantizado. La dirigencia está anclada por este, ya que recién en 2026, cuando Wilson tuviese 38 años, habría una chance de quitarse de encima el contrato sin perder tanto dinero (igualmente le costaría a la dirigencia unos $30,000,000 en dead cap).
Otros se encuentran frustrados al tener en cuenta que la actuación del QB, si bien ha tenido sus buenos momentos, no ha estado al nivel de lo que se cambió por él, tres de los cuatro picks entregados (dos primeras rondas y dos segundas rondas) se han convertido en grandes piezas del roster actual de Seattle: el OT Charles Cross, el CB Devon Witherspoon y el LB Boye Mafe.
Otros podrían responsabilizar al elenco alrededor de WIlson por los desafortunados resultados: la posición de TE está aún más floja que cuando Noah Fant ocupaba la posición (otro de los que se fueron de Denver en el intercambio ya mencionado), y el cuerpo de receptores ha sufrido una terrible caída en rendimiento: Jerry Jeudy ha tenido una paupérrima temporada y no parece encontrar solución a su flojo juego; Marvin Mims no ha visto suficientes lanzamientos como para contribuir; Courtland Sutton ha sido el único que contribuyó de forma consistente esta temporada, acumulando 775 yardas y ofreciendo un QBR de 128.8 cada vez que le lanzan un pase.
Teniendo en cuenta las diminutas posibilidades de entrar en postemporada y lo complicado que parece mover ese contrato, es posible que la idea de Paton y compañía, sea darle un descanso tanto físico como mental a Wilson (que recientemente fue padre) e intentarlo de nuevo la temporada siguiente, probablemente con un elenco de receptores diferente.
