CeeDee Lamb nació en Opelousas, un pequeño pueblo de Lousina, pero creció sus primeros años en New Orleans, en el mismo estado. Cuando apenas tenía 6 años, el Huracán Katrina lo obligó a abandonar la ciudad de New Orleans, por lo que su familia se mudó a las afueras de Houston, Texas, algo que terminaría siendo muy beneficioso para su carrera deportiva.
Ya en su primer año en la secundaria se destacó como receptor abierto y superó las 1.000 yardas con 11 touchdowns en su temporada de debut. En su segundo año mejoró notablemente su producción con más de 2.000 yardas y 33 anotaciones. Ese año se volvió el cuarto receptor con más yardas en la historia del estado en ese nivel.
Las dificultades a través de las tormentas motivaron a Lamb a ser excelente en el campo de fútbol, y comenzó a brillar en Foster High School en Richmond, convirtiéndose finalmente en un recluta de cuatro estrellas, eligiendo Oklahoma sobre Texas y Alabama, entre otros.
In a league of his own. pic.twitter.com/CS9miGZ1bA
— NFL (@NFL) November 13, 2023
“CeeDee fue el mejor jugador que he conocido”, dijo Shaun McDowell, su entrenador durante la preparatoria. “Las cosas que podía hacer con su cuerpo, como contorsionarlo. Solíamos decir que juega en la Matrix, porque puede ver las cosas antes de que sucedan y hacer cosas que doblan su cuerpo para atrapar. Solo había que lanzar el balón en su dirección y listo”, agregó.
Jugó fútbol americano allí y durante su último año en 2016, tuvo 98 recepciones para 2,032 yardas. Este fue el cuarto mejor del estado. Lamb ayudó a llevar al equipo a una temporada de 14-1 y su única derrota se produjo en el partido de semifinales para el estado. Lamb recibió el premio al Jugador Ofensivo del Año del Houston Touchdown Club All-State.
Para un estudiante de secundaria esto fue grande, recibió muchas ofertas de universidades como Alabama y otros programas muy conocidos. Sin embargo, Lamb se comprometió con la Universidad de Oklahoma, donde atraparía pases de los mariscales de campo Baker Mayfield, Kyler Murray y Jalen Hurts. Es muy raro (de hecho, bastante imposible) que juegues con tres QB diferentes que hayan ganado Trofeos Heisman.
Durante su estadía, Lamb logró registrar estadísticas impresionantes en esos tres años. Tuvo un total de 3,292 yardas con 178 recepciones. Con 32 touchdowns en recepción, parecía una selección de primera ronda fija. Corrió el balón 40 veces para 316 yardas. Consiguió, además, una anotación por tierra.
Otra estadística loca es el hecho de que Lamb jugó dos partidos de playoffs de fútbol universitario, uno en 2018 y 2019. Después de esos números, Ceedee decidió que ya había hecho suficiente y fue al Draft. El receptor no tuvo que esperar mucho, porque después de escuchar solo 16 nombres, le llegó su momento.
Los Dallas Cowboys lo seleccionaron como la selección número 17 del draft. Inmediatamente, estuvo listo para ponerse a trabajar. En la temporada 2020 de la NFL, Lamb acumuló 935 yardas y cinco touchdowns. Era un jugador veloz con grandes habilidades y manos. Muchos fanáticos tenían esperanzas en él porque creían que podría ser uno de los mejores de la liga. Y no decepcionó.
En la temporada 2021, Lamb tuvo un desempeño aún mejor, esta vez con 1,102 yardas y seis touchdowns. Con más atrapadas y jugadas claves, Lamb demostró una vez más que pertenece a donde está hoy. El ‘88′ de Dallas es el líder del equipo en todos los rubros estadísticos que atañen a un wide receiver. La habilidad de Ceedee es innegable, pero incluso él está consciente que gran parte de su éxito se debe al trabajo del head coach Mike McCarthy, quien ha tomado la responsabilidad de llamar las jugadas a la ofensiva.
Lamb estaba en camino de romper el récord histórico del equipo de más recepciones en una sola temporada (111) antes de que los pases se enfriaran. Esto significa que ahora tendrá la oportunidad de hacerlo en la Semana 17, en casa y en la misma noche en la que el legendario entrenador en jefe Jimmy Johnson será incluido en el codiciado Anillo de Honor.
Periodista deportivo especializado en gráfica. Sigue la NFL desde el 2002 y el College Football desde 2014. Es redactor en No Huddle desde 2020.