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El pasado lunes venció el plazo que tenía Dallas Cowboys para acordar un nuevo contrato con su RB Tony Pollard y el egresado de la Universidad de Memphis jugará la temporada 2023 bajo la etiqueta de jugador franquicia. Esto implica que tendrá un contrato garantizado de $10.1M de dólares y podrá volver a negociar con el equipo, una vez finalizada la temporada. Su temporada 2022 finalizó un tanto antes que la de sus compañeros, luego de que a falta de casi dos minutos en el segundo cuarto de la derrota en la Ronda Divisional de los Playoffs, sufriera una fractura de peroné.
En lo que respecta a los números de Pollard, viene de su mejor año como profesional. Acumuló 1,007 yardas por tierra, 371 yardas por aire y 12 TDs (nueve por tierra y tres por aire). Fuera de lo estrictamente numérico, su injerencia en la ofensiva de los Cowboys fue sumamente importante. El tándem que formó junto a Ezekiel Elliott le permitió a Kellen Moore, Mike McCarthy y el propio Dak Prescott extender el playbook de jugadas y generar varios dolores de cabeza a los coordinadores defensivos rivales.
Si bien los expertos sugieren que estará completamente sano para disputar la próxima temporada, Jerry Jones optó por ser precavido y no intentar negociar un contrato más allá de la siguiente temporada. Esto, sumado a lo sucedido con Elliott, su contrato por aquel entonces -y que hoy en día le trae dolores de cabeza-, y lo poco valorada que está la posición de RB en la NFL, acompañaron en el proceso de decisión del dueño de la franquicia.
Now RB1 in Dallas ⭐️
— NFL (@NFL) June 30, 2023
Big year coming for Tony Pollard? @Tp__5 pic.twitter.com/wKEEPuXReg
Como se mencionó anteriormente, aquellos equipos que habían designado un jugador franquicia, tenían tiempo de renegociar un contrato multianual hasta el pasado lunes y lo cierto es que, de los seis que fueron etiquetados como franquicia, los únicos tres que no lograron un nuevo acuerdo fueron Saquon Barkley, Josh Jacobs y el propio Tony Pollard. ¿Cuál es la coincidencia entre ellos? Su posición.
La NFL le ha “bajado el precio” a estos jugadores, no a ellos en particular, sino a todo aquel que acarrea el balón. El propio desgaste que genera en el físico del jugador -que comienza en algunos casos en high school, cinco o seis años antes de llegar a la NFL- y las estadísticas que demuestran que “no se necesita un RB en segundo contrato para ganar un Super Bowl”, llevaron a que el mercado denigre un poco a los talentosos de la posición.
Muchos jugadores, en general, se expresaron en redes sociales ante esta situación y se encontraron muchas opiniones contrapuestas. Algunos, incluso, invitaron a la NFLPA a intervenir en ello. Lo cierto es que probablemente el mismo mercado termine acomodando nuevamente las cosas pero tanto Barkley, Jacobs, Pollard y todo aquel que deba negociar un nuevo contrato el día de mañana, velarán por no sólo sus propios intereses, sino también por el de todo aquel que juegue en esa misma posición, de manera que sus acuerdos sienten precedentes favorables para el resto.
Co-Founder de No Huddle. Editor, redactor y conductor de los distintos productos del medio. Sigue la NFL desde 2012 y la cubre desde 2020. Especialista en Dallas Cowboys.
