La temporada pasada, sin excesivos brillos ni virtudes, los New York Giants comandados por Brian Daboll en su primer año al mando del equipo, clasificaron a playoffs con un récord de nueve victorias, siete derrotas y un empate, equivalente a la tercera posición en la división de la NFC Este y sexto sembrado de la conferencia. Vencieron a Minnesota Vikings en ronda de comodín y cayeron con Philadelphia Eagles en ronda divisional.
El haber clasificado a playoffs, junto con haber conseguido una victoria contra un buen rival (Vikings había finalizado tercero en la general de la conferencia) hacían pensar en una segunda temporada superadora, y que Giants podían pelear por el primer puesto de la división.
Habiendo terminado la temporada regular, los New York Giants ya no tenían chances de competir más allá de esta última semana, se encuentran en el sótano de casi todas las estadísticas este año y nos hacen ya imaginar en que posiciones pueden llegar a reforzar a través del draft venidero.
En un plantel que podría reforzarse en absolutamente cualquier puesto y teniendo a Daniel Jones bajo un lucrativo (y pesado) contrato, elegir un mariscal de campo en primeras rondas puede no ser una urgencia. Más allá de que el citado Jones ha intentado mantener a flote a su equipo, no estamos seguros de que sea la respuesta en su posición para la franquicia a mediano o largo plazo. Si Giants al contar con una selección de primer ronda dentro de las primeras seis posiciones, al menos deberá evaluar la posibilidad de elegir un mariscal franquicia; mientras, debería terminar de descubrir el valor real de Daniel Jones, a quien podría llegar a cambiar de aquí a un año si es que para entonces pudiese interesar a alguna franquicia urgida de un mariscal de campo.
Ya sea con Daniel Jones u otro joven bajo centro, ya sea con Saquon Barkley o no de acarreador titular en el equipo, New York no puede permitirse otra temporada con su línea ofensiva rankeando en los últimos lugares de estadísticas de la liga. Elegir un prospecto —como por ejemplo el tackle ofensivo de Penn State, Olu Fashanu— representaría un impacto inmediato (y quizá mover a Evan Neal a la posición de guardia izquierdo), y ayudaría a que, quién lance el balón en el equipo, tenga tiempo suficiente para hacerlo y quien acarree cuente con los huecos en líneas defensivas rivales. Los partidos comienzan a ganarse en las trincheras y New York no puede continuar con su línea ofensiva tal como está hoy.
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En una división como la NFC Este, donde Giants competirá con ataques como los de Philadelphia Eagles y Dallas Cowboys, la mejor defensa es un buen ataque. Como parte del intento de mejorar lo más posible su ofensiva y darle a Daniel Jones (o a quien ocupe la posición el año próximo) suficientes herramientas, seleccionar en el draft a un jugador, por ejemplo como Rome Odunze de los Washington Huskies podría ser una excelente idea. La ofensiva de Giants por el pase, se encuentra rankeada como la número 32. No hay ninguna peor. Un jugador como Odunze puede comenzar a cambiar eso de inmediato.
Seguidor del deporte de las tackleadas desde 1999, especialista en NFC. Redactor de No Huddle desde 2020.
