Conforme avanzan los años, los deportes norteamericanos han experimentado una expansión que incrementó su popularidad fuera de Estados Unidos. Además de convertirse en grandes exponentes de la formación y el rendimiento deportivo, los deportes de esta región han resultado ser un modelo económico y empresarial muy rentable.
Al perfilarse como grandes productos, entender disciplinas que, al principio, pueden resultar complicadas para los consumidores es clave, pues será la forma en que los televisores encendidos, las suscripciones y la compra de artículos se incrementen. Este fenómeno, presente con más trayectoria en el baloncesto y apenas en consolidación con el béisbol, fútbol y hockey, ya es una realidad con el fútbol americano.
Dicho lo anterior, entenderlo empieza a complicarse cuando se conoce el sinfín de reglas del fútbol americano, donde llevar el ovoide de una zona de anotación a otra tiene un proceso al que hay que prestarle atención. Dentro de esas vías para conseguir puntos está el safety, una jugada escasa pero fascinante en la que una buena presión de la defensiva en territorio contrario puede traducirse en ventaja en el marcador. En No Huddle, profundizamos en el safety.
Antes de entrar en la explicación, el safety como jugada no debe confundirse con el safety como posición, aún cuando un jugador en la posición de safety puede provocar un safety. De acuerdo con NFL Football Operations, es un safety si un corredor es tackleado en posesión del balón dentro de su propia zona de anotación, y que en caso de que esto llegase a ocurrir, otorgará 2 puntos al equipo que logre el derribo.
El anterior es el escenario más común, aunque un safety puede presentarse de otras maneras: cuando el equipo a la ofensiva comete una infracción en su propia zona de anotación o; cuando el ímpetu por un equipo envía el balón detrás de su propia línea de gol, y el balón es declarado muerto en la zona de anotación en su posesión o el balón está fuera del campo de juego detrás de la línea de gol.
Al ser la oficial, esta explicación puede parecer tan confusa como el primer vistazo al deporte por parte de los nuevos seguidores, por lo que intentaremos dilucidarlo de forma mucho más sencilla. En síntesis, un safety otorga 2 puntos al equipo que defiende cuando quienes atacan son derribados con el balón en posesión, cometen una falta o dejan escapar el balón por la línea final, todo en su propia zona de anotación.
Es casi improbable que se genere un safety cuando la ofensiva está próxima a anotar o tiene posesión del balón en campo contrario (fuera de la denominada 'red zone', pero después de la yarda 50), ya que la proximidad del balón a la zona de anotación de la ofensiva es un requisito clave para convertir mediante esta jugada.
La probabilidad de que se genere un safety aumenta cuando, por ejemplo, la ofensiva tiene que mover el balón desde su propia yarda 1 o 2. En esta situación, casi toda la responsabilidad recae en quienes conforman la línea de golpeo, puesto que el centro, los guardias y tackles (también el ala cerrada) deben encargarse de proteger y, al mismo tiempo, facilitar el avance.
Además de proteger al quarterback para permitirle lanzar en el menor tiempo posible y evitar ser derribado en su propia zona de anotación, o abrir el espacio suficiente para que el corredor pueda avanzar el balón por vía terrestre, los jugadores de la línea de golpeo deben mantenerse al margen de cualquier infracción sobre la defensa. En caso de que esto ocurra en la zona de anotación, se otorgarán dos puntos a la defensiva.
ES SAFETY. SE VIENE SEATTLE. https://t.co/VcmUSfNY4S
— No Huddle (@nflnohuddle) October 1, 2024
¿Qué pasa después de un safety?
El equipo que concedió el safety colocará el balón en juego con una patada libre desde su propia yarda 20, lo que, en la mayoría de los casos, le da la opción de atacar al equipo que logró obtener los dos puntos. El pateador no podrá utilizar una base (tee) que sostenga el balón antes de patear, por lo que lanzar el balón lo más alto posible antes de despejar será una opción viable para recuperar la posesión.
Los safeties son más comunes cuando un equipo se encuentra cerca de su zona de anotación, ya sea tras una sincronizada labor de los equipos especiales en una patada de despeje o en un avance fallido de quienes atacan, que luego pasan a defender. Las manos juntas por encima de la cabeza de los oficiales es el gesto para catalogar una jugada como safety.
Aunque no hay safeties en todos los juegos, estas jugadas se dan con cierta regularidad. Durante el cierre de la semana 5 de la temporada en curso, los Seattle Seahawks lograron arrebatarle 2 puntos a Detroit mediante un safety en el que Jared Goff fue capturado en su propia zona de anotación.
Comunicador social y periodista con conocimientos académicos en Comunicación para Medios. Relator deportivo y locutor. Colombiano. Periodista y creador de contenido de No Huddle desde 2023.