Para los que han seguido a este jugador en su etapa de college football, no les sorprenderá este título. O capaz si, dado lo costoso que ha sido para los mariscales —en especial los tomados en primera ronda— de traspasar su talento en college a la National Football League, realizar esa transición lo antes y mejor posible. Y no solo se trata de esa transición, también ayuda —o no ayuda— la franquicia a la que serán presentados como la estrella franquicia y de la que tendrán que llevar riendas del equipo a futuro. El caso de Bryce Young en Panthers habla mucho de como el mejor talento en la posición no es capaz de hacer funcionar al equipo y como la franquicia hace todo lo posible para ver fallar a su apuesta de cara a los próximos años.
Jayden Daniels ha sido un caso opuesto a lo que vimos estas últimas ocasiones: Ha logrado romper con varios récords en solo un par de semanas, poner a toda la liga con la atención en alto a la hora de enfrentarlo a él y su equipo, Washington Commanders, con quienes bajo las órdenes de Dan Quinn en la banda, han logrado colocarse como líderes de la NFC Este, una de las divisiones más difíciles de la liga.
El nivel demostrado por el egresado de LSU no es sorpresa de nadie: Partía como claro favorito a pick número, dando su selección lo más tarde posible como un top 5. Mientras que Bears se dejó decantar por Caleb Williams y todo lo que se hablaba respecto a él una vez se presentó al Draft, Washington sacó provecho de esto y pudo seleccionar al ganador del Heisman 2023 como pick número dos global del Draft 2024, algo que ya estaba cantado por muchos. Y dando así el punta pie inicial para el inicio de su primera temporada post-remodelación y la segunda de Josh Harris como nuevo propietario del equipo.
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— Washington Commanders (@Commanders) September 30, 2024
Nacido en el estado de California, Jayden se adentró desde muy temprano con el deporte. Luego de jugar football durante la secundaria, decidió elegir a Arizona State como la universidad a la cual representaría en el college football. Luego de tres años allí —y uno durante pandemia, donde la mayor parte de los equipos no jugaron más que un puñado de partidos—, se transfirió a LSU, cuna de uno de los mejores mariscales en la liga como lo es Joe Burrow, de Cincinnati Bengals. Luego de dos excelentes años allí —siendo ganador del Heisman en el 2023—, se declaró elegible para el Draft y, con el pick global número dos, arribó a Washington.
De contextura física flaca pero fuerte, cuenta con uno de los mejores brazos en la liga y la posibilidad de correr en caso de ser necesario, lo cual lo vuelve muy peligroso en cada snap ofensivo del equipo dirigido por Quinn. Si a todo esto le sumamos que viene rompiendo muchos récords con solo un par de semanas en la liga, dice mucho de la futura estrella de los Commanders. Porcentaje de pases completados en las primeras cuatro semanas, porcentaje de pases completados en un partido con más de veinte lanzamientos, más jugadas de anotación que pases incompletos, rookie de la semana y del mes... Daniels ha dado un paso muy fuerte y ruidoso en la liga.
Sus estadísticas en college fueron excelentes: Más de 12700 yardas aéreas —12749 para ser exactos—, 89 pases de touchdown, 34 por vía terrestre —con 3307 yardas por tierra—, solo 20 intercepciones y todo esto en más de 1400 pases intentados, con un porcentaje de éxito del 66.3%. Al día de la fecha, cuenta con tres touchdowns, una intercepción, 87 de 106 pases completados, 82% de porcentaje de pases completados y cuatro touchdowns terrestres. Su único detalle negativo es que tuvo tres fumbles pero ninguno resulto en perdida.
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— JPAFootball (@jasrifootball) October 5, 2024
Si bien es verdad que es muy pronto para saber si Daniels mantendrá este nivel a lo largo de la actual temporada —o en el pasar de los años y que no se vuelva un jugador de una sola buena temporada, como Mac Jones o Trevor Lawrence— Washington quiere sacar provecho de este nivel actual que provee el egresado de LSU en la ofensiva y, junto con una defensiva sólida por momentos, seguir dominando la NFC Este, con los ojos puestos en ser los ganadores de la Conferencia y volver a los Playoffs luego de tres temporadas —última vez en 2020, donde clasificaron con récord negativo de 7-9, algo que solo sucedió tres veces en la historia de la liga—
Daniels es un claro candidato a ser el jugador ofensivo novato del año, con Malik Nabers como su principal competidor a este galardón. Y no es muy descabellado pensar en que pueda sumar varios votos en la contienda por el MVP de la liga, donde quienes destacan en la carrera por este premio son Josh Allen de Bills, Lamar Jackson de Ravens y Sam Darnold de Vikings. Jayden tienen todo a su favor para ser reconocido como una futura estrella en la NFL y quien se encargue de llevar la franquicia de Washington a nuevos horizontes, teniendo en cuenta los pésimos últimos años de los Commanders bajo la dirección de Dan Snyder, ex-dueño del equipo. Hoy su actualidad con Josh Harris es otra y Daniels es la punta de la lanza para este resurgir de los antiguos Redskins.
Periodista deportivo. Cubre la NFL desde 2018, college football desde 2020 y ELF desde 2021. Corresponsal de New York Giants y Detroit Lions desde 2019. Redactor, analista y comentarista de No Huddle desde 2022. Conduce Fernet con Football. Especialista en marketing y ofensiva West Coast.
