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Comenzó la offseason en la NFL. A solo una semana del Super Bowl, las franquicias comienzan a darle color a sus rosters. En esta primera etapa, las franquicias comienzan a administrar el espacio salarial, buscando crear el máximo espacio posible. Sin embargo, mientras los cortes se llevan el protagonismo, estas no pierden la vista de la agencia libre. Es así como este martes comienza el primer proceso abierto de la agencia libre, el periodo de Franchise Tag, donde las franquicias restringen la libertad de sus agentes libres.
Los tags son un contrato restrictivo que puede imponer cualquier franquicia a uno de sus jugadores potencialmente agente libre (UFA). Es decir, que mediante esta imposición el jugador queda imposibilitado de negociar libremente con cualquiera de las otras franquicias, o esta misma posee la oportunidad de igualar la oferta que reciba el jugador. El contrato es de un año, su valor depende de la posición y es 100% garantizado, por lo que el impacto en el espacio salarial suele ser elevado.
Este tipo de contrato suele utilizarse sobre las figuras de los equipos en el caso de que no se busque un contrato a largo plazo, o caso contrario, las partes no lleguen a un acuerdo. El primer caso suele darse en posiciones como safeties, running backs o tight ends, y el segundo caso es similar a lo sucedido con Lamar Jackson la última temporada. Si bien comúnmente se habla de Franchise Tag, existen tres tipos de contratos, a saber, cada uno con sus características y preferencias. En esta nota repasamos algunos de los conceptos y qué jugadores son potenciales a ser colocados bajo esta figura.
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Tal como se comentó, cuando se habla de tags se hace referencia al franchise tag. No obstante, bajo este concepto existen tres tipos de contratos con montos de acuerdo y preferencias para la franquicia totalmente distintos entre sí. Paradógicamente, cuando se habla de este tipo de contrato, en su mayoría se coloca el Non-exclusive franchise tag o el Transition tag, en razón a los montos y a la poca posibilidad de que una franquicia oferte por alguno de estos jugadores.
Para esta temporada, los montos de estas etiquetas están acordados en:
| Posición | Franchise Tag | Transition Tag |
| QB | $36.293.000 | $31.158.000 |
| LB | $22.748.000 | $18.730.000 |
| DT | $20.943.000 | $15.798.000 |
| WR | $20.672.000 | $19.398.000 |
| DE | $20.205.000 | $20.135.000 |
| OL | $19.885.000 | $19.718.000 |
| CB | $18.762.000 | $15.889.000 |
| S | $16.224.000 | $13.957.000 |
| TE | $12.027.000 | $10.564.000 |
| RB | $11.326.000 | $10.104.000 |
| ST | $5.670.000 | $5.285.000 |
Cabe destacar que una franquicia puede colocar por años consecutivos estos tipos de etiqueta afectando el monto de contrato. Por ejemplo, si coloca por segundo año consecutivo la Exclusive Franchise Tag el monto será el máximo entre el QB Franchise Tag, el 120% del PYS y el 144% del franchise tag original.
El egresado de Texas A&M, y selección de tercera ronda del draft 2020, llega a la agencia libre como uno de los pilares más importantes de la defensiva de Ravens, siendo el líder en sacks del equipo, líder en sacks entre linieros defensivos, y como el décimo defensivo con mayor cantidad de capturas en la última temporada. Además, fue nombrado en el segundo equipo del All Pro.
Una de las decisiones más importantes para la franquicia esta offseason. Lo que se convirtió en una cuestionada selección de primera ronda en 2019, finalizó su mejor temporada desde su año de novato, siendo el tercer defensivo con mayor cantidad de sacks (19). Solo un dato, en 2023, logró más capturas que la suma entre las tres temporadas anteriores a esta (17)
Una de las piezas más sólidas en la estructura defensiva de Panthers. De las últimas cuatro temporadas, Burns lideró a la defensiva en capturas en tres de ellas, y en las cuatro en presiones al QB. Además, promedia al menos nueve sacks en cada una de ellas.
Simplemente, el mejor receptor abierto, y uno de los mejores jugadores en la agencia libre. El egresado de Clemson es una de las piezas de mayor confianza para Burrow y una joya en el esquema ofensivo de Zac Taylor. A la sombra de Ja´marr Chase, Higgins logró ganarse su protagonismo y protagonizar al menos el 25% de las recepciones del equipo (221), recepciones de touchdown (21) y yardas aereas (3.233).
El presente de ambos corredores es similar. Tras grandes performances en 2022 que valieron el franchise tag ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo durante la pasada offseason, ahora ambas franquicias podrían utilizar por año consecutivo esta etiqueta, aumentando el valor del contrato a casi $15 millones de dólares. Tanto Barkley como Jacobs quedaron a menos de 100 yardas de las 1.000 yardas terrestres, y sumaron 6 touchdowns por esta vía.
La franquicia de Bucs está en una disyuntiva en cuanto a la utilización de esta etiqueta. Muy probablemente, de llegar a un acuerdo con Baker Mayfield, la misma sea utilizada sobre Antoine Winfield. No obstante, la negociación con los QBs no suele ser fácil, y ante un desacuerdo podría ser utilizada sobre el ex QB de Cleveland Browns y Los Angeles Rams. Mayfield finalizó su mejor temporada de la liga, sumando 4.731 yardas aéreas, 34 pases de touchdowns y 12 intercepciones.
Jaylon Johnson es en la agencia libre de esquineros lo que es Tee Higgins en la de receptores abiertos. El egresado de Utah Utes finalizó la temporada como el cornerback que menor NFL Rating permitió, 25 recepciones de 50, 9 pases incompletos forzados, y un único touchdown.
Actuario. Analista de Datos. Especialista de Safeties en Guia No Huddle 2023.
