Super Bowl 2024: La histórica remontada de Tom Brady y New England Patriots cumple 7 años

5 de Febrero de 2024
Tom Brady levanta el Trofeo Vince Lombardi después de lograr una remontada histórica. // Foto: Mike Ehrmann — Getty Images

En vísperas del Super Bowl 2024, es bueno recordar que la NFL, pero sobre todo el Super Bowl, nos regala constantemente historias increíbles y momentos únicos. Momentos que quedarán grabados en la retina de los fanáticos para siempre. El Super Bowl LI, sin dudas, fue uno de esos partidos que no se dan con frecuencia o simplemente no se dan, y que formará parte de los recuerdos más lindos y emocionantes de este deporte.

No hay dudas de que el Super Bowl LI no será olvidado ni por los fanáticos de los New England Patriots, ni por los fanáticos de los Atlanta Falcons, ni por los fanáticos del deporte en general. Fue algo único y casi imposible de repetir, un partido que lo tuvo todo, no faltó nada. Realmente emocionante por donde se lo mire.

Ese 5 de febrero de 2017, Bill Belichick, Tom Brady y los Patriots escribieron otra página en la historia. Lograron la mayor remontada en la historia de la liga y su quinto Super Bowl. Fue algo más para ese legado que de por sí ya era exquisito. El Patriot way lo hizo de nuevo. Aquí en No Huddle te traemos un recuerdo de ese histórico partido, que hoy cumple 7 años.

Una remontada histórica, de un 3-28 al título del Super Bowl

No hay dudas de que cada título es especial, cada Super Bowl tiene su condimento único. Pero el Super Bowl LI, es ciertamente uno de los más recordados por todos los fanáticos en especial los fanáticos de los Patriots. Es partido fue la definición perfecta del patriot way, esa idea de trabajo en equipo fuerte, con pasión y dedicación. 

Ese 5 de febrero, pero de hace siete años, en el NRG Stadium de los Houston Texans, no se presenció solo un partido de football, sino que estuvimos frente a una demostración de resiliencia y determinación que quedará grabada en la retina de cada uno de los fanáticos que vieron ese partido. 

Dos equipos, dos realidades diferentes. Uno iba en busca de su quinto trofeo y ampliar su dinastía, mientras que el otro lado había una poderosa ofensiva que iba en busca de su primer Super Bowl. Tom Brady frente a Matt Ryan, Dan Quinn frente Bill Belichick. Promesa de buen football.

Atlanta se llevó puesto a New England durante casi tres cuartos, y así todo no pudo ganar. // Foto: Al Bello — Getty Images

Atlanta Falcons dominó prácticamente todo el partido. Una ofensiva que parecía llevarse todo por delante. Al término de la primera mitad, Atlanta se iba al descanso 21-3 arriba en el marcador. Si bien quedaba mucho juego por delante, la tónica del partido no parecía cambiar. Tanto es así que con solo 2:12 minutos por jugar del tercer cuarto, los Falcons estaban 28-3 al frente. Un resultado imposible de revertir. Nadie en la historia de la NFL había podido dar vuelta una diferencia como esa. Todo indicaba que ese Super Bowl se iba para Atlanta.

Sin embargo, este hermoso e increíble deporte nos tenía preparada una sorpresa. Lo imposible parecía posible y lo que nunca había pasado estaba sucediendo. Los Patriots con Tom Brady a la cabeza empezaron de a poco a entrar en partido. La ofensiva de New England iba entrando en calor.

Gracias a un juego terrestre efectivo, un Tom Brady en un nivel altísimo y un brillante Julian Edelman, quien probablemente sea el autor de una de las atrapadas más increíbles y mágicas de la historia del Super Bowl, los Patriots lograron anotar 25 puntos consecutivos para empatar el marcador y forzar el único y tiempo extra en la historia del Super Bowl. Eso sí, nada de esto hubiera sido posible sin una defensa excelsa que impidió que los Falcons anotaran siquiera un punto durante el resto del partido.

Julian Edelaman consiguió la atrapada más increíble de la historia del Super Bowl // Foto: G. Newman Lowrance — AP

Llegó el tiempo extra. Hacía falta un touchdown para dar vuelta un partido histórico, ganar y ser campeón del Super Bowl LI. New England siguió lastimando a una defensiva que venía cansada, y golpeada anímicamente. De la mano de un Brady en un nivel superlativo, los Patriots llegaban a zona roja. Faltaba solo un pasito más, y ese pasito lo iba a dar James White, quien con una gran jugada por tierra conseguía el touchdown de la victoria.

Sí, la mayor remontada en la historia del Super Bowl era una realidad. New England pasó de un 3-28 a un 34-28, y con ello el quinto Vince Lombardi. Tom Brady, Bill Belichick y los Patriots conseguían otro éxito para seguir agrandando el legado que ya tenían. Lo imposible se hizo posible. Lo impensado se hizo realidad y el football nos volvía a regalar un partido inolvidable.


Luciano Viale

Luciano Viale

Sigue la NFL desde 2015. Redactor y analista de No Huddle desde 2023. Cubre NFL y College Football.