No es sorpresa alguna que el Super Bowl 2024 está próximo a disputarse este domingo 11 de febrero, en lo que va a ser un partidazo entre los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers. Un choque de fortalezas, con equipos muy bien armados y que, a su manera, han sorteado obstáculos difíciles en sus respectivas conferencias, para pelear por el Trofeo Vince Lombardi frente a los ojos de todo el mundo.
Un juego que no podría tener más épica. Kansas City, campeones defensores, quieren ser una de las pocas franquicias en levantar el Lombardi de manera consecutiva. Pero del otro lado, San Francisco no solo quiere subirse al peldaño de los equipos con más títulos en la historia, donde pisan fuerte los New England Patriots y Pittsburgh Steelers con 6, sino que tienen sed de revancha tras lo ocurrido en el Super Bowl LIV.
Con varios protagonistas que repiten su papel en este partido — entrenadores, alas cerradas, receptores —, el encuentro tiene todo para ser uno de los mejores en el Siglo XXI y de la historia de la National Football League. Cada equipo cuenta con sus respectivos puntos fuertes y sus debilidades y sabrá como actuar en consecuencia a la dirección del partido y su desarrollo.
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— Kansas City Chiefs (@Chiefs) February 6, 2024
Si hay algo en que todos estamos de acuerdo es que, indiferentemente de como ocurra y sin importar otros aspectos del juego, los Chiefs terminan haciendo mucho más de lo que uno espera. Lograron frenar el poderío ofensivo de Miami, sumaron un triunfo más a su paternidad contra los Bills y fueron capaces de apagar toda idea de juego por parte de los Baltimore Ravens.
Kansas City no ha sido el mismo en el apartado ofensivo en comparación a su versión en el anterior Super Bowl — victoria 38 a 35 contra Eagles — pero Mahomes ha sacado provecho de las capacidades de sus compañeros en la ofensiva: Kelce logró encontrar su mejor forma en Playoffs y el novato Rashee Rice de SMU ha tenido un excelente rendimiento en cuanto Mahomes dejó de distribuir tanto la pelota con el resto de los receptores y lo convirtió en el WR1 del equipo. Y Pacheco ha sido amo y señor del ataque terrestre, con un Clyde Edwards-Helaire teniendo chispazos en algún acarreo esporádico.
Pero es que lo mejor de Kansas City en estos últimos juegos ha sido la defensiva que, a pesar de no ser de las mejores en la defensa por la vía terrestre, ha sido elemental para frenar el juego de pases de media y larga distancia, algo que Kansas City ha sufrido mucho en temporadas anteriores. La tarea contra 49ers será difícil, ya que cuentan con uno de los mejores corredores de la liga — Christian McCaffrey — que también se destaca por ser un corredor que recepciona al nivel de un receptor top.
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Kansas City tiene lo necesario para competir. El problema será ver que tanto podrán aguantar la embestida ofensiva comandada por Brock Purdy y si serán capaces de pegar primero ante una defensiva de San Francisco que, ante rivales con una mentalidad ofensiva, no ha sabido demostrar solidez en comparasión a otros años. El punto fuerte de los Chiefs es de conseguir un touchdown primero, evitar la respuesta del rival y empezar a manejar el reloj, la posesión y el partido a partir de ello.
Cuentan con jugadores destacados en ambos lados del balón y con un staff de coacheo liderado por Andy Reid que tiene la suficiente experiencia y nivel para hacer frente a cualquier táctica rival. Kansas City supo derrotar a un claro candidato al Lombardi como lo era Baltimore; ahora queda un último equipo para conseguir la gloria, que supone un desafío tan complicado como el anterior: San Francisco 49ers.
Periodista deportivo. Cubre la NFL desde 2018, college football desde 2020 y ELF desde 2021. Corresponsal de New York Giants y Detroit Lions desde 2019. Redactor, analista y comentarista de No Huddle desde 2022. Conduce Fernet con Football. Especialista en marketing y ofensiva West Coast.
