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Tras una temporada donde Miami Dolphins quedó corto de las expectativas que habían generado durante la campaña regular, el conjunto de Mike McDaniel llegó al Draft con la urgencia de agregar piezas que puedan serles funcionales a su objetivo de volver al Super Bowl.
Obviamente, el rendimiento del equipo debe superlativo, teniendo en cuenta que juegan en una Conferencia Americana que se complica cada vez más en términos de competitividad. Con algunos agujeros por llenar en su roster, no siendo todos ellos para titulares, Miami se podía permitir jugar un poco con este NFL Draft 2024.
La profundidad fue algo que atacó de manera constante las posibilidades de los Dolphins durante la campaña pasada, por ende la incorporación de recambio, tanto para sus estrellas con problemas de salud como para tener opciones en la defensa, fue la clave para este equipo durante el fin de semana.
La velocidad sigue siendo una constante en la manera en que los Dolphins arman su ofensiva, aunque también pusieron el ojo en algunas de sus falencias defensivas durante el Draft. Sorprendió, tal vez, la no tanta ayuda desde la línea ofensiva que decidieron darle a Tua Tagovailoa, eligiendo tan un jugador en la trinchera del ataque.
Si bien Miami tiene a sus dos titulares establecidos en Bradley Chubby y Jaelan Phillips, es cierto que ninguno de los dos ha podido mantenerse sano en las últimas dos temporadas, por ende un recambio joven puede hacerle muy bien a la rotación en el pass-rush que usan los Dolphins.
Además, esto puede ser en beneficio de Robinson, quien deberá seguirse desarrollando en sus movimientos para presionar si quiere extender su carrera en el profesionalismo. Su físico y atleticismo están excelentes, pero incorporar un plan de ataque y técnica en líneas generales será de gran ayuda para su carrera.
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Uno de los prospectos más intrigantes del Draft. Patrick Paul llega a la NFL con 44 partidos iniciados como tackle izquierdo en la universidad, lo cual le da un bagaje de experiencia y desarrollo capaz de hacerlo un titular a nivel profesional desde el primer snap. Además, su frame es casi ideal para la posición y supo ser capitán de equipo en Houston.
Sin embargo, ni su agilidad para poder ser un factor en el juego terrestre ni su centro de gravedad para poder aguantar los embates en el pass-rush son productos terminados. Paul necesitará mejorar si quiere ser un indiscutido, pero a juzgar por la profundidad en la OL de Miami, no sorprendería verlo pronto en campo.
No es ninguna sorpresa la afición por la velocidad que tienen en los Dolphins. A un backfield que ya tenía a Raheem Mostert y Devon Achane, dos de los corredores más rápidos de la NFL, ahora se le suma Jaylen Wright, quien corrió las 40 yardas en 4.38 segundos y se presenta como un corredor explosivo. Por fuera de su velocidad, Wright suele tener malas lecturas y algunos problemas con fumbles, por lo que es probable que no vea tanta acción inicialmente.
La versatilidad en su uso es lo que hará importante a Mohamed Kamara en los Dolphins. Si bien no se proyecta como un jugador de todos los snaps en la NFL, en formaciones pesadas podría ser agregado como un especialista en el pass-rush, capaz de ir a por el mariscal con una intrigante primer golpe y mucha agilidad. Seguramente su futuro sea de equipos especiales, pero hay algo de potencial de utilizar su buena capacidad atlética en la defensa.
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Contrario a lo que suele hacer Miami, Washington no destaca ni por tamaño ni por velocidad, o al menos no se proyecta que lo haga en la NFL. Pero algo es seguro: este chico puede jugar receptor. Su capacidad de generar separación, tanto sea por cortes precisos o por encontrar espacios blandos en la defensa, se combina con una excelente visión de campo cuando tiene el ovoide en sus manos. Su tamaño lo limitará al slot, pero puede ser más que servicial en esa faceta.
Un físico privilegiado y la experiencia de haber jugado en toda la secundaria para Cal son los atributos que se destacan de Patrick McMorris. Su velocidad y aceleración están en el promedio, y la cantidad de tackles fallados es un dato que preocupa. Potencial para quedarse en el equipo como profundidad o gunner en equipos especiales.
No, nada tiene que ver este Washington con el seleccionado anteriormente. Tras jugar dos campañas para Memphis, donde fue Freshman All-American en su primer año, Washington potenció sus capacidades con Caleb Williams como QB en USC. La producción excede, y si bien no tiene gran tamaño, podría encontrar su lugar en un roster que prioriza darle armas a su mariscal: lideró a los Trojans la temporada pasada en recepciones (59) y yardas (1.062).
Técnico Superior en Periodismo. Cubre la NFL desde 2018. Co-Founder, CEO y Director Periodístico de No Huddle, el medio más grande de fútbol americano en Sudamérica. Conduce Mates y Football y es editor principal de la página web.
