Los San Francisco 49ers, los últimos campeones de la NFC, han vuelto a encontrar el rumbo rápidamente y tienen como gran objetivo intentar alcanzar el trofeo Vince Lombardi (que no ganan desde la temporada 1994) de una vez por todas. Ya parecen haber encontrado el rumbo (un poco casual) confirmando a Brock Purdy como QB titular.
En ese sentido, los de Kyle Shanahan llegaron al Draft con cierta tranquilidad: en la offseason, el movimiento grande fue la renovación de Deebo Samuel por 3 años y 71 millones de dólares, asegurando su continuidad el equipo. Por su parte, Christian McCaffrey, la otra gran figura ofensiva, tiene contrato hasta la temporada 2025, así que los Niners tienen un par de campañas para arreglar su contrato.
En el lado defensivo, tampoco son demasiadas las necesidades, pero sí lo es intentar rejuvenecer a una unidad que lleva cinco temporadas consecutivas sin salir del top 10 de la liga en yardas permitidas. Sin embargo, en la secundaria tuvieron algunas salidas y bajas que afectaron el rendimiento. Es momento de cambio para ese sector.
Los Niners llegaron a la primera noche del Draft 2024 con la anteúltima selección. Alrededor de sus selecciones hubo algo de movimiento para tomar receptores (como el trade de Kansas City con Buffalo y de los mismos Bills con Carolina) pero los de la Bahía decidieron mantenerse en el puesto 31 y seleccionar.
El final de la primera ronda vio tres receptores salir a partir del pick 28 (con el trade de los Chiefs para tomar a Worthy) y los 49ers no fueron la excepción: el egresado de los Gators fue el elegido por John Lynch para ser la nueva arma de la ofensiva comandada por Brock Purdy.
Este wide receiver es de un tamaño algo pequeño, pero esos atributos no deberían ser un problema: tiene el control corporal y la resistencia física ideal para aguantar golpes y la capacidad de reconocer errores de cobertura en zona para sacar provecho. Podría posicionarse como una muy buena alternativa cuando Deebo Samuel atraiga varias marcas.
Un esquinero especialista en el juego en press-man. Es paciente para controlar el release y se recupera con facilidad cuando es vencido por su marca. Puede aportar también en el juego terrestre, aunque es mejorable en este aspecto. Su control corporal le permite alcanzar quiebres de rutas con naturalidad. Es una buena opción para jugar en el slot de la secundaria.
El producto de los Jayhawks cayó a mediados de la tercera ronda y fue una opción irresistible para San Francisco: si bien es un tackle ofensivo de muy buena técnica, algunas limitaciones físicas pueden hacer que termine jugando en el interior de la línea. Es un jugador con muchas chances de convertirse en titular y aportar desde un primer momento.
Egresado de los Deamon Deacons, este jugador de 22 años no se caracteriza por contar con un gran tamaño. Sin embargo, sí tiene una gran explosividad y buen juego de cobertura. Además, es un jugador que ha jugado de manera aceptable en distintas posiciones y esquemas, así que esa versatilidad puede ser un gran valor en la NFL. Puede comenzar con un rol en equipos especiales.
Obviamente con Christian McCaffrey como faro del juego terrestre en San Francisco, este redshirt senior llega para tener un rol como corredor secundario o de emergencia. Destaca por sus habilidades atléticas y su explosividad, atributos que confirmó haciendo una gran Combine a fines de marzo. Sin embargo, generan dudas su poca cantidad de acarreos y que tampoco haya podido hacerse un puesto de titular en sus dos equipos en la etapa colegial (Wisconsin cuatro años y Louisville un año).
Otro jugador de gran experiencia en la ofensiva que hizo una gran combine, caracterizándose principalmente por su velocidad (marcó 4.38 segundos en la prueba de 40 yardas). Sin embargo, su problema con los drops y su particular tamaño (1,72m y 72kgs) pueden ser un limitante para jugar en una ofensiva NFL. En su etapa universitaria, tuvo un rol como retornador de patadas, así que los 49ers podrían utilizarlo en esa situación puntual.
El segundo liniero de este Draft que se va al equipo de la Bahía. Es un jugador bastante completo para jugar en el interior por su tamaño, postura y lateralidad. También tiene una buena técnica de manos y pies, aunque a veces pierde contra pass rushers más grandes. Podría beneficiarse de jugar en el centro, a pesar de nunca haber estado en esa posición en toda su carrera.
La última selección fue para este linebacker que suele jugar en el interior. No cuenta con un físico demasiado imponente ni una gran velocidad de punta, pero tiene agilidad y explosividad para atacar bloqueos. Posee una inteligencia importante para la cobertura, en la que también es capaz de hacer frente a alas cerradas.
Graduado en Comunicación Social. Cubre la NFL desde 2017. Redactor de contenidos y community manager de No Huddle.
