Los Houston Texans vienen de una sorpresiva campaña en la que parecieron dejar en claro que su reconstrucción está más cerca de convertirse en la confirmación de un equipo competitivo. Las llegadas de DeMeco Ryans como head coach y CJ Stroud como QB fueron una bocanada de aire fresco y su éxito se vio rápidamente sobre el campo.
Aquella reconstrucción de la que se hablaba en 2023 también implicó la política de ir por todo en el Draft: además de seleccionar a CJ Stroud con la segunda selección general, intercambiaron la selección de primera ronda que les dio el trade de Watson con Cleveland para subir a la tercera posición y seleccionar a Will Anderson, quien fue elegido como Novato Defensivo del Año.
Además, en la previa del Draft 2024 cedieron su selección N°11 a Minnesota. Por esto, llegaron al primer día del Draft sin selecciones y, si bien algunos reportes indicaron algunos esfuerzos por subir a la primera ronda, esto finalmente no sucedió. Los texanos comenzaron su periplo recién en el segundo día del evento.
Los Texans llegan al segundo día del proceso de selección colegial con la tranquilidad de haber hecho la tarea por un probado playmaker en la offseason: el trade con los Buffalo Bills por Stefon Diggs es la confirmación de que Houston intentará ir por todo esta temporada. Así, llegaron al segundo día con una selección media de la segunda ronda.
Con su primer pick en este Draft, los Texans optaron por adquirir algo de profundidad en la secundaria con un jugador bastante similar a Desmond King (a quien firmaron nuevamente esta offseason). Su posibilidad de ser usado en distintos esquemas puede resultar en un jugador de rol para ese sector del campo.
Cuenta con una combinación única de físico que se integra con su juego instintivo que lo hacen muy útil para la cobertura en zona. Su poca producción en college (solo una intercepción en tres años) y su falta de velocidad pueden cernir algunas dudas sobre su desarrollo, pero estará rodeado de jugadores de experiencia como CJ Henderson o Jeff Okudah que pueden colaborar con su evolución.
Houston no hizo grandes movimientos en la línea ofensiva durante la agencia libre, por lo que es probable que se mantenga algo parecida al año pasado. La llegada del prospecto de los Fighting Irish puede sumar profundidad y competencia muy útiles para cualquier ofensiva. La de tackle ofensivo es una posición con bastante profundidad en este Draft, pero sin duda los de Ryans se llevan a alguien que podrá competir por iniciar como titular esta temporada.
Las principales virtudes de este jugador son su relación entre tamaño y agilidad para moverse en la protección de pase, aunque pueden cuestionarse su movimiento de pies y el modo en que pone las manos sobre el defensivo. Deberá trabajar un poco la finalización de los bloqueos, pero tendrá casi siempre asegurado el lugar de la línea que le toque.
Profundidad a la posición de safety que ya cuenta con Jimmy Ward y Jalen Pitre como starters fijos. El egresado de los Trojans puede desarrollarse de manera muy interesante si logra mejorar su técnica de tackleo, pero su versatilidad y construcción física son de lo mejor que se ve en la camada de esta posición en el Draft.
Los Texans llegaron al tercer día y se encontraron con quien fue uno de los grandes socios de CJ Stroud en el 2022 de los Buckeyes: Cade Stover es sin duda uno de los prospectos más completos de la posición y sin duda podrá aportar peligro detrás de Dalton Schultz que ya es un fijo en la ofensiva de Houston. Es un gran bloqueador y su lectura de juego se destaca en esta camada de alas cerradas. Además, su capacidad como receptor es muy buena. Los aspectos a mejorar, como su árbol de rutas y agilidad, son muy desarrollables con un buen staff de NFL.
Tras saltarse la quinta ronda, Houston llegó a mediados de la sexta vuelta y optó por añadir profundidad con este ex safety devenido en linebacker que se caracteriza por su velocidad. Su poco tamaño puede ser un aspecto desfavorable para darle un rol consistente y debe mejorar bastante su lectura de las jugadas. Es un jugador con algunos interrogantes pero con un buen techo de desarrollo.
Otra selección de sexta ronda para añadir profundidad y competencia en el cuerpo de corredores. El prospecto de los Cardinals tiene un tamaño pequeño y no se destaca por su velocidad, aunque sí por su paciencia y reconocimiento de espacios. Será un desafío para él demostrar en el campo de entrenamiento que merece un lugar en el roster más allá de parecer pequeño.
La última ronda inició con la selección de este jugador defensivo que no destaca por tener un gran tamaño o velocidad. Suele ganar sus matchups más por fuerza pero le suele costar contra rivales de más talento en el bloqueo. Es un jugador que puede acoplarse y aprender de las otras figuras de esa defensiva, como Will Anderson o el recientemente llegado Danielle Hunter.
El egresado de los Tigers es un buen jugador para haber sido seleccionado a esta altura: sin tener un tamaño destacable (además de unos brazos bastante cortos) tiene una combinación de velocidad, explosividad y fuerza que lo hacen un buen defensivo. Puede entrar en la rotación y hacer jugadas importantes en situaciones determinadas.
El Draft se cerró para los de Texas con la selección de uno de los linieros ofensivos campeones del college football con los Wolverines en 2023. Henderson es un buen jugador de rol, que se integra bien en esquemas zonales y versátil en toda la línea. Necesita pulir su técnica, pero tiene unas buenas bases para el desarrollo y puede ser confiable en caso de alguna ausencia.
Graduado en Comunicación Social. Cubre la NFL desde 2017. Redactor de contenidos y community manager de No Huddle.
